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–No, yo no voy a ir con usted–dije limpiandome unas cuantas lagrimas de las mejillas

–oh cariño yo queria hacerlo por las buenas pero creo que tu prefieres que sea a las malas–dicho esto, se empezo a acercar a mi, es cuando empece a retroceder hasta chocar contra la pared, senti sus manos en mi cintura y me cargo como si fuera un saco de patatas.

–Bajame, bajame, por favor. No me puede obligar a irme con usted– empeze a patearle el pecho pero ni haci me solto.

Llegamos a una camioneta enorme, se trata de un Cadillac negro

–Tranquila mi amor, ya nos vamos a casita– dijo Tom con una sonrisa burlona, ya no le conteste mas, el no me iba a dejar ir, solo me quedaba llorar. Empece a ver el paisaje de donde sea que me este llevando, eran edificios enormes con jardin, garage llenos de autos deportivos, camionetas y Jeep, cuando se detuvo en un garage como con 10 autos, salio del auto y me abrio la puerta

–¡Bienvenida a tu nueva casa!– me dijo con una sonrisa

–Y...yo no quiero estar aqui–

–Pues te aguantas linda porque desde ahora eres mia, y de aqui solo sales muerta.–

–¡Pues yo no me bajo de aqui!–dije retandololo

–Ahhh no?–

–No–dije segura de mi misma yo no me adentraría ahí. No dijo ni una sola palabra y comenzo a jalonearme de las muñecas, para obligarme a salir del auto, el obviamente tiene mas fuerza que yo y no pude resistir mas

–Ya vez que si nena–

Me adentro a la casa y definitivamente es muy lujosa, es una casa de dos plantas, en la primera planta, por lo que veia, esta la sala de estar, un pasillo donde supongo que esta la cocina, una puerta de madera que creo que es un despacho, la casa es de color blanco, todo esta ordenado para que tuviera un aspecto elegante, al alzar la mirada veo que hay un candelabro de cristales en el techo

–Ven a aca, te voy a mostrar tu habitacion– Como se lo podia tomar tan a la ligera, me acaba de comprar, me trajo a su casa sin mi permiso

–¡No ire a ningun lado!– espete de manera furiosa lo unico que queria era salir de este maldito lugar

–Vale, e sido muy suave contigo, ipero tendras que ir a donde yo te diga Gianna, Soy Tom Kaulitz el mas temido de toda Alemania, y no se si ya viste lo que hago con las personas que me sacan de quizio pero si no lo sabes te lo digo ¡DEGOLLO ALA MALDITA GENTE QUE ME DESOBEDECE, LES DISPARO EN LA PUTA CABEZA, LOS MATO!, ¿Eso quieres para ti?– espeto con una cara de enojo, este hombre esta loco, me va a matar, pero pefiero eso antes que obedecerle

–Vamos ya al cuarto, no puedo estar perdiendo mas tiempo. Pronto te acostumbraras a esto– dijo jalandome de la mano con mucha fuerza que estoy segura que en mi pobre brazo quedara una marca

–Po....por favor Tom de....dejame ir, yo.. yo no quiero estar aqui– balbucee con lagrimas brotandome de los ojos

–Tranquila, solo obedeceme y no te pasara nada malo–dijo antes que la puerta de su mansion sea abierta y despues cerrada de un gran portazo

–Tom, que le haces a esta chica, ya dejala–dijo un chico pelinegro, con un piercing en la ceja y vestido completamente de negro, hasta aqui podia sentir el olor a alcohol que tenia, este si que estaba muy ebrio

–No te metas en esto Bill, y menos si estas ebrio. Por cierto en donde carajos estabas, la puta que tienes en tu cuarto le armo un escandalo a tu esposa despues de que viniera de su viaje de Londres y pues como era de esperarse dijo que se largaba para siempre, por que no la respetas– dijo con una sonrisa el la boca, al loco este si que le gustaba como ese tal Bill sufría.

𝑴𝒊𝒏𝒆, 𝑱𝒖𝒔𝒕 𝑴𝒊𝒏𝒆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora