¡He transmigrado!

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Shen Yuan miró a su alrededor: parecía que estaba flotando en un vacío virtual, tan oscuro que no podía ver su mano ante él, la voz viniendo desde todas las direcciones.

[Bienvenido al Sistema. Este sistema funciona de acuerdo con el concepto de diseño "Hágalo usted mismo, si no puede, no hable". Esperamos brindarle la mejor experiencia posible. Es nuestro sincero deseo que, durante su experiencia, usted pueda cumplir su voluntad y, de acuerdo con sus deseos, transformar una obra estúpida en un clásico de alta calidad, magnífico y de primera clase. Este sistema espera que disfrute su estadía.]

—¿¡A-Yuan..!? A-Yuan, ¿puedes oírme? —En medio del vértigo, Shen Yuan escucha la voz desesperada de un niño. Intentó abrir los ojos y ordenar su mente a la velocidad de la luz, pero cuando abrió sus ojos, quedó perplejo ante la vista.

Se sentó lentamente y notó que no está en un hospital ni en su departamento. Estaba en el piso de alguna calle, a pocos metros de él había lodo y algunos charcos. Giró la cabeza incrédulo y vio que todo parece tan irreal.

Sin embargo, no es tan estúpido para decir "¿He reencarnado?". O el típico, "que buen set han montado, pero no es suficiente para engañarme".

—¡A-Yuan! ¿Te sientes mal o te duele en algún lado? ¡Sabía que unos cuantos golpes a esas ratas no era suficiente! ¡Debí sacarles un diente a todos! —gritaba el niño a lado de Shen Yuan, él lo miró y casi gritó por el parecido a su yo ¿muerto? Tal vez lo esté porque ha leído demasiadas novelas de transmigración y sabe que es un requisito.

—Yo... ¿en dónde estoy? —preguntó fingiendo demencia, mirando hacia ese niño con la cara arrugada como una pasa.

—¡Tu-! ¡Iré a seguir golpeando a esos mocosos! —dijo y salió como alma que lleva el Diablo del callejón en donde se encontraban.

Shen Yuan miró otra vez a su alrededor y allí se encontraba otro niño, un poco más alto que el anterior, mirándolo fijamente en busca de alguna herida externa.

—Estoy bien —dijo. La sobrecarga de información fue demasiada; trató de levantarse. Al ver esto, el niño se estiró con rapidez para agarrar su mano y espalda, dejándolo en pie junto a él.—. ¿Quién eres?

—Y...yo, ¿te golpearon en la cabeza..? Estoy seguro de que revisé y no noté ningún golpe ahí... —murmuró con miedo y su delgada cara se puso pálida. Shen Yuan no sabía qué hacer, una cosa era pelear con desconocidos en internet y otra, lidiar con niños asustados.

—No sé quién eres, no te recuerdo —dijo, porque era la único que podía hacer sin los recuerdos de ese pequeño cuerpo.

—¡Ah! Si lo dices así, pareces Xiao-Jiu... —suspiró, agachándose frente a Shen Yuan y tomando sus manos—. Soy Yue Qi, o Qi-ge, A-Yuan... —miró la cara de Shen Yuan y sonrió.

Qi, ¿¡QUÉ!? La cabeza de Shen Yuan empezó a trabajar a toda máquina, tratando de recordar en dónde había escuchado ese nombre y cuando lo recordó, casi le dio algo.

Estaba en PDIW.

—¿Qi-ge? —dijo antes caer sobre su trasero. Yue Qi no esperó ese movimiento y fue lento al momento de intentar agarrar a Shen Yuan.

Momento, si este es el Qi-ge mencionado en la obra original, ¿podría conocer a Shen Qingqiu? Pero, ¿por qué Shen Qingqiu visitaría estos lugares? ¿Tal vez este niño es el amigo perdido de Shen Qingqiu?

—¡A-Yuan! ¿Te sientes mal? ¿Debería buscar ayuda?

Tch, niño, si nadie te ayudó cuando el dueño original murió, peor ahora.

¡Shen-gege merece un final feliz!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora