Especial de Navidad. (Parte 3).

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Pdv: Ferdinand. Una cena Navideña en familia.

‘Una vez más me he dejado arrastrar, a otra de las locuras de mis traviesas Diosas’. Estos eran mis pensamientos, mientras viajábamos en el carruaje con rumbo al restaurante de la ciudad baja, para cenar con nuestra familia.  

Mis pequeñas Diosas, se ven realmente felices el día de hoy, riendo de las tonterías del idiota de Sylvester. Pero sobre todo están felices porque tendremos una gran cena con toda la familia reunida.

“Jejejejee……… hasta que logré hacer reír a mi mentor”. Celebró con satisfacción su triunfo Cattleya.

“Es que ver al hermano mayor Sylvester colgado de cabeza, si que fue divertido hermanita. Jajajajajaa……”. Respondió Rozemyne soltando otra carcajada, recordando al idiota colgado de cabeza. ‘Y yo también debo reconocer que esa travesura fue bastante divertida’.

“Mis traviesas Diosas, deben recordar que Sylvester aunque es un idiota, es Aub Ehrenfest. No pueden hacerle éste tipo de travesura frente a los nobles, porque eso destruiría el poco respeto que le tienen, entendido mis pequeñas Diosas?”. Yo dije para asegurarme de que Sylvester no se vuelva el objetivo permanente de las travesuras de mis traviesos Shumil.

“No te preocupes por eso mentor, no le haremos travesuras a menos que él se lo busque”. Respondió mi Diosa traviesa, con una sonrisa malvada y divertida en su rostro.

“Si Ferdinand, no prometemos nada. Mientras el hermano mayor Sylvester no nos moleste, nosotras no le haremos travesuras”. Continuó diciendo Rozemyne con una sonrisa divertida en su rostro. ‘Par de Shumil traviesos’. Pensé muy tentado a apretar sus regordetas y suaves mejillas.

Pero eso no fue posible, porque el carruaje se detuvo, ya que habíamos llegado al restaurante “La Orquídea Encantada”. ‘Bueno, las mejillas de mis pequeñas Diosas se salvaron, por esta vez’. Dije en mi mente, mientras bajaba del carruaje, para luego ayudar a bajar a mis pequeñas Geduldh. Las cuales se veían realmente encantadoras el día de hoy, ya que el rojo de sus vestidos resalta sus delicadas pieles blancas como la nieve, pero de igual forma, resalta sus hermosos y brillantes cabellos azul medianoche. Entonces tomé sus pequeñas y delicadas manos, para ayudarlas a bajar del carruaje, las cuales lo hicieron con gracia y elegancia. Y como hacía mucho frío, las apresuré a entrar al restaurante, no quería que mis pequeñas Diosas se enfermaran con fiebre más tarde.

Cuando estuvimos dentro, fuimos recibidos por toda la familia que ya había llegado y nos estaban esperando, un poco impacientes. Los cuales al vernos, comenzaron a hacer reclamos y preguntas del porqué habíamos llegado tarde. A lo que nosotros no respondimos, solo señalamos al culpable, quien había entrado poco después que nosotros. Por lo que desviamos el enojo y molestia de todos, a Sylvester. El cual se disculpó diciendo que mis traviesas Diosas le habían tendido una trampa y que él ingenuamente cayó………. Pero eso no convenció a nadie, porque todos los que conocíamos a Sylvester sabíamos que si cayó en la trampa, fue por su propia culpa y estupidez.

Esta vez evitamos los saludos y fuimos directamente al salón vip del restaurante. Y como esta era una fiesta privada, principalmente familiar no trajimos sirvientes nobles, seríamos atendidos por los sirvientes del restaurante, los asistentes principales del templo de mis Diosas, Justus y Lasfam. Esto era lo mejor y lo más seguro para la familia adoptiva de mis pequeñas Diosas. Esto no es algo que haríamos en el barrio de los nobles, pero si es seguro hacerlo en la ciudad baja y sobre todo en el establecimiento de mis Diosas.

Cuando entramos al salón vip, me quedé asombrado, el lugar luce realmente maravilloso; con velas aromáticas inventos de mis talentosas Diosas, un árbol adornado hermosamente como el del orfanato del templo, pero mucho más elegante y las decoraciones eran más elaboradas, se veían mucho más costosas, todo el salón estaba decorado con telas doradas, rojas y blancas en las paredes, en los manteles y servilletas. Todo era elegante y hermoso, pero no demasiado fino ni ostentoso, como si lo sería en el restaurante del barrio de los nobles.

Juego de Shumil Gemelos "Un especial de Navidad "Donde viven las historias. Descúbrelo ahora