Turismo

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Narra Chile:
Después de dos días de estar de aeropuerto en avión por fin llegamos a Moscú, Rusia vino personalmente a recogernos y llevarnos al hotel fue un gesto lindo por parte de él aunque un poco raro a decir verdad pues una potencia recogiendo a unos países latinos sí que era raro y también note que México estaba algo nervioso. Esto sí que era raro. Ya llegando al hotel le agradecimos a Rusia por ayudarnos y solo dijo que regresaría por nosotros en dos horas para llevarnos a un restaurante a comer. Elegimos con quien dormir yo me quedaría con Mex, Arge y Perú se quedarían juntos y Bolivia se quedaría con Coco.
Llegando a la habitación pusimos nuestras cosas para apartar la cama en donde dormiríamos era el momento perfecto para preguntarle por qué se había puesto de esa manera.

–Weon no te hagas que te traías con el ruso –cruce los brazos y lo mire a los ojos

–De que wey… no pues nada porque o que jaja –desvió la mirada

Conozco lo suficientemente bien a México como para saber si está mintiendo o no.

–Como que de que, weon estabas nervioso cuando Rusia llego al aeropuerto y luego te dijo que te fueras delante y también te abrió la puerta del coche como me vas a decir que no está pasando nada entre ustedes dos
–respondí algo exaltado.

–Bueno es que… te acuerdas de la reunión a la que fui en Washington hace como un año –comenzó a ponerse nervioso–. Pues ahí estaba Rusia y me hablo y… me pidió mi número y tomo mi mano…

–AGARRÓ TU MANO ¿en qué sentido?

–Pues no se solo puso su mano sobre la mía y me sonrió.

Wow me sorprendió el hecho de que un país mayor le tomara la mano a México, sabía que ya se conocían, pero que recordara no tenían una relación tan cercana. De repente y sin avisar tocaron la puerta de la habitación, me acerqué a la puerta y abrí eran los demás.

–BOLUDOS ESTAMOS EN MOSCÚ –dijo Arge emocionado.

–SIMON WEEEEEY –respondió México con una gran sonrisa.

Como diablos le hacía para cambiar de emociones tan rápido. Nos quedamos platicando entre todos en lo que llegaba Rusia.
Después de un ratote Mex recibió una llama y nos dijo que ya había llegado Rusia todos bajamos emocionados y subimos al carro del mayor, y si obviamente México otra vez se fue adelante, pero esta vez por decisión propia supongo.

Narra México:
Chile tenía razón realmente si me puse muy nervioso cuando vi a Rusia, pero ni yo entendía por qué. Cuando Rusia llego a recogernos al hotel y nos dirigimos al carro me senté en la parte del copiloto ¿Por qué? No sé, ¿Acaso si quería estar alado de Rusia? Igual solo miraba a la ventana, hubo un silencio incomodo por varios minutos hasta que Bolivia hablo.

–Y ¿entonces a dónde vamos?

–Los llevare a Kremlin que es el corazón de la ciudad –respondió con cara seria.

Lo volteé a ver, tenía una cara seria para nada se parecía al Rusia que me hablo en esa fiesta, que me hablo con una ligera sonrisa, acaso algo había cambiado en el o realmente así era siempre.

Narrador:
Rusia se sentía nervioso, aunque él sabía que tenía varios días para hablarle a México, aun así, sentía que tenía el tiempo encima como si tan solo tuviera unas horas para hablarle.
Cuando llegaron todos miraron sorprendidos por lo que veían si en fotos la ciudad era hermosa en persona lo era aún más. Se tomaban fotos cada vez que podían y comían casi todo lo que veían, el soviético se había sorprendido con la reacción de los latinos con cada cosa que veían, aunque él ya había recibido visita de otros países a su ciudad ninguno reaccionaba como lo hacían ellos, los demás solo decían wow que hermoso, pero ellos tomaban fotos le hacían preguntas al ruso de lo que veían y siempre querían probar toda la comida típica de ahí. Era un ambiente diferente y agradable. Para sorpresa de nadie el ruso nunca le hablo al mexicano pues no sabría que decirle si lo hacía.
El tiempo paso casi volando ya era tarde y los latinos ya estaban cansados de tanto caminar y comer. Se dirigieron al carro para volver al hotel, cuando Rusia arranco noto como todos estaban cansados.

