VI - La película

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Cati golpeó su frente contra su banca, quería salir lo antes posible de aquel infierno que se hacía llamar escuela.

¿Por qué debemos venir? ¿Eso de que me sirve? se preguntaba a sí misma. Echó su cabeza hacia atrás soltando un pesado suspiro.

Lukas que estaba en una banca detrás de ella, notó su inquietud así que alzó su brazo y acarició suavemente el pelo de la castaña.

Esta le dió una mirada desesperada y él le dió una sonrisa ladina.

— Ya sé que quieres irte a casa, ya casi salimos, solo espera.

— Necesito dormir, eso quiero.

— Solo mantén la calma, mocosa.

Le golpeó la frente con su dedo y Cati frunció el ceño. El chico se burló y pasó su mano por la barbilla de la chica tocándola con suavidad.

Ella sintió un hormigueo en su estómago por la acción del chico, ¿por qué le pasaba esto?, se volteó y miró la pizarra tratando de olvidar aquello que le puso de ese modo.

[...]

Una vez en casa, la castaña estaba preocupada por el hecho de que su hermana no vino a recogerla. Temía que le hubiera pasado algo. Claro que, no llegó a casa sola, vino acompañada por sus amigos.

Cati entró a la cocina, mientras encontraba a su madre allí, con su padre a su lado cocinando la cena.

— Mamá — la llamó, ocasionando que la mujer volteara a verla— ¿Sabes algo de Emma?

— Se quedó hasta tarde en la escuela terminando un proyecto, pero estoy segura que está por volver. No te preocupes, cariño —le dedicó una sonrisa cargada de cariño, llevando su mano hasta colocarla en la mejilla de Cati, quien sonrió.

La adolescente dio dos palmadas en la mesada, asintiendo.

—De acuerdo.

Se alejo de allí, y cuando estaba por dirigirse a su habitación, pasando por la sala, sintió un impacto suave en su rostro que agitó su cabello, desordenándolo y ocasionando que varios mechones rebeldes ahora cayeran sobre su rostro.

Cati bufó y levanto el muñeco de peluche del suelo, sabiendo que este pertenecía a Hugo, su hermano pequeño, para luego voltear hacia donde los chicos se encontraban.

Alex, Lukas, Max y Allisson se encontraban ahí, viendo un partido de fútbol y comentándolo, pero ahora mismo estaban observando el rostro molesto de la chica, con sonrisas divertidas en sus rostros.

— Se dan cuenta lo molestos que son, ¿verdad? —preguntó.

Lukas sonrió— Debo admitir que te queda mucho mejor el cabello así.

— Oh, ¿crees que es gracioso? —tomó fuerza en su brazo derecho y arrojo el peluche contra el rostro de Lukas, quien trato de cubrirse, pero fue demasiado tarde.

Allisson le hizo señas de que se sentará con ellos, por lo que la chica simplemente cedió solo por ser pedido de su mejor amiga. Cati caminó, y se dejó caer en la esquina del sofá, a un lado del mayor, Max.

Tanto Cati como Allisson clavaron sus ojos en el televisor, intentando entender por dónde iba todo el tema del fútbol. De un momento a otro, Cati sintió un cosquilleo en la parte baja de sus piernas, llegando a sus pies, por lo que frunció el ceño y bajo la mirada.

Lukas, quien estaba sentado en el suelo, estaba jugando con la tela suelta de dónde acababa su pantalón, sin darse cuenta y rozando la yema de sus dedos con la piel de la contraria, mientras seguía concentrado en el juego.

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⏰ Última actualización: Dec 28, 2023 ⏰

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Bailando a la luz de la luna - Lukas UrkijoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora