𝐓𝐑𝐄𝐒

278 27 0
                                    

"𝐇𝐈𝐁𝐑𝐈𝐃𝐎 𝐈𝐃𝐈𝐎𝐓𝐀"

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

"𝐇𝐈𝐁𝐑𝐈𝐃𝐎 𝐈𝐃𝐈𝐎𝐓𝐀"

Las cosas estaban un poco tensas en el recinto donde habían vivido los Mikaelson durante años

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Las cosas estaban un poco tensas en el recinto donde habían vivido los Mikaelson durante años.

Sammy estaba preocupada por el paradero de la mujer a la que consideraba su segunda madre. Aunque Hope mostraba preocupación, Sammy sentía que le escondía algo. Aunque no se había atrevido a preguntar, conocía a su amiga casi igual que se conocía a sí misma.

Eran altas horas de la noche; Hope estaba en la cama, y Sammy merodeaba por la cocina buscando algo para comer en la alacena.

Quería darle tiempo a su amiga, pensando que tal vez lo necesitaba, analizando que las cosas no estaban muy bien con su madre, y ahora ella se encontraba desaparecida.

—¿Por qué soy tan pequeña...? — murmuró la rubia furiosa al no poder alcanzar unas galletas de chispas de chocolate en la parte más alta de la alacena —. No entiendo por qué guardar esa delicia en la parte más alta. — Se dirigió al techo de la casa —. Dioses del Olimpo, la próxima vez regálenme un poquito más de altura, ¿sí? — dijo, mirando hacia arriba.

Rendida, decidió cerrar la puerta y brincó del susto al sentir unas manos en su cintura.

—Creo que necesitas ayuda. — la chica se sonrojó al escuchar una voz varonil con acento británico y sentir su cuerpo tan pegado —. Toma — le entregó las galletas, y ella se volteó —. ¿Tú eres? — preguntó.

Sammy se quedó en silencio, dando un repaso al hombre que la mantenía presa en la cocina. Alto, rubio y lo suficientemente sexy para pecar. Klaus notó la mirada de ella, así que sonrió divertido y miró a la chica. Rubia, más bajita que él, unos ojos verdes con pequeños tonos azules, una mirada que desprendía sensualidad pero que en el fondo se podía ver el dolor.

—¿Hola? — la chica volvió en sí al notar que el hombre agitaba la mano frente a su cara.

—Sammy — se presentó la rubia nerviosa —. ¿Tú eres? Espero que no seas un ladrón o algo así. Porque no te conviene meterte con esta familia. — el rubio la miró divertido.

—Soy Niklaus. — la chica abrió los ojos sorprendida y se arrepintió al darse cuenta de que se había ligado de una manera no agradable al padre de su mejor amiga —. ¿Sammy? ¿La mejor amiga de Hope? — la rubia asintió.

—Gracias. — Klaus la miró confundido —. Por las galletas, es que no alcanzaba, y tengo mucha hambre. — ella se movió frente a él para ir a la nevera y servirse un poco de leche.

—¿Qué haces aquí? — preguntó el híbrido, viendo curioso a la rubia que se servía leche.

—Bajé a comer galletas, pensé que era obvio.

—¿Qué haces en la casa?

—Estoy suspendida, al igual que Hope.

—¿No tienes padres? — volvió a preguntar.

—Sí, pero no es que tengamos la mejor relación. Mamá Hayley es como mi segunda encargada después de mis padres.

—¿Mamá Hayley?

—Sí, la madre de tu hija. — respondió fastidiada por tantas preguntas.

—¿Te molesta que te haga preguntas? — la rubia rodó los ojos al ver cómo se acercaba de una manera peligrosa a ella —. Tranquila, solo me preocupo por saber qué relaciones tiene mi hija. Si son peligrosas o no.

—Eres un idiota.

—¿Perdón? — cuestionó divertido.

—No has estado para Hope. ¿En cuánto? ¿Tres años? Incluso más. Y ahora vienes a preocuparte por sus relaciones. Déjame decirte una cosa, híbrido idiota: mientras Hope lloraba, yo estaba ahí. Cuando necesitaba un consejo, yo estaba ahí. Cuando cumplía años, yo estaba ahí. ¿Y tú? Estabas detrás de tus "enemigos"... — hizo comillas con sus manos —, matándolos para así evitar el peligro en tu familia. Pero aún así, no te preocupabas por ella. ¿Sabes que existe algo llamado teléfono celular? — el híbrido la miró furioso para tomarla a velocidad vampírica y chocarla contra la pared, ahogándola.

—¡No sabes nada! — le gritó en la cara.

—Sé más de lo que crees, Niklaus Mikaelson. Y te advierto, no te metas conmigo. — Sammy miró ambos hermanos para tomar sus galletas y leche y salir de la cocina.

—¿Crees que no noté su cuello rojo? — el híbrido se levantó del suelo, evitando ver a su hermana —. Ella es la amiga de Hope y le importa. Una es capaz de dar la vida por la otra y viceversa. No la dañas. — advirtió su hermana.

—Prometo portarme bien, hermana. — dijo sarcástico, pensando en esos ojos color azules que lo habían dejado hipnotizado.

—¿Quién te crees que eres? ¿Acaso te crees capaz de enfrentarme? — la rubia ríe y alza su mano, haciendo que el híbrido salga disparado hacia las alacenas.

—Me creo más que capaz de enfrentarte y derrotarte. No hago nada porque eres el padre de Hope y no haría nada que la lastime. Pero aún así, si eres capaz de hacer algo para lastimarla o lo que sea, conocerás mi furia. Por esa niña, soy capaz de lo que sea. — Freya entra agitada a la cocina, notando a la rubia en la pared con el cuello rojo y a su hermano en el suelo mirando hacia la rubia.

—¿Qué sucedió? — pregunta alarmada.

—Solo me asusté, pensé que era otra persona y reaccioné de mala manera. — miente la rubia —. Perdóneme, señor Mikaelson, no era mi intención lastimarlo. — Sammy mira a ambos hermanos, toma sus galletas y leche, y sale de la cocina.

—¿Crees que no noté su cuello rojo? — el híbrido se levanta del suelo, evitando ver a su hermana —. Ella es la amiga de Hope y le importa. Una es capaz de dar la vida por la otra y viceversa. No la dañas. — advierte su hermana.

—Prometo portarme bien, hermana. — dice sarcástico, pensando en esos ojos color azules que lo habían dejado hipnotizado.

•••
2/2

•••2/2

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Otra oportunidad  • Klaus Mikealson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora