‧₊˚✧ Eres mío ‧ Knowmin ⊰

Capítulo 2

Una vez ya en el ascensor marque el número del piso donde se encontraba la oficina de Minho. Minutos después el timbre del ascensor avisó que ya había llegado a mi destino.

Salí del ascensor y me dirigí a la puerta donde toque una vez y escuche un "Adelante" de Minho así que sin más entré. Minho se sorprendió de verme entrar a su oficina, en su rostro se dibujó una sonrisita de conejito pero a los segundos cambió su sonrisa por un semblante serio.

–Señor Lee, le envían estos documentos.– le dije mientras me acercaba.

Camine con coquetería hasta llegar al escritorio dónde me senté muy cerca de mi alfa serio. Minho tomó los documentos y los echó a un lado y centró su atención en mí.

–¿Qué haces aquí?– me pregunto viéndome fijamente.

Sonreí con inocencia mientras tomaba su corbata y me acercaba a su oreja donde le susurre.

–Vine a visitar a mi único alfa, el cual por cierto no me dio mi besito de despedida.– le dije mientras le mordía el cartílago de su oreja.

Minho se levantó y me enfrentó posando sus manos a cada lado del escritorio.

–No estoy de humor Seungmin.– me dijo con su ceño fruncido.

Sentí un cosquilleo al verlo tan serio e imponente con su aroma tan varonil, sentía como poco a poco empezaba a salir lubricante de mi parte trasera.

–Lo sé, me prende cuando te pones celoso.– le dije llevando mis manos a sus mejillas.

Fue inevitable que mi vista fuera a sus labios, así que sin más lo besé mientras abría mis piernas para darle lugar a Minho de acomodarse entre ellas.

Minho me tomó de las caderas para empezar a besarme rudamente como me encantaba, sus dientes chocaban con los míos, nuestras lenguas formaban una pelea de dominación y qué decir de los jadeos que soltaba.

–Eres mío Seungmin.– gruño Minho.

Asentí ante lo dicho por Minho y me confundí cuando me jaló del brazo hasta dejarme en el piso mientras Minho se quitaba el saco para sentarse en la silla.

Entendí cuando él llevó sus manos a desabrocharse el cinturón con desesperación, desabotonando sus pantalones, bajando su cremallera y descubriendo su miembro de la tela de sus bóxers, bajandolos un poco hasta que estuviera completamente libre.

Tomó su polla con una mano y con la otra me tomó y dio pequeños golpes con su glande rojizo en mis labios.

–Quiero que me la chupes.– dijo con su voz ronca y sus ojos rojizos.

Mierda.

Sentía como mi entrada se humedecia por la imagen tan obscena de Minho tan importante, pidiéndome que lo atendiera. Obedeciendo a lo dicho lleve mis labios a su cabeza, baje el prepucio para descubrir completamente su carne delicada, Minho gruño gravemente.

Con mi mano lo tomé de la base de su pene aún suave y comencé a dejar pequeñas lamidas en la piel caliente y después lo metí todo en mi boca, dónde la acune en mi mejillas.

Minho jadeaba de lo excitado que se estaba poniendo, lo sabía porque lo sentía crecer en mi boca, poniéndose duro conforme pasaba el tiempo.

Con mi lengua rodeaba la carne mientras bajaba y hacía pequeñas succiones en la punta que hacían gemir gravemente a Minho. Tenía la seguridad que nadie nos escuchaba ya que los empleados estaban en su hora de descanso.

Pronto Minho comenzó a liberar presemen, lo saque de mi boca para embadurnarlo del líquido y comencé a masturbarme viéndolo fijamente.

–Minhonnie sabes exquisito.– le dije y deje un besito en el glande.