About You || Freenbecky

𝙸𝙸. 𝚈𝚘𝚞

Freen

Si pudiera describir a Becky Armstrong en una palabra, definitivamente no me alcanzaría solo una, porque ella es el principio y el fin, es un arcoiris luego de la tormenta, un café caliente en la mañana, Becky es etéreo, mi serendipia.

La primera vez que la ví, estaba iniciando mis 20. Fue de casualidad cuando perdí una apuesta contra mi amiga Irin, y de castigo debía llevar sus libros a la biblioteca. Ahí estaba ella.

Con sus anteojos cayendo por el puente de su nariz, sumamente concentrada, a la par de la ventana y el sol pegando con su rostro, tan delicado, que parecía de porcelana, tan frágil que pensé que un solo roce haría que se rompiera.

Me tomó unas dos semanas reunir el valor de hablarle, excusándome en una tarea, lo que me dio la oportunidad perfecta de no parecer una acosadora. ¿Y si pensaba lo peor de mi? ¿Y si no le agradaba? Al final no importaba nada de eso sin antes haberlo intentado. Resultó un éxito, y de cerca era aún mas preciosa de lo que ya parecía.

Al principio era complicado tener tiempo a solas con Becky, ya que por alguna razón siempre me encontraba con algun conocido en la universidad, así que se me ocurrió que si en la universidad no podíamos vernos, lo mejor sería frecuentarnos fuera de ella.

Mi círculo de amigos sabían de ella. Nadie se preguntó el porque de mi repentino cambio de gusto por las chicas, yo tampoco me lo cuestioné, no tenía caso el pensar en porque un día escuchaba rock y al siguiente música clásica, el cambio es algo natural en las personas.

Traté de incluirla en mi itinerario cotidiano, pero el deporte definivamente no era lo suyo, y las fiestas tampoco, pero poco a poco lograba buscar excusas del porque debería estar ahí por mi, por el simple hecho de compartir el mismo espacio.

Becky siempre me recordaba lo diferente que eramos, sin embargo, traté de no darle muchas vueltas a ese hecho. No me importaba que nuestros mundos parecieran lejanos, yo hubiera sido capaz de dejar el mío para estar siempre con ella.

Becky no fue mi primer pareja, pero definitivamente si fue mi amor más sincero, y el último que deseaba tener. Pero el inicio de los 20 siempre es incierto y nada debe ser dado por hecho, nuestro error.

Amaba a su familia como si fuese mía, los fines de semana familiares a los que siempre fui incluida. Las navidades y los besos bajo el muérdago, los recuerdo perfectamente.

No olvido nuestra primera vez sellando nuestro amor, siendo el crepúsculo que adornaba el atardecer, el cómplice espectador.

A veces sabes que vas a estrellarte, pero lo ignoras y aceleras.

Y es que, Becky fue tan efímera en mi vida, como lo es ese buen libro que te atrapa y se termina antes de que te des cuenta. Son pocas cosas de las que me arrepiento en mi vida, puesto que ya nada puede cambiar el pasado; sin embargo, Becky es ese lugar al que siempre hubiese querido regresar.

Desde que no está, la extrañé en las cosas mas simples. La extrañé en el tren, la extrañé por las mañanas.

Porque Becky y yo fuimos un bonito cuento de hadas hecho realidad. El problema es que no tuvimos nuestro felices para siempre juntas.

Porque Becky y yo terminamos hace 5 años.