UN ÚNICO ANHELO

14. Odio.

Yuuji se sentó sobre su cama.

Yuuji: Bien ¿De que hay que hablar?

Sukuna: ¿Como es eso de que la prueba salio negativa?

Yuuji: Pensé que no te importaba.

Sukuna: ¿Como no me va importar? ¿A caso me estas estafando?

Yuuji: Claro que no, a veces las parejas suelen tener algunos problemas al procrear.

Sukuna: Eso es una idiotez, nosotros no somos como las otras parejas.

Yuuji: El doctor dijo que era muy probable  que la próxima vez tuviéramos éxito.

Sukuna: ¿Qué no lo entiendes? ¡No habrá una próxima vez!

Yuuji se empezaba a cansar de la actitud de Sukuna y era muy pronto para confrontar pero tampoco iba a desaprovechar la oportunidad.

Sukuna: ¿Porqué esto me sucede a mi?

Yuuji: Pues yo no tengo mucha suerte, me case contigo y tampoco entiendo porque no quieres intentarlo..

Sukuna: Jamás he querido hacerlo, esa vez yo estaba borracho, ¿no tienes memoria acaso?

Yuuji: Si la tengo pero no funcionó.

Sukuna: No planeo intentar nada contigo.

El mal humor iba en aumento al igual que el sonido de sus voces.

Sukuna: Esto es una maldita pesadilla.

Yuuji: ¡Debes intentarlo, no importa! ¡Tu familia anhela un heredero!

Sukuna: ¡Me importa un carajo lo que ellos quieran, yo no me meteré con alguien a quien no deseo!

Yuuji: ¡Eso ya me quedo claro pero ni tu ni yo tenemos opción!

Sukuna: ¡No formare una familia contigo!

Yuuji: ¡Actúas como un niño malcriado! ¡Ahora estamos casados, puedes hacerlo conmigo! ¡¿porque actúas como un imbécil?!

En un instante la habitación se quedó en silencio por unos segundos que parecieron horas.
Yuuji colocó su mano sobre su mejilla rojiza que ardía demasiado.

Sukuna: ¡No permito que nadie me hable así y no serás la excepción!

Yuuji seguía en shock ante la bofetada que Sukuna le había dado ante su furia.

Sukuna: Nadie va obligarme a nada.

Yuuji reaccionó y lo miró con seriedad.

Yuuji: ¿Porqué no quieres intentarlo conmigo?

Sukuna: Sí tanto insistes con eso entonces obtendrás una respuesta.
Eres un hombre y me asquea el hecho de tener que tocarte y de que tengas a mi desencencia.

Sukuna le puso mala cara al decirle esas palabras y Yuuji sintió esa respuesta como si la bofetada anterior se tratara de un leve rose.
Fue doloroso para él que la persona que amaba le dijera que lo repudiada por su condición, nunca nadie lo había tratado así  y la tristeza inundó sus ojos.

Yuuji: Es una pena que te sientas así y no te preocupes, ya no insistiré en pedirte que lo intentes. Si tu familia pregunta, tu les respondes.

Yuuji salió molesto de la habitación y rápidamente salió del palacio, quería alejarse de ese lugar y choco con alguien a pocos metros de la entrada del palacio.

Yuuji: Disculpe, llevo prisa.

Aun sostenía su mejilla y al ver de quien se trataba la vergüenza se apoderó de él.