Cosas extrañas pasan aquí

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Are you, are you comin' to the tree?
Where they strung up a man, they say, who murdered three
Strange things did happen here, no stranger would it be
If we met at midnight in the hanging tree
Are you, are you comin' to the tree
Where dead man called out for his love to flee?
Strange things did happen here, no stranger would it be
If we met at midnight in the hanging tree
Are you, are you comin' to the tree
Where I told you to run, so we'd both be free?
Strange things did happen here, no stranger would it be
If we met at midnight in the hanging tree
Are you, are you comin' to the tree
Where necklace of hope, side by side with me?
Strange things did happen here, no stranger would it be
If we met at midnight in the hanging tree
Are you, are you comin' to the tree
Where I told you to run, so we'd both be free?
Strange things did happen here, no stranger would it be
If we met at midnight in the hanging tree
Are you, are you comin' to the tree?
Where they strung up a man, they say, who murdered three
Strange things did happen here, no stranger would it be
If we met at midnight in the hanging tree
Are you, are you comin' to the tree
Where the dead man called out for his love to flee?
Strange things did happen here, no stranger would it be
If we met at midnight in the hanging tree— cantó una señora mientras dejaba de hacer llorar a su bebé.

...

—Arthemis, levanta y ven.— esta vez quien me había levantado era Alby.

Era tan temprano que las puertas del laberinto aún no estaban abiertas.

—¿Qué pasa?— froté mis manos en mis ojos.

—Ven, vamos a escribir tu nombre en la pared.

Andamos hasta el muro, por la zona donde estaban los muros.

—Ten.— me dio un cuchillo.

Comencé a tallar mi nombre en vertical.

A
R
T
H
E
M
I
S ♡

Y para dejar mi marca pinté un corazón al lado de la S.

—Ya está.— me separé del muro y contemplé mi nombre.

Era el más largo de todos. Mi letra era la más redondita de todas, tenía mejor caligrafía que los demás.

—Gracias Alby.— hablé.

—¿Por qué?

—Me has dado un techo, comida, bebida e incluso has dado la orden de que nadie me pueda tocar para no hacer nada malo, mucha gente me hubiese matado o incluso hacerme cosas peores. Te debo muchas.— finalicé.

—Es cualquier cosa que hubiese hecho una persona decente.— dijo.

—No, es algo que solo haría Alby. A si que gracias— sonreí por un lado.— . Todos aquí sois muy modestos.

Él rió mirando a las cabañas.

—Ven, te enseñaré tu trabajo.

Caminamos hasta una casa hecha con palos. Al entrar solo tenía dos camillas y una mesa donde se ponían los artilugios.

En la cabaña también había dos chicos uno bajo, de pelo rizado castaño y con canas pese a su corta edad y ojos azules. Él otro era moreno, de pelo negro y algo más alto que el anterior.

La cura de algo incurable-NewtDonde viven las historias. Descúbrelo ahora