Mi Esclavo †Modificado Capitulos†

IV

- no tuviste que beber tanto anoche - entrega un sobre de medicamento y un vaso de agua para la resaca.

- ya, ya no me regañes, no eres mi mamá - toma las pastillas con el agua.

- no es mi culpa.

- como sea, ¿Donde están archivos que tenías para mí?

- están a tu lado derecho, ni siquiera los notaste - vuelca los ojos con desagrado - será mejor que empieces.

- ¡Todo eso!

Asiente - y si sigues quejándote no te va a rendir.

Suspira pesadamente - está bien... Siéntate y ayudarme.

Obedece.

(...)

- carajo si hubiese sabido que la unión de las empresas tendría tanto papeleo hubiera contratado cinco secretarios más.

- deja de reprochar y apúrate.

- lo único bueno que veo de esto, es que por lo menos puedo tener un momento a solas con mi ericito favorito - acaricia su mejilla.

- Shadow. Mejor iré a ver dónde está Amy - se levanta y sale de la oficina estirándose un poco - estoy muerto, oye Amy ¿y los almuerzos?

- justo iba a entregárselos - le entrega dos bolsas de comida - espero que terminen rápido.

- ojalá, no sabes cuánto papeleo hay, parece un laberinto de hojas - ríe

- me lo imagino.

Vuelve a la oficina, para continuar con su labor, hasta que cae la noche y el agotamiento por parte de Shadow se hace presente.

- ¿Un café?

- por favor, y sin azúcar.

- ya vuelvo.

(...)

- lo bueno es que sabemos perfectamente manejar estas cosas, no es imagino si fuéramos principiantes - se recarga en el escritorio - estoy muerto.

- igual yo.

Lo mira fijamente notando lo desarreglado que se encontraba el mayor, su camisa desabotonada dejaba ver su pelaje blanco en su pecho, haciendo que se sonroje al dejar volar su imaginación.

Llegadas 11 de la noche decidieron dar por terminado aquel trabajo que no les permitió salir en todo el día, Shadow fue directamente a su departamento, ingresando en el con pesadez y cansancio, solo quería recostarse y descansar pero para su desgracia una víbora se encontraba en su cama, se exaltó y llamo al conserje que con confusión subió hasta su departamento, quedando sorprendido pero aún así la sacaron, pero las cosas no terminaron hay, pensando que ya podía descansar en paz, varias arañas salieron de entre sus almohadas, exaltandolo y por impulso tomo la escoba y empezó a golpear las, como si su vida dependiera de ello al final resultó durmiendo en el sofá.

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Aquel erizo de ojos miel se encontraba bastante enfermo, pálido, con temperatura, pero intentaba disimular ante Melphis, quien estaba muy inquieto y preocupado por la salud de este, silver intentaba dormir pero no podía, pensaba en lo que Sonic podría llegar a hacerle a melphis, sabía perfectamente que todos eran sus esclavos sin que nadie lo supiera o sospechara, y eso le daba pavor.

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*Sistema correo de voz* - Jack, por qué carajos no has llegado! - vuelve a marcarle con desesperación - contesta...