Narrador: Venus.
Había concretado mi vuelta alrededor del sol, finalmente encontrándome con los demás planetas rocosos, aunque el único que faltaba era Mercurio. Eso sí era algo raro, ya que siempre me encontraba con el al finalizar mi vuelta.
— ¿Esos son tus amigos? — Dijo Neith, el cual se encontraba detrás de mi, supongo que sentía vergüenza o algo de temor por conocer al resto. Después de todo, apenas sabía de su propia existencia, le costaría adaptarse a otros planetas o lunas, en especial si estos son demasiado ruidosos.
— No te preocupes Neith, puedes quedarte detrás de mi hasta que te sientas listo. — Le dije a la luna para que se sintiera segura, y claro, iba a cumplir con eso de mantenerlo oculto. Sé que esos idiotas pueden ser muy ruidosos cuando se trata de conocer a alguien, y lo único que harán será asustar a Neith, algo que en definitiva evitaré.
En cuanto ya estuve más serca de los demás, estos no tardaron en lazarse hacía mi saludandome luego de mi partida. Yo trataba de que no hicieran mucho ruido sin la necesidad de gritarles, ya que obviamente terminaría haciendo un escándalo yo y terminaría asustando a mi luna de igual forma, no quería eso para Neith.
— ¿Estás bien Venus? Andas menos quejumbroso de lo usual. — Habló Marte mirandone confundido por como actuaba. Yo de inmediato tuve que asentir para que no sospechara, pero creo que eso solo hizo que los demás me miraran más raro aún.
— Ay, estoy bien ¿Si? No sé porque les preocupa que no esté gritando o hablando con más fuerza... — Ví como ellos se miraron entre si en cuanto me oyeron. Creo que ya la cagué increíblemente.
— Oww, vamos Venus, sabemos cuando te comportas raro ¿Qué es lo que escondes? — Habló la tierra con una sonrisa que mostraba su interés por mi comportamiento. Definitivamente la cagué en grande.
Solté un pesado suspiro antes de poder hablar con ese par y sus lunas que estaban de espectadoras, como hacían siempre.
— Bueno, verán, cuando me fui a dar la vuelta al Sol, algo sucedió. — Empezaba a contar de forma calmada, Neith que estaba a mis espaldas prestó atención cuando se dió cuenta que iba a hablar sobre si mismo.
— Cuenta, cuenta. — Habló nuevamente la Tierra, yo simplemente seguí algo molesto por su comportamiento.
— En eso estoy... El caso es que algo entró a mi órbita de la nada... Y bueno... podría decirse que ahora tengo una luna o algo así... — Terminé de hablar y tanto los planetas como las lunas quedaron sorprendidos, respondiendo a lo que dije con un "qué" al unísono.
Me di la vuelta hacia atrás para ver a Neith. — Puedes Presentarte si quieres, no te obligo a nada. — Hablé tratando de no ponerle nerviosa. Neith solo asintió y se puso al frente, a lo que yo hice lo mismo rotando en mi propio eje.
Los demás se sorprendieron más de lo que ya estaban en cuanto vieron a mi satélite, este último solo les sonrió y se presentó.
— Hola... Soy Neith. — Dijo, yo me mantuve serca para que no se sintiera tan avergonzado.
Narrador: Normal.
Los planetas y satélites quedaron impactados al ver a la nueva luna de Venus. Nunca se esperaron que Venus podría llegar a tener una luna, en especial una que parecía ser más amigable que el propio Venus.
— ¡Wow! ¡A mis terribolas les volará la cabeza! — Habló la Tierra con una gran sonrisa en su rostro. Neith solo miró confundida a lo que el más grande dijo ¿Qué era un terribola?
— Ni se te ocurra enviar a tus apestosos terribolas a Neith... — Dijo Venus, Tierra solo se mostró algo asustado por la mirada de Venus.
— Esto es genial Venus, aunque ¿Sabes como tratarla siquiera? Tu sabes, no eres el mejor para llevarte con los d- — Marte no pudo terminar de hablar, puesto a que Venus lo interrumpió.
— ¡Claro que puedo! Ni que fuese un monstruo o algo así. Yo puedo con esto. — Habló mostrando una expresión de ofendido por como Marte dudo de él.
— Igual si quieres puedes preguntarme a mi de vez en cuando, siendo que es tu primera vez teniendo una luna. — Dijo Marte.
— Si, si, como sea. — Refunfuñó Venus, volteando sus ojos hacía otro lado.
En cuanto Neith, estaba hablando con Tierra y los satélites que se encontraban allí.
— Wow, nunca me imaginé a Venus con una luna, eso sí es nuevo... Ah, y por cierto, soy Luna. — Habló de forma amable la luna perteneciente a la tierra. — Es extraño... Pareces ser del mismo tamaño que ceres, solo que algo más grande. — Continuó luna mirando con curiosidad a la luna de Venus.
— ¿Quién es Ceres? — Preguntó curiosa la luna de Venus. — Y hola Luna. — Mostró una sonrisa agradable. Le estaba agradando este nuevo ambiente.
— Es un loquito que lanza asteroides, por cierto, soy Tierra. Y esos asteroides de allí son Fobos y Deimos. — Dijo Tierra soltando una leve risa por haberlos llamado así.
— ¡Oye! ¡Somos lunas! — Gritó Deimos.
— ¡Sí! ¡Mejor cuida tus palabras! — Culminó Fobos mostrando su descontento por como le llamó el planeta con vida.
Neith miró con curiosidad a esas dos lunas, les recordaba tanto a...
— ¡Oh! ¡Es cierto! — Gritó Neith, haciendo que todos lo presentes prestaran atención al satélite.
— ¿Ocurre algo Neith? — Venus se hacercó de inmediato a donde estaba su satélite, preocupado porque ahora se lo notaba muy angustiado.
La luna se hacercó a Venus y comenzó a lagrimear de la nada, los demás se miraron entre ellos sin entender por qué tuvo esa reacción.
— Oye, no esté tite. — Mencionó Fobos al ver a Neith llorar.
— ¡Si! Venus es algo feo, pero te acostumbras. — Dijo intentando calmar a la luna.
Venus en cuanto oyó lo que esos dos dijeron, los miró con clara molestia, haciendo que fueran rápidamente con Marte por seguridad.
— No es eso... — Neith paró de llorar y miró nuevamente a Venus. — Es que... Perdí a unos amigos...
— ¿Tienes amigos? Podría ayudarte a encontrarlos si es lo que quieres. — Habló Venus con una sonrisa, algo que dejó sorprendidos pero conmovidos a los presentes.
— JAJA, Venus se volvió cariñoso por una luna. — Dijó la tierra entre risas.
— ¡Cállate idiota! — Gritó el planeta de gases tóxicos claramente molesto por lo que la tierra dijo.
Y continuarían discutiendo, de no ser que Mercurio se acercaría gritando a toda velocidad.
— ¡Chicos! ¡Ayuda! ¡Unos meteoritos me persiguen! — Pasó Mercurio llendo a toda velocidad junto a unos pequeños cuerpos celestes iban detrás.
CONTINUARÁ...
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Proyecto Neith
FanfictionVenus y Mercurio nunca supieron lo que se siente tener una luna, nisiquiera en los inicios de su creación han tenido una compañera con la cual hablar. El planeta anaranjado sólo había charlado con Mercurio una gran mayoría del tiempo solo para moles...