"Dolor" es lo único que conoce hasta ahora el joven Takemichi o X-19151, solo tiene recuerdos vagos de un vecindario, un niño y unos señores que a ninguno reconoce el rostro... Solo conoce el dolor que le proporciona los doctores y enfermeros, conoc...
Blanco... Blanco puro, como la nieve, antes esa nieve era la sensación de vispera de navida y regalos de Santa; la nieve es pura como aquellos recuerdos pero ahora esa pureza entra ligeramente a su cuarto descuidado, todo el tiempo hay gente viéndolo como si un animal en jaula se tratara.
Hoy es el día número 24 en el 3° piso, sobrevivir tanto tiempo en este lugar lo a llevado a la locura poco a poco. Casi puede decir que no recuerda el color del sol, apenas puede recordar la cara de su querida madre y los días desde que empezó su tortura.
El frío entra por su cuerpo desnudo, solo rodeado por vendas y gazas... su piel se adorna por colores morados, verdes y amarillos opacos, contrastan muy bien con las heridas expuestas en su piel blanca como la nieve pura, que entra por esa pequeña rendija de aire exterior.
Takemichi: –observa la nieve y la toca con las manos– se siente tan fría...
Su cuerpo siente como es quemado por el frío del blanco puro, su habitación es muy callada en estos momentos; tanto como si hubiera muerto. Hasta que escucha la puerta de metal abrirse con ese molesto ruido de una voz sucia, tan clara y descarada que aturde sus oídos.
Dr.Yamato: ¡Mi Zafiro! Otro día que amaneciste vivo, que alegría seguir viendo tus bellas facciones –se acerca y nota la nieve–
Takemichi: Larguese de aquí... –vocifera con odio mientras juega con la nieve–
Dr.Yamato: Esa no es la manera de referirte a tu maestro X-19151, ¿Ácaso no quieres poder salir? –se acerca y lo toma del cabello para empezar arratrarlo–
Takemichi: ¡AAAAAAAH! ¡SUELTEME, POR FAVOR MAESTRO YAMATO! –empieza a llorar–
Dr.Yamato: Entonces... ¿Ya vas a hacer obediente mi lindo Zafiro? –lo sigue arrastrando y lo lanza a una pared–
Takemichi: ¡SI MAESTRO YAMATO! ¡PERDONEME, POR FAVOR! –se hace bolita por el dolor del golpe–
Dr.Yamato: Así me gusta X-19151, ahora levántate que ya tienes permitido salir –sonríe de oreja a oreja mientras lo ve en el suelo–
Takemichi: Si señor, solo un momento, por favor –intentando levantarse con cuidado–
Dr.Yamato: muévete y ponte la bata, no quiero que nadie vea tu lindo cuerpo ahorita –se queda en la puerta mirándolo–
Takemichi: –asiente y se arrastra con cuidado por su bata–
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El pasillo es blanco, sumamente limpio pero aún así se siente manchado, un blanco manchado por memorias... Aunque comparado a los pisos de abajo es muy silencioso; se pueden escuchar los gritos de desconocidos de personas externas que agonizan y piden la muerte.
Dr.Yamato: Ahí están los demás, después vas a volver con los guardias; pórtate bien –sigue caminando de largo–
¿Entro?, ¿Me quedo aquí esperando a que me devuelvan a mi jaula?, ¿Quienes serán los demás?, ¿Son más grandes que yo?; muchas preguntas llenaban la mente del pequeño pelinegro que estaba en la puerta.
