𝑴𝒊𝒏𝒆, 𝑱𝒖𝒔𝒕 𝑴𝒊𝒏𝒆

5

Bajo perezosamente las escaleras. Si, si y si, desde que estoy en esta casa todo me da pereza.
Ahogue un grito cuando, apareció de la nada
–Señorita, el señor....–la chica del servicio dejo de hablar cuando le hice una seña con la mano –¿Que le pasa señorita?–dijo preocupada, tenia la mano en el corazón, gran susto que me ha pegado esta chica

–No te preocupes, solo me has asustado no te vi venir– le dije sonriendo levemente

–Lo siento tanto–dijo con las mejillas sonrrojada de la vergüenza

–¿Bueno, que me decías?– espete para cambiar de tema ya que la pobre estaba muy avergonzada

–Oh cierto, el señor Kaulitz me mando a decirle que la espera en el comedor para desayunar– ¡Santa mierda! Pues no este imbecil ya se debió ir al trabajo

–¿El señor, no se ha ido aún? Tengo entendido que el se va a su trabajo a las 8:00 am y ya son las 10:00 am – que le pasa a este, el siempre es puntual, maldita sea ya no podre desayunar en paz, siempre espero a que el se vaya al trabajo para bajar a desayunar, pero creo que esta vez no pude cumplir mi plan.

–Si, ese es su horario laboral, pero desde las 8:00 am a estado en la mesa esperando a que usted bajé–

–Esta bien– y con eso dicho me fui directo al comedor

–Hasta que al fin la bella durmiente se digno a bajar a desayunar– dijo Tom viéndome fijamente

–¿Que es lo que quieres Tom?–espete de mala manera

–Necesito, que te pruebes el vestido, los zapatos, ver si estas de acuerdo con tu estilista, tu masajista y todo lo demas para mañana‐ a este hombre si que le encanta arruinarme el día, ya se me había olvidado lo de la fucking boda

–Haste cargo de eso tu, no tengo ganas de perder mi tiempo en algo que no me beneficia en nada– dije viendo lo que estaba servido en mi plato, que consistía en.... ¡Puta madre acaso esto es Cabiar! Pero que puto asco, no se me antoja, yo no como eso ni muerta

–¡Joder Gianna! Eres mi jodida futura esposa, te tienes que hacer cargo de eso, sabes lo que darían otras mujeres por estar en tu lugar, se volverían locas de solo ver el presupuesto que tienes para tu vestido y todas esas cosas de mujeres pero ¡puta madre! Ni siquiera has visto tu puto vestido ¡al carajo!– se que sonará tonto esto, pero... no le preste atención a nada de lo que dijo Tom, simplemente estaba pensado en como pedirle a la chica del servicio que se lleve esto, y me traiga unos macarrones con mucho queso y un licuado de plátano

–¡Me estas escuchando Gianna!–Rugio Tom al ver que no le prestaba atención, voltee rápidamente  y no tenía ni idea de lo que me estaba diciendo

–¿Ehhh?- dije perdida, pero al ver su cara de enojo, escupi lo primero que se me vino a la mente –Si, si yo me haré cargo de eso– vi su cara de conformismo y me senti aliviada al ver que ya no se enojaria, Dios santo no se en donde quedaría si este hombre pierde los estribos conmigo.... o bueno tal vez si, terminaría con una bala en la cabeza o encontrada muerta en un puente por estrangulamiento

Así que al fin tome valor y grite de la manera más educada posible – Melissa–

A los pocos segundos esta contesto– Si señorita ¿se le ofrece algo más?

–Emmm... podrias llevarte esto–dije apuntado el cabiar– y me traes unos macarrones con mucho queso y también un licuado de plátano por favor– dije con una sonrisa

–Claro que si, señorita en un momento– dijo llendose a la cocina.

–¿Que?¿No te gusta el cabiar?¿o más bien no sabes comerlo?– dijo Tom son una media sonrisa