–Oh mierda creo que ya me dio el mal del puerco –dijo México para después recargar su cabeza en la ventana y cerrar los ojos.

Rusia volteo a ver al mexicano pues no entendía que era eso de mal del puerco, pero sí que se veía tierno dormido. Los demás ya también estaban dormidos excepto Arge que para él no era fácil dormir en cualquier lugar. Después de unos minutos llegaron al hotel, era hora de despertar a los demás.

–Muy bien llegamos –Arge dijo con un tono tranquilo--. Ahora si… CHILE DESPIERTA, TU TAMBIEN COLOOMBIAAAA, Boliviaaaaa ya llegamos.

Esto había sorprendido a Rusia pues primero había hablado con un tono tranquilo para después gritar a lo loco.

–WEON YAAA –un Chile salvaje grito--. Ya me desperté idiota.

Los latinos se despertaron después de que Argentina los sacudiera y gritara para que se levantaran, ya solo faltaba México de despertar.

–Bien weon–dijo Chile--. Todo tuyo Rusia, te toca despertarlo.

Chile bajo del carro al igual que los demás.

Narra México:
Estaba dormido cuando sentí que alguien me tocó el hombro y me sacudía suavemente mientras pronunciaba mi nombre.

–Мексика… Мексика.

Abrí lentamente los ojos para ver que era RUSIA o que mier… me levante de golpe y mire a todos lados para darme cuenta que solo estábamos él y yo en el auto.

–Que putas paso

–Tranquilo, te quedaste dormido –su mano seguía en mi hombro–. Los demás ya entraron al hotel.

No sabía que decir, que pena cuanto tiempo nos habíamos quedado él y yo solos en su auto.

–Hay wey bueno muchas gracias, pero me tengo que ir jeje –abrí la puerta para salir casi deprisa, otra vez me comenzaba a poner nervioso.

–Adiós –me dijo para luego yo cerrar la puerta.

Dios que vergüenza.

Narra Rusia:
Cuando Chile y los demás se bajaron me dejaron solo con México, tenía que despertarlo, pero no sabía cómo solo puse mi mano en su hombro para moverlo despacio, no soy un experto en despertar a las personas no era algo que yo hiciera, pero igual ¿por que me dejaron a mi hacerlo?, ¿por que ellos no lo despertaron?

Abrió sus ojos para después brincar y asustarse se puso a mirar a todos lados con cara de asombro era mi oportunidad de hablarle, pero los nervios me consumieron y solo pude decir 

–Tranquilo, te quedaste dormido –mientras mi mano seguía en su hombro–. Los demás ya entraron al hotel.

Antes de que pudiera decir otra cosa él se bajó del carro para luego despedirse lo notaba nervioso solo le respondí con un adiós, luego el cerro la puerta del carro y camino para entrar al hotel.
Siento que cada día me gusta más, ver su sonrisa hace que mi corazón se llene de felicidad, su personalidad, su forma de ser es simplemente hermoso.

Narrador:
Para no hacerles el cuento largo, Rusia recogía a los latinos y los llevaba a varios lugares observaba a México y como era con sus hermanos.

–Parce una foto –dijo Colombia.

–Amm si deja se las tomo

–Jajaja no, una foto con nosotros para recordar este momento –lo tomo del brazo y lo puso junto con los demás latinos.

El soviético realmente estaba sorprendido casi no se tomaba fotos con la gente y si lo hacía era por fotos de trabajo o simplemente fotos en fiestas ya cuando estaba borracho.
Así pasaron los días Rusia los recogía y los llevaba a zonas turísticas de su ciudad y tenía si momentos en donde hablaba con México, pero ninguno de los dos se atrevía a hacer una conversación más personal lo poco que hablaban era cuando México le hacia una pregunta al soviético de algo de su cultura.

Después de seis días de puro recorrer y conocer lugares de la ciudad ya por fin era hora de las reuniones.


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Holaaa, si que se extendió este capítulo jaja igual, ya se viene lo bueno jejeje.

Mi flor morada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora