𝐋𝐢𝐭𝐭𝐥𝐞 𝐒𝐡𝐞𝐞𝐩 "ˆ˜¨ 𝙏𝙚𝙣𝙔𝙖𝙣𝙜 ¨˜ˆ"

𝟔

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                            уυωιη ρσν

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El día de los jóvenes comenzaba como siempre, la dulce mañana despertandolos y los ruidos de los pájaros haciendo presencia. Aquel día parecía ser hermoso, hasta que el teléfono de Sicheng comenzó a sonar.

— ¿Ya desde temprano te joden tus amigos?

— No te incumbe, Yuta. — Sacó los brazos del japonés los cuales se ubicaban en su cintura y tomó su teléfono.

Vio que se trataba del grupo de sus amigos, iban a juntarse en la tarde mientras comían una deliciosa merienda de un café. Quiso unirse, quería unirse pero lamentablemente tenía que quedarse con su novio luego de todo lo que pasó.
Mantener una relación formal y secreta con Nakamoto Yuta era imposible, bueno, imposible para algunos y completamente posible para Sicheng. Su noviazgo era algo que nadie más que la pandilla del japonés y Ten sabían, al ser un polo tan opuesto del otro nadie creería que estarían juntos.

— Sabes... creo que en la tarde me voy con-

— No te vas a ir a ninguna parte, ya bastante tengo con que te hayas ido y ahora quieres volverte a ir. — Las palabras de Yuta se sentían pesadas, cargadas de un enojo de hace tiempo.

— Conste que me fui porque ese no era mi entorno, no soy como tú o como Taeyong ¿Entiendes? — Dió un suspiro con ganas de irse de la habitación, pero cuando puso una mano en el picaporte su muñeca fue tomada.

— Éramos felices, ¿Sabes lo que le dolió a los más pequeños que te hayas ido? ¿Te importó acaso? Siempre fuiste el malo de la relación, alejándote de todos y de todo solamente por un capricho.

— Tú... no sabes nada de lo que estás diciendo, Nakamoto.

— Ya empezamos diciendo los apellidos eh... está bien, Dong Sicheng, no me interesa y volveré a decirlo: Que te hayas ido dejándonos a los chicos y a mi solos en eso fue por mero capricho.

Los ojos de Sicheng comenzaban a aguarse, el nudo en su garganta se hacia más grande y quería sacarlo todo.

— ¡No sabes una mierda de lo que pasó! Me quitaste a Hansol solamente porque estaba cerca mío, ¿Sabías que aún lo extraño? ¿¡Porque lo alejaste de mi!? — Exclamó mientras le ponía frente a uno de los mayores miedos de Sicheng: Pelear con Yuta.

— ¡Yo quería a Hansol! ¡Todos lo hacíamos!

— Mientes... detrás de ese hermoso e idiota rostro se oculta la persona más podrida del planeta.

— ¿Qué dijiste, Sicheng?

— Que detrás de ese rostro ¡Se oculta la persona más podrida del planeta!

Clap.

Bueno, ¿Sonido de cachetada?

La mano de Yuta impactó contra las lindas mejillas de WinWin, haciendo que un lago de lágrimas contenidas se vuelva un mar en desahogo.

— No te entiendo, primero me juras amor eterno y luego te enojas conmigo. Yuta... esto no nos hace bien.— Su voz se escuchó rota entre las lágrimas.

El mayor no sabía cómo reaccionar, había golpeado a su novio...

— Es nuestra culpa.

— Es tú culpa...

— ¡Nuestra!

El chino no hacia más que llorar, quería que acabase pero no con su relación, si no que con esos comportamientos que lo hacían llorar.