Names on the skin {Deathduo}

-Names 2-

Un pequeño niño de 7 años lloraba en su cama, tapado con las cobijas mientras abrazaba a su pequeño peluche de oso. Sus padres se encontraban en la sala discutiendo. Missa no podía entender la razón. Detrás de la discusión de sus padres se hallaba una infidelidad que acabaría pronto con la felicidad de la familia. Cuando el sonido de la puerta abriéndose de hizo presente en la habitación, Missa gritó que no quería ver a nadie, que se fueran.

La persona no le hizo caso y se sentó en la cama junto a Missa — Pequeño llorón — era Iván, el hermano mayor de Missael. Movió las cobijas y se metió debajo de estas con su hermano — No vale la pena que llores

A pesar de sus jóvenes 11 años, Iván era muy maduro, sabía perfectamente que la relación entre sus padres pendía de un hilo, un fino hilo de seda, y que lo único que obligaba a Vegetta a no romperlo eran ellos dos, sus hijos. Pero Missa aún era joven, era un niño que apenas si sabía algo sobre el mundo y su crueldad, era deber de Spreen proteger a su hermano.

—¿Por qué papá y mamá discuten? — preguntó Missa aún sin levantar la vista

Spreen suspiró y acarició la cabeza de su hermano menor — Son cosas que hacen los adultos. Nosotros no tenemos nada que ver con eso

—No me gusta que lo hagan — respondió apretando con fuerza a su peluche

— A mi tampoco me gusta

Spreen observó la habitación y tomó la pequeña guitarra que tenía Missael. Le quitó, a la fuerza, las cobijas de arriba a su hermano y se sentó junto a este

Después de aclararse la garganta empezó a tocar unos acordes que su tío Alexby les había enseñado a ambos — Conoces esta canción — dijo y empezó a tocar una melodía que Missa conocía

El pequeño se limpió las lágrimas y se sentó al borde de la cama, dejando caer sus piecitos descalzos. Poco después de unos acordes, Spreen empezó a cantar — Donde se unen viento y mar
Un río lleva mil memorias que hay
Duerman ya y en calma estén
Pues él conserva lo que fue

Missa sonrió y le siguió la letra a su hermano— En sus aguas hay verdad
Y a tus dudas te responderá
Su voz honda buscarás
Si lejos vas será el final

Después ambos niños empezaron a cantar a coro — A quién escuche cantará
Y en su canción la magia va
Mas di si puedes soportar
Y enfrentar qué ha de revelar

Donde se unen viento y mar
Una madre mil memorias trae
A tu hogar has de volver
Es donde está lo que se fue

Al terminar la canción, Missa abrazó a su hermano con una sonrisa — Gracias, hermano. Siempre sabes cómo hacerme sentir mejor

— Es mi papel ¿No? Renacuajo llorón — desordenó con fuerza el cabello de Missa haciéndole reír

Ambos niños se recostaron en la cama. Los gritos habían cesado, la discusión había acabado cuando oyeron la puerta principal ser cerrada con fuerza.

Missa miró al techo —¿Que es el amor, Iván?

Ivan miró a su hermano con confusión — ¿Por qué preguntas eso ahora?

— No lo sé. ¿Por qué tengo en mi brazo el nombre de alguien que no es el mío?

Ivan suspiró — Eso sí lo sé. Papá me contó que es el nombre de tú alma gemela. La persona que está destinada a estar contigo toda la vida o... Algo así...