A Near le gusta Mello.

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A Near le gustaba Mello.

Cualquiera que fuera lo suficientemente perspicaz y observador se daría cuenta de eso. Sólo bastaba con ver cómo Near siempre tenía la mirada puesta en Mello. Cómo sus ojitos normalmente apagados parecían brillar e iluminarse al ver al chico rubio, como si estuviera viendo al ser más increíble y hermoso del mundo entero.

Desde que Mello llegó a la casa de Wammy, Near fue atraído irremediablemente hacia él, como una polilla a la luz brillante. Le gustó muchísimo su mirada azulada tan vivaz, su brillante sonrisa, melodiosa voz, su forma de ser tan traviesa y la fortaleza de su carácter.

Todo en Mello le pareció tan fascinante y hermoso que siempre se aseguró de estar junto a él, a pesar de que el otro niño no lo quisiera cerca. Y no era cómo si pudiera culparlo por ese hecho, pues cualquier persona intentaría mantener la distancia con alguien que tuviera como pasatiempo perseguirlo desde muy temprano por la mañana hasta muy tarde por la noche, observando cada uno de sus movimientos y tomando nota de ellos como un acosador. Y no era necesario mencionar que su primer encuentro fue pésimo, un completo desastre; porque al principio confundió a Mello con una niña debido a su bonito rostro de facciones suaves y lindas, también por su figura delgada y llamativa, ganándose así un insulto y un empujón por parte de un furioso Mello que enseñaba sus mejillas ruborizadas al notar la confusión.

Al pasar los meses, Near decidió darle un poco de espacio al niño mayor luego de que Roger le diera una larga y tediosa explicación sobre lo importante que era para una persona tener un momento de paz, a solas y sin que nadie lo molestara. Algo que consideraba injusto porque Roger no le decía lo mismo a las demás personas que siempre rodeaban a Mello como parásitos. De todas maneras, a pesar de no poder caminar junto a él, se volvió un hábito para Near observar al niño de cabello rubio miel y ojos azules desde la distancia, contagiándose de su espíritu vibrante y anotando en el pequeño cuaderno que llevaba escondido entre sus ropas holgadas, cualquier tipo de información sobre él. Ser observador era una cualidad propia de su naturaleza. Definitivamente, él prestaba atención a lo que le interesaba.

Y Mello le interesaba demasiado. Mucho más de lo que cualquiera pudiera imaginar.

Tras sus observaciones, supo que Mello era bastante responsable con sus deberes. Siempre estudiaba muy duro y se esforzaba para lograr ser el mejor, el número uno. No le gustaba que lo interrumpieran mientras estudiaba y mucho menos, desperdiciar el tiempo; por esa razón, era mejor hablarle de forma directa y sin darle tantas vueltas al asunto o él mandaría a callar a quien fuera.

Era un chico muy apasionado e impulsivo y Near adoraba los momentos en donde Mello emanaba un brillo especial al sentirse orgulloso cuando las cosas le salían bien.

¿Existía alguna otra cosa que no le gustaba a Mello? Sí, la rutina.

Mello tenía un problema con la rutina, prácticamente huía de ella y siempre estaba abierto a experimentar cosas nuevas e interesantes.

También sabía cosas que eran bastante obvias y un ejemplo de ello era que a Mello le gustaba mucho el chocolate. Por esa razón, Near siempre se aseguraba de darle una barra de chocolate cada mañana. Al principio Mello lo rechazaba, pero luego comenzó a aceptarlo y a agradecerle a regañadientes después de comprobar que no le haría ninguna extraña petición por ello.

Otra nota importante: Mello era precavido y no confiaba fácilmente en los demás. Near consideraba que estaba logrando un gran avance en su relación con Mello si él aceptaba algo de su parte.

Y gracias a esa cercanía que estaba ganando, Near fue el único en saber que a Mello le gustaban los gatos. Se sentía realmente afortunado, pues era una información que nadie más sabía. Lo vio jugar ocasionalmente con ellos cuando salían de la casa de Wammy a dar un recorrido por la ciudad. Mello se veía realmente hermoso sosteniendo uno entre sus brazos, riendo felizmente mientras el pequeño gato le hacía cosquillas con sus bigotes.

A Near le gusta MelloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora