DESPERTAR

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Después de colgar el teléfono, Alexia ya no sabía qué hacer, si intentaba largarse dejaría el lugar donde había tenido la tranquilidad que siempre había soñado. Pero si se quedaba todos corrían peligro, decidida al olvida por un rato, convino en darse un baño, preparó sus cosa y abrió los grifos del agua caliente llenando así la gran bañera. Su mente comenzó a repasar el extraño día donde ¿Debía de confiar en los vampiros? De momento podía notar el olor de los Metademon fuera de su casa. Se distrajo tanto que el agua casi se desborda, metiendo la mano destapo la bañera hasta que el agua tuvo la medida justa para que ella entrara sin que se pusiera todo perdido de agua y jabón por todo el suelo. El baño ayudó a su cuerpo entumecido a relajarse, solo lo justo para poder irse a la cama e intentar descansar, en unas pocas horas decidiría que hacer y donde ir, de momento solo quería ver a Víctor una vez más.

Otra vez de vuelta a la pesadilla, otra vez de vuelta a la huida, menos mal que tenia dinero y pasaportes, pero esta vez había echado raíces, crear lazos es lo peor que te puede pasar cuando estás condenada a muerte.

Ya en su casa Víctor, se paseaba nerviosamente, odiaba aquellas situaciones y lo que más odiaba era sentirse preso de su debilidad, ser vampiro era ser inmortal, pero también frágil, el jodido sol, un puto rayo y seria rebozado de vampiro. Su gente era letal, pero intuía que Lexy podía escaparse si era su deseo, solo esperaba que ella recapacitase, está vez no tenia que enfrentarse ella sola, preso de la rabia tiró todo lo que había en su escritorio, sabiendo que Sam, no tardaría en acudir.

─ ¿Que demonios te ocurre algo hermano? He visto que los chicos han salido ¿Ha pasado algo que se me ha escapado?─ Samuel cruzó sus brazos sobre su pecho, él sabía lo que ocurría lo que no entendía era el nerviosismo de su hermano ─ ¿Tiene esto algo que ver con esa preciosa loba de ojos de hielo? ─ Víctor gruñó a su hermano mostrando los colmillos.

─ Tranquilo hermano, nunca miraría así a la muer que deseas ¿Sabes que el alma de un vampiro se despierta realmente al conocer a su pareja? ─ Samuel sabía que la joven metademon era la pareja de su hermano, lo supo desde la primera que ambos la vieron, él también tenia sus propios demonios ligados precisamente a la pesadilla que perseguía a la joven ─ Sueñas con ella hermano, no puedes negar lo que sientes y saber que esa mujer está en peligro te pone a la defensiva, pero si no descansas un poco, no podrás ser de ayuda ─ No le gustaba jugar así con la mente de su hermano, pero debía asegurarse que está vez vencerían al maldito demonio desequilibrado.

─ Sé que ella no es una mujer normal y que no está indefensa hermano, pero no puedo evitar sentir este maldito miedo ─ Samuel asintió, salió por unos segundos para volver después con una botella de un whisky que guardaba para los momentos como ese.
─ Ya que debemos parecer humanos, hagamos como ellos, bebamos mientras me cuentas como ha sido mirarla a los ojos, ya que yo nunca lo sabré ─ Bromeo llenando los vasos hasta la mitad, entregó uno a su hermano y tomo asiento prestando atención a cada una de sus palabras, si bien la bebida no les emborracharía, si facilitaría poder calmar el sistema nervioso de Víctor. Después de tomar el segundo vaso, su rabia crecía con cada palabra, viejas heridas abiertas de nuevo, Julius se iba a convertir en un objetivo prioritario, si Xackary se estaba tomando tantas molestias por una sola mujer solo podía significar una cosa ─ Tranquilo hermano, no tienes que convencerme de nada, estoy completamente seguro de que tu chica de ojos de hielo es especial.
─ No te vayas a enamorar de ella, cabrón, es mía ─ Víctor parecía estar más tranquilo sabiendo que contaba con el apoyo de su hermano, ambos eran letales, pero Sam poseía algo que lo hacia todavía mas peligroso.
Las mujeres caían redondas a los pies de Víctor, su encanto y belleza, se unían a ese magnetismo propio de los vampiros, pero Samuel poseía oscuridad y eso seducía hasta a la hembra más fría, pero está vez una sola mujer había puesto a ambos hermanos en el mismo camino, Samuel no se arrepentía de haber pedido a Kiara que se acercase a la chica, hasta Víctor desconocía ese hecho, cosa que tendría que explicar en su momento sus ojos, fijos en la chimenea refulgían en color rubí, esta vez no permitiría que esa sabandija se saliera con la suya. Era el momento de ajustar cuentas y contar la verdad de una vez por todas, solo esperaba que su hermano no le odiase por aquello, saber que Dereck cuidaba de la chica y que Kiara se mantenía cerca y descansando les daba una ventaja.
─ Hiciste bien en pedir a los chicos que la cuiden, Dereck es el mejor, ve a descansar, solo así te aseguraras de poder cuidarla, trataremos de convencerla para que venga a la mansión.

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