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Jungkook

Verla llorar y quererla consolar fueron el impulso que me mantuvo dentro de la habitación durante toda la madrugada, hasta que los dos caímos profundamente dormidos.

Al abrir mis ojos me encontré con el rostro ajeno, serenamente dormida, con la cara un poco hinchada y su respiración golpeando mi cara. Mis pensamientos vagamente llegaron hasta la conversación que tuve con mi padre sobre un futuro y de lo que implicaba crear una familia.

"El amor a primera vista si existe hijo mío"

Las palabras de mi padre retumbaron como ecos dentro de mi cabeza, en ese momento lo vi como algo fantasioso y poco probable. Pero cuando encontré a Eunha todo el concepto de esas palabras cambiaron.

Removiendo y inquietando a mi Alfa y a mi, lo había capturado por completo.

Entonces fue cuando Jungkook entendió que "el amor a primera vista" existía y estaba siendo víctima del mismo.

Suspire frustrado incorporándome en la cama y dándole una segunda vista a quien descansaba en la misma. Me levante con cuidado y acomode mis ropas para salir en silencio del cuarto cerrando las puertas con cuidado.

— Buenos días príncipe — escuchó tras él en armonía de las tres voces ya conocidas.

— Cuídenla bien, ella necesita mucho cuidado ahora mismo — demando, abandonando el lugar a pasos apresurados.

🪷

El florero golpeó el suelo quebrandose de inmediato, todas las mucamos se tensaron ante tal reacción, la pelirroja se encontraba furiosa por las recientes noticas que había escuchado.

— Él jamás pasó una noche conmigo! Jamás! — chillo tomando entre sus manos el cofre de sus joyas y aventándolo contra la pared — Ni siquiera me deja tocarlo.

Yuna se encontraba frustrada, con el corazón hecho pedazos, su sangre le hervía . Su omega por otro lado se encontraba triste, desanimada.

— Contéstenme, ¿quien es esa mujer? ¿Tal vez es hija de un aliado? ¿Hija de un conde? ¡Quien es esa mujer! — grito tan fuerte desgarrando su voz.

Tensa, empezó a llorar cayendo de rodillas en el piso junto a los pedazos de cera y los diamantes perdidos.

— La mujer llegó junto al príncipe tras la expedición de eliminación del pueblo del norte — comentó Daisy, la mucama al mando — No sabemos nada sobre la mujer, al apenas llegar se la ha ocultado de todos y nadie cercano a lo que a lo que sucedido puede hablar.

— Es una huérfana entonces — resopló limpiando sus lágrimas con agresividad —  si viene del norte, entonces no es mas que una insignificante.

Todas asintieron sin decir una sola palabra, fue entonces cuando los pensamientos de Yuna la empezaron a consumir, la mezcla de tristeza y ira no la dejaba razonar y buscar alguna excusa para lo sucedido.

— Si es una insignificante ¿por qué Jungkook pasó la noche con ella? — murmuró apenas audible a las demás — ¡Respondan cuando les hablo! — volvió a gritar — Daisy, paga a quien sea necesitó información sobre esa mujer.

Demandó, la mucama tras ella asintió saliendo del lugar apresurada, Yuna comenzó a morder su uña aún con los pensamientos a flote en su cabeza.

Yuna Shiler

La mujer que fue enviada como regalo al actual emperador hace más de 12 años, a sus 9 años conoció al gran emperador actual y a su pequeño hijo Jeon Jungkook, el futuro Rey.

Al ser la concubina más joven del Emperador, Yuna creció llena de lujos creyéndose así la dueña de todo. El Rey al aceptar a Yuna como un regalo de alianza, jamás la toco, por respeto a su hijo y esposa.

Yuna fue criada junto a Jungkook puesto que al ser algo cercanos, decidieron darles la misma educación. Eso hizo que se conocieran más y formaran una buena amistad. Los dos se vieron crecer, cumplir sus logros y lo que Yuna creyó que sería mutuo fue más que solo ilusiones que ella misma se creó.

Eso hizo que Yuna con el paso del tiempo y con la edad de 18 años pasara al harem del joven Príncipe Jungkook.

Al recibir tal noticia, sus ilusiones, sueños y deseos volvieron a flote, sin imaginar el cruel destino que le esperaba. Jungkook al declarar que no tenía interés por ninguna mujer dentro del harem, las castigó a todas con lo peor, la indiferencia.

Pero Yuna jamás se rindió, se mantuvo firme, ganando el puesto de concubina del príncipe por el simple hecho de permanecer junto a él brindándole compañía y dándole consuelos al Príncipe, con la esperanza que con el tiempo él sintiera lo mismo por ella, amor. Pero él jamás la toco, ni la vio de la forma en la que ella lo miraba.

Consumida por un amor no correspondido

Querida Yuna, naciste en cuna de oro y fuiste vendida como un animal exótico, te alejaron de tu tierra y te encerraron en un lugar ajeno a tu nación.

Querida Yuna pelea por un lugar, pelea para darle al Imperio un hijo del amor del sol y luna. Querida Yuna pelea para que puedas seguir viva.

 

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La omega del emperador | jk Donde viven las historias. Descúbrelo ahora