Una luz en la oscuridad

Capítulo 15

Bueno primero esta historia no es mia solo me dieron permiso de traducirla su creador es Greed720 (Aplausos) espero que la disfruten por favor si les gusta seguir al creador de esta historia.

También si serian amables en decirme, si hay alguna parte en la traducción que sientan que no concuerde, por favor sean amables en decirme para corregirlo.

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Suspirando, Percy no pudo evitar mirar desganado por la ventanilla mientras el mundo exterior pasaba zumbando en un borrón de colores.

Llevaban ya un buen rato en el coche robado, casi ocho horas según sus cálculos, y en ese periodo de monótona espera su mente había empezado a vagar por un terreno peligrosamente introspectivo.

¿Qué hacía todavía aquí con esta gente y en esta búsqueda?

Era una pregunta que le rondaba la cabeza desde que salieron del desguace y, sinceramente, ya no estaba seguro de cuál era la respuesta.

Al principio, solo se había unido a la búsqueda por razones egoístas. No le habían importado ni Artemisa ni la chica, Annabeth.

En cambio, se había unido como un medio para un fin. Después de todo, el aislamiento, el peligro y la libertad que conllevaba la búsqueda le habían proporcionado la oportunidad perfecta para robarle a Bianca a sus nuevos compañeros sin que sospecharan de ella. Además, alejarla del Campamento Mestizo y sus protecciones también le había proporcionado la oportunidad ideal para entregarla silenciosamente a Alecto y cumplir así su otra "misión" de Hades.

Pero las cosas cambiaron rápidamente una vez que supo más sobre la búsqueda y hacia dónde se dirigían. Sus planes habían estado en un constante estado de cambio desde ese momento. Por eso había decidido quedarse un poco más, incluso después de devolver a Bianca a su padre.

Después de todo, por aquel entonces, incluso hacía sólo unos días, todo le había parecido tan fácil.

La búsqueda había sido una forma cómoda de conseguir lo que quería, y sus compañeros no habían sido más que personas a las que podía utilizar y desechar una vez que había acabado con ellas.

Pero ahora...

Su mirada se desvió hacia un lado, hacia donde Thalia dormitaba suavemente sobre su hombro.

Tenía los ojos cerrados y el pelo negro de punta revuelto, con el flequillo cubriéndole parcialmente un lado de la cara, aunque algunos mechones le hacían cosquillas en un lado de la cara.

Una suave sonrisa se dibujó en su rostro al ver lo tranquila que parecía, incluso mientras roncaba suavemente en su hombro. Si estuviera despierta, probablemente le daría una paliza sólo por pensar eso.

Le apartó suavemente el flequillo de la cara y suspiró.

Parecía agotada.

Pero lo mismo podía decirse del resto, incluso los Cazadores no parecían tan serenos como de costumbre.

Todos estaban pálidos y tenían ojeras.

Por otra parte, tal vez no fuera de extrañar, teniendo en cuenta que habían estado en movimiento casi sin parar desde que salieron del Campamento Mestizo hacía varios días, y habían estado constantemente viajando, luchando o huyendo durante ese tiempo. Puede que no parezca mucho, pero tres días de actividad constante y poco o ningún descanso significativo pasan factura, incluso a los individuos más resistentes.

Frunció el ceño y volvió a mirar por la ventana.

La última vez que alguno de ellos había descansado de forma prolongada había sido hacía un par de días, en el tren de mercancías que venía de Washington D.C., y ni siquiera eso había sido tan reparador, con el ruido del tren, la humedad de la bodega de carga y la incomodidad general que suponía intentar descansar bien por la noche sentado en el estrecho asiento de un supercoche.