Capítulo Único.

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Abrazaba sus piernas con fuerza, gracias al cielo, había dejado de llorar pero aunque la lagrimas eran nulas, no dejaba de pensar en su hermano. Que aunque intento esconderse para no ser encontrada, fue imposible, ambos chicos irreconocibles que antes eran sus amigos, su familia, parecían dos locos psicópatas que habrían perdido un tornillo. Eran irrefrenables, dos máquinas de matar que no dejaban ir a nadie. Pero claro esto era purgatorio y no saldrás de aquí al menos de que sufras.

Pensó que había perdido otra vez a su hermano, que aunque las cosas estaban difíciles, le había agarrado un increíble cariño. Cuanto lo había extrañado, cuando se entero que estaba vivo quería llorar, pero cuando le dijeron que el y Baghera estaban matando a todos, sabía que debía esconderse. Cellbit vendría por ella y lo sabía muy bien.

Se escondió lo mejor que pudo, escuchar su voz sólo la hizo temblar, era el, su hermano, pero su voz demostraba que no venía con buenas intenciones. Guardo silencio, intento calmar su asustada respiración, gracias al cielo, había dejado de llorar pero aunque la lagrimas eran nulas, no dejaba de pensar en su hermano.

Intento calmar su respiración para no ser escuchada, pero como si pudieran ver por las paredes, la encontraron.
Intentó mantener la calma y intentar que no le hicieran daño, pero más temprano que tarde, Cellbit enterró su cuchilla en su abdomen y con un "adiós hermanita" y la risa de Baghera desaparecieron dejándola sola, herida. Aunque no sabía que le dolía más, si la herida sangrante de su abdomen o el dolor asfixiante de su alma.

Agradecía tener manzanas doradas y pociones curativas, pudo en la soledad y humedad de esa cueva, estar estable y sobretodo viva, aunque ya la herida no sangraba tanto, le dificultaba caminar, así que solo se recostó en una pared de piedra, esperando que alguien de su equipo viniera a ayudarla, lo cual dudaba ya que su localización del mapa estaba apagada y el comunicador no funcionaba bien bajo tierra, estaba perdida, no le quedaban más pociones y menos manzanas.

¿Será este el final? En su ilusa cabeza habia pensado que ella y su equipo podrían haber llegado a la final y ganar ese premio para escapar de esta pesadilla, todos juntos, pero al parecer su ilusión se rompió luego de ver a su hermano aparecer, de verdad esto es él mismo infierno.

Cerro sus ojos, sentía cansada y su boca pastosa, quería un poco de agua. Su única compañía era una antorcha que alumbraba un poco su alrededor, pero está poco a poco comenzaba a apagarse, igual que su esperanza.

Escucho pasos, inmediatamente pensó que Cellbit había regresado a finalmente matarla, aunque su vista estaba borrosa, vio la cara de la última persona que espero ver ahí.

- Que haces aquí? Traidor - dijo bagi con dificultad.

ElQuackity se cruzó de brazos.
-no soy un traidor bagi. -

Adiós Bagi. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora