Espada danzante, arco cantor » Aralas

2. A mi arquero

Sinopsis:

Aragorn se preguntó cómo sería la forma del cielo desde la perspectiva del arquero.

Notas:

Descargo de responsabilidad: El Señor de los Anillos pertenece a JRR Tolkien. No soy dueño de los personajes. Acabo de tomar prestado a nuestra preciosa pareja Aragorn/Legolas. No se obtienen beneficios con este fic.

Semana Aralas » Día 2 - Mensaje: Arco/Arquero

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Aragorn se preguntó cómo sería el cielo desde el punto de vista de su amigo arquero.

Siempre admiró la forma en que el aire se curvaba bajo el silbido de las flechas lanzadas por su arco. Un disparo con precisión milimétrica y velocidad en un abrir y cerrar de ojos.

Quizás, la habilidad le resultó fácil a Legolas porque estaba acostumbrado, Aragorn se preguntó, tal vez en algún lejano paso del tiempo, más allá de los dos mil años inalcanzables para la edad humana.

Aragorn imaginó a Legolas perfeccionando sus habilidades de tiro con arco en las profundidades del desierto del Bosque Negro. Disparando flechas miles de veces. Hasta que la cantidad para él pierda su sentido. Legolas abrazó su arco hasta que se convirtió en parte de su alma y cuidó sus flechas como lo haría con sus propias manos.

Y es cierto, el arco y la flecha son ahora el corazón y el núcleo de su alma.

Aragorn estaba un poco celoso de ese hecho. ¿Hay algo que pueda captar la atención de un arquero además de su arma? ¿Aragorn tiene que competir con objetos inanimados para llamar su atención?

Esta idea era un poco ridícula y se sintió avergonzado.

Entonces, centró sus pensamientos en otra cosa. Quizás admirar los intrincados grabados del arco de Legolas era tan interesante como las plumas en las puntas de las flechas. Nunca quiso decirlo abiertamente. Pero siempre disfrutó del zumbido de las flechas de Legolas cuando cortaban el aire. Podía distinguir su voz entre el estruendo de la batalla que se producía en el repentino choque cuando se encontraron con el grupo de Orcos.

El silbido de las flechas de Legolas era su ritmo favorito.

Legolas con un carcaj de flechas en la espalda y arco largo en mano eran una unidad inseparable. No podía imaginarse a Legolas sin arco y flechas.

Aragorn quedó atónito cuando esa tarde ambos tuvieron la oportunidad de bañarse en el lago. Vio a Legolas quitar su aljaba de flechas, junto con su arco. No podía apartar la mirada.

—¿Qué pasa? —Legolas notó su intensa mirada, mientras ambos salían del lago y en el proceso se volvían a poner la ropa.

Aragorn sintió que su rostro se calentaba al ser sorprendido mirando. Pero fue franco. —Se siente extraño verte sin tu arco y tu carcaj de flechas en la espalda. Se han convertido en parte de ti.

Legolas se rio. —De hecho, son la esencia de mi alma. —El arquero admitió y el corazón de Aragorn se hundió ligeramente.

Cuando Aragorn se volvió de nuevo, encontró el arco en el regazo del arquero. Nuevamente, quedó atónito al ver la forma en que las manos del arquero acariciaban su arco. Los dedos doblados se mueven lentamente desde el centro hasta la punta.

Aragorn tragó saliva. —¿Alguna vez...? —La pregunta le vino de repente—. ¿Alguna vez tu puntería se ha desviado?

Legolas no respondió de inmediato y una extraña expresión apareció en su hermoso rostro, sorprendiendo a Aragorn.