Capítulo VI

36 6 0
                                        

Jack Borisov

Me dolía la cabeza, bueno, no solo la cabeza, sino todo el cuerpo. Todo, mis dedos estaban congelados, mis huesos dolían, mis pies ardían, tenia demasiado frio y seguía destilando agua.

Agua que había recogido al caer por el rio junto a la cazadora por intentar escapar de un tigre, el cual solo rozo mis pies descalzos, estos tenían distintas heridas, no solo por el animal, por correr clave algunas ramas pequeñas en ellos, además que se habían quemado por el contacto contra la tierra.

Por suerte un estallido ahuyento al feroz animal, por eso, junto con la cazadora, caminábamos sin razón alguna, aunque mis pies poco aguantaban.

En realidad no sabias que hacer, pues el robot no explico como tal una "tarea", por ello asumí que solo seria sobrevivir en esta selva.

Sali de mis pensamientos cuando escuche el movimiento de unas hojas, era la princesa que cortaba algunas hojas caídas que obstaculizaban nuestro camino.

-¿Aun traes la espada? -pregunte con angustia y cansancio, con esa espada podía matarme.

-¿Tu la ves? -hablo con ironía al mismo tiempo que me apuntaba con ella.

Rodé los ojos, yo solo trataba de hacer esto mas amigable, no es mi culpa que ella no quiera. Es una amargada.

Además ni siquiera se había puesto a pensar en mis adoloridos pies, pues seguía caminando sin importarle mi ser, incluso cuando se dio cuenta de como los tenia solo los vio con asco ¿no le enseñaron a ser más discreta? Yo vi su ropa todo gastada y con rastros de sangre en su brazo y no puse ninguna mueca, hasta le pregunte si esta bien y solo me puso mala cara.

Ay, que se joda.

Chingue a su madre.

La seguía mientras aguantaba el dolor, aunque no paso mucho hasta que tuve que recostarme en un tronco para intentar relajar mi cuerpo.

-¿Vas a venir o no? -pregunto la enana a unos pasos de distancia.

Pensé en una respuesta, pensé en gritarle que me dolía, pero no, a mi no me duele nada, no voy a darle una debilidad tan clara. ¿Y si entierra su asquerosa espada en mi pie? Me mata ¿O solo intenta atacarme? No, no podría correr. No, no me duele nada, para ella no.

-Deja de ser tan impaciente -gruñí con enojo y dolor.

-Puede venir otro tu a atacarnos -respondió en el mismo tono.

-¿Otro yo? -pregunte, ¿a que se refería?

-Otro animal -aclaro antes de volver a voltearse y seguir con su camino -ven, rápido.

¿Y esta quien se cree? Yo también la puedo matar, no es la única que tiene poder. Además ¿Cómo se atreve a mandarme? Soy yo, Jack Borisov, un brujo de la familia principal, un categoría S, un coronel en la base 18 de Herha ¿y esta no me tiene ni una pizca de respeto? Si, si, muy hija del puto de Sachs pero, que me agradezca de no haberla matado por todo lo que nos ha hecho, no me importaría morir si ella ya esta muerta.

-Ven -grito de nuevo la mandona.

Y no, no iba a ir, no le daría el gusto, además que mis pies no resistirían un paso más.

Los trece *EN CORRECCIÓN*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora