2. Una oportunidad para el amor - parte I

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Habían pasado dos meses y Gulf no sabía qué más hacer para dejar de sentirse atraido por su jefe, cuando este era muy atento y le dedicaba hermosas sonrisas que hacían a su corazón sacudirse.

—El señor Suppasit quiere que vayas a su oficina Gulf.— Dijo una de sus compañeras, Janis.

—En seguida voy.— Con cierto nerviosismo, se dirigió a la oficina y tocó la puerta.

—Pasa Gulf.— Habló Mew, quien estaba sentado mirando su computadora en el escritorio.

—Dígame, señor.— Mew quitó la vista de su trabajo y se centró en el joven pelinegro.

—No sé cómo decirlo, por ello seré directo contigo... Me gustas, Gulf, me sentiría honrado si aceptaras salir conmigo.

—Señor, falta mucho para el día de los inocentes.

—No es una broma, Gulf. Mis sentimientos nunca serán una broma.

—Lo siento, no quise que insinuar eso...Es que... Me tomó por sorpresa.

—Lo siento también, supongo que debí seguir el plan de Becky y hacer algo más romántico.

—¿Su hermana sabe de esto?— dijo casi en un grito.

—No podía ocultarle algo tan importante, además esa pequeña bruja sabe todo sin que se lo cuente.

—Ok, yo... No sé qué decir y...

—Por favor, déjame invitarte a salir, dame una oportunidad para conquistarte, y mi propuesta no tiene que interferir con tu trabajo, si no aceptas haré como si nada hubiera pasado, lo prometo.

—Señor Suppasit, usted es muy buen jefe y lo aprecio, pero no puedo aceptar salir con usted.

—¿Por qué? Si hice mal en ser tan directo, puedo hacerlo de una mejor forma...

—No es eso, señor, yo... Tengo un hijo y cuidar de él es mi prioridad, además...— Gulf dudó en decirle si James era hijo de Tharn.

—¿Tienes esposo? ¿Novio?

—No.

—Entonces no veo un impedimento, no es un problema para mí que tengas un hijo.

—No lo entendería, señor.

—Explícame entonces.—Mew se levantó y se sentó al lado de Gulf y tomó ambas manos del joven.— De verdad me gustas, desde hace tiempo yo...

—¡Mew!... ¡Qué bueno verte!...— Tharn había llegado a la oficina sin ser anunciado ni tocar la puerta.

—¿Tharn qué haces aquí?— Preguntó Mew frunciendo el ceño, su primo no tenía nada que hacer allí, ellos habían llegado a un acuerdo y eso incluía no aparecer en la tienda de nuevo.

—Oh, veo que ustedes ya se conocen, espero que hayas dejado atrás el pasado, Gulf.

—¡Lárgate!— Mew odiaba la idea de que Tharn quisiera regresar con Gulf después de tanto tiempo.

—Mew, te recuerdo que aún tengo el 10% de las acciones, así que me aguantas, no me puedes prohibir la entrada.

—¿Quieres que mande todas las pruebas a la policía? Imagino que no, así que regresa por donde viniste.— Pero Tharn no ignoraría el golpe en su rostro y dirigió su mirada a Gulf. 

—Si quieres recordar viejos tiempos llámame, estás más hermoso de lo que recuerdo.

—¡Idiota!...— Mew se abalanzó y lo tomó del cuello arrugando su camisa, mientras lo empujaba hacia la puerta.— No te quiero ver cerca de Gulf, intentas hacerle daño de nuevo y me aseguraré de que pases una feliz Navidad en una celda.

El amor en NavidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora