Izumi Midoriya, und fotografa de Miami de 26 años, encuentra trabajo en la gran revista "Vouge" tras años de dedicación a la fotografía.
Los primeros meses son tranquilos. Al menos lo mas tranquilos que pueden ser los primeros meses trabajando en...
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(La palabra con un número "(x)" al lado tiene un ejemplo y una explicación al final de la historia)
El viaje de ida y vuelta de un día fue rapido y sín contratiempos. En un abrir y cerrar de ojos, Izumi había regresado a la mansión Todoroki.
Fué nuevamente recibida por Kyoka al llegar. La mujer le enseñó el camino hacia su habitación, mientras otro trabajador llevaba el equipaje de Izumi.
El cuarto que le asignaron es grande y espacioso, con muebles elegantes y un balcón al igual que un baño con bañera y ducha. Una cama grande está pegada a la pared, tiene una base de madera y sábanas y almohadas de color crema junto a algunas fundas de almohada rojo vino y una manta por la parte baja de la cama del mismo color, la cual lleva una bandeja de madera encima con una charcutery board (1) acompañado por una botella de vino rosé. El cuarto tiene un armario grande de madera, con un espejo al lado, el cual es lo suficientemente grande para reflejar el cuerpo entero de Izumi y otros treinta centímetros de aire sobre ella. En la pared contraria a la cama, hay un televisor con un sofá al frente, para así ver la televisión cómodamente desde ambos muebles. El televisor es lo suficientemente grande para ser visto sin problemas desde la cama, así que Izumi se sintió como en el cine cuando se sentó en el sofá y miró hacia la gran pantalla en frente.
Tras explorar el cuarto y acomodarse, decidió ir hacia el balcón de su cuarto, abriendo las puertas de cristal para así salir a este. En una esquina hay una mesita pequeña con dos sillas para sentarse a hablar con alguien, o tomar algo, o simplemente disfrutar del sol, justo como lo hizo la pecosa.
La temperatura es cómoda, de unos 18 grados. El sol brilla suavemente, gracias a las nubes que lo cubren en el momento, aunque aquello no dura mucho, ya que poco después, el sol es destapado y vuelve a lucir sus rallos a su maxima potencia.
Izumi ya está enterada de su rutina para las proximas semanas.
Hoy tiene un día libre, en el cual puede acomodarse y explorar el hogar. Junto a ello, le fue recomendado por el señor Todoroki, que saliera con su hija a cenar, para que así se conozcan mejor. Obviamente, ella aceptó. Quien se negaría a una cena con Shouko Todoroki? Solo un tonto lo haría. Aún así, antes de aceptar le preguntó a la bicolor si estaba de acuerdo, a lo cual la mujer le respondió con una afirmativa y una promesa de recogerla de su cuarto para ir juntas a el restaurante.
Izumi se siente privilegiada. Quien se hubiera imaginado que ella, una fotografa que, honestamente, no es tan conocida, tendría un contrato con una de las modelos más populares y amadas de la última década. Shouko es basicamente una celebridad, y ella tiene la oportunidad de ir a cenar con ella. Es como ganar la lotería. Se lo contará a todas sus amistades y a sus familiares cuando regrese a Miami.
