2. Zoro, detente..

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Todos en lugar de habersen marchado debían quedarse en la isla para comprar todo lo que necesitaban, como provisiones; también hacer el registro y también para darse el lujo de dar un paseo en la isla. Sanji decidió quedarse en el barco para cuidar a Zoro, vigilar el barco y para ir haciendo la cena ya que se estaba haciendo de noche en cuanto habían salido del lugar de la pelea. El de rubios cabellos aún estaba preocupado por Zoro

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Zoro estaba durmiendo en una de las habitaciones del Sunny mientras que Sanji estaba preparando la comida para cuando todos llegaran

-Mngh- Gruñó Zoro, se estaba levantando debido a las pisadas de Sanji, el olor de la comida y el silbido del cocinero - Que se calle...- Se levantó al parecer estando completamente fuera de sí, aquella droga se apoderó por completo de su cuerpo mientras dormía y no se iría hasta que Zoro terminara de satisfacerse, es decir, cumplir todos sus deseos y haría lo posible por satisfacer sus impulsos. Lentamente se levantó dando pasos pesados pero silenciosos para dirigirse a la cocina, se mantuvo cabizbajo durante todo el recorrido mientras en su mente aparecían deseos confusos y crueles

Sanji estaba tranquilo cocinando hasta que de repente la puerta de la cocina se abrió lentamente, obviamente era Zoro, solo estaban ellos dos en el barco por lo que no se dió vuelta para revisar

-Despertaste, creí que te quedarias en la cama hasta la mañana, la comida aún no está lista así que sientate- Sanji siguió cocinando, Zoro no dijo ni una palabra, parecía como si estuviera jugando a laey del hielo simplemente haciendose presente

Hubo un silencio repentino...

-...O-oi, sobre esa droga... ¿cómo te sientes?- Mientras Sanji rompía el silencio sacaba una cerveza de la nevera para llevarsela a Zoro que estaba sentado en la mesa, se mantuvo cabizbajo y sus labios se movían uniformemente, como si estuviera murmurando algo; además, de su cara bajaban gotas de sudor y sus manos estaban algo inquietas. Sanji al verlo no tan bien decidió apagar los fogones encendidos para hablar con Zoro. Sin decir nada le dió la cerveza al espadachín,seguido a esto se dirigió a la silla que estaba frente a Zoro para poder hablar más cómodamente con él pero de un momento a otro el de cabellos verdes le estampó en la cabeza la botella de cervezs, así tirando al cocinero al suelo. La fuerza con la que lo hizo fue tal para dejarlo algo mareado

-Ngh! Pero qué mier...- En cuanto Sanji alzó su mirada se congeló, Zoro se veía igual pero sus ojos por alguna extraña razón no se sentían lo mismo, transmitían algo muy desagradable y codicioso. Sanji no sabía que estaba pasando pero sabía que estaba en peligro, Zoro estaba raro y diferente. Notó como su contrario intentaba acercarse a él por lo que decidió defenderse lanzando patadas, por desgracia una de estas fue frenada por Zoro deteniendo de esta forma su ataque

-Violalo, violalo. Hazlo llorar, que suplique...- Dichas palabras se reproducían como bucle en la mente del espadachín, Zoro agarró con ambas manos el pie frenado de su compañero y...

-Zoro, ¡espera, No!- CRACK... Zoro dobló el pie de su compañero sin piedad alguna al punto de casi romperlo -AAHHH!!- Sanji soltó un grito desgarrador, su pie no reaccionaba y dolía demasiado, sentia que estaba palpitando y comenzó a tornarse poco a poco de un color morado. Su cabeza comenzaba a sangrar levemente por el botellazo de antes

-Eso...grita, grita...- Decía Zoro con una cara maliciosa, quería hacerlo sufrir, quería romperlo por dentro de una forma nada amorosa ni erótica, sino de una manera desgarradora

Zoro dejando su pie en segundo plano acercó sus manos al cocinero para sostenerlo y lanzarlo hacia el comedor pero Sanji seguía resistiéndose con el único pie que estaba intacto

Zoro... (Zosan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora