Narra México:
–¿A DÓNDE VAS? No me dejes, ¿Qué es lo que te pasa IDIOTA? No me dejes solo por favor –lloraba mientras veía una silueta de color negro alegarse lentamente.
–México… MEXICO… MEXICO –alguien gritaba mi nombre ¿acaso era él?
–WEOOOON abrí los ojos.
–Que… ¿qué paso? –respondí con la respiración agitada. Me sentía como si hubiera corrido un maratón.
–Weon estabas hablando dormido, sudabas y tenías una respiración agitada –Chile estaba igual de asustado que yo.
–No, no sé, no recuerdo lo que soñé –vaya mentira.
–Bueno, ya no importa levántate y cámbiate que hoy tenemos reunión
Oh si las reuniones, ya ni me acordaba de eso.[...]
Llegamos al lugar donde se llevarían a cabo las reuniones, era un edificio enorme y muy lujoso tanto afuera como adentro. Un trabajador de ahí nos pidió nuestra información para luego danos un folleto donde venía que reunión teníamos el día de hoy y a qué hora. Primero me tocaba uno con Canadá y Usa luego la segunda reunión sería con América Latina.
Al llegar a la habitación me topé con Canadá.–Ho… Hola Mexico –me miro como si no recordara todo lo que había pasado entre nosotros.
–Hola Canadá –le conteste sin mirarlo a los ojos
Me abrió la puerta de la habitación para depués ver a USA sentado en una de las sillas, me senté enfrente de él y Canadá se puso al lado mío.
–Hello Taco –dijo el gringo con una gran sonrisa.
–Hola gringo –respondí.
La reunión fue larga y estresante, no nos pusimos de acuerdo en nada, tardo más de lo esperado tanto que la tuvimos que posponer para mañana. Mierda 3 horas perdidas con estos dos imbéciles. Siguió la junta con Latam y si llegamos a algunos acuerdos, pero al final no era algo interesante. Mi siguiente reunión era con USA, Rusia y Brasil. Era ya la última reunión estaba cansado, con frio y me dolía la cabeza después de 5 horas de la reunión por fin llegamos a un acuerdo para el comercio de nuestros países.
Regrese al hotel cansado no quería hacer nada más que dormir y llorar, pero lo segundo no lo podía hacer o al menos no ahora.Al día siguiente antes de comenzar con las reuniones salí al balcón del edificio para despejar mi mente un rato ya estábamos en octubre evidentemente iba a hacer frio, pero el frio que hacia no me lo esperaba. Sentí la presencia de alguien atrás de mi de seguro era USA, este idiota solo me hablaba cuando le convenía.
–Ahora que quie- –vi a Rusia parado observándome–. Hay, Rusia ¿qué es lo que pasa?
–Hola Мексика –me saludo con una voz cálida–. ¿Estás bien?
–Si wey –intentaba disimular el pinche frio que tenía.
–Tienes frío ¿verdad?
–Que no… bueno si… un poquito jeje –que puto frio que tengo.
Comenzó a desabotonarse aquel abrigo que llevaba, para reposarlo sobre mis gélidos hombros que imploraban por poquito calor. Dicha acción de solidaridad me dejó impactado, pero también me hizo sentir algo raro; una sensación rara que iba de pies a cabeza. Acaso, ¿era amor?...
–Wey, pero te va a dar frío –dije preocupado e intentando ocultar mis nervios.
–No te preocupes estoy acostumbrado a este tipo de clima –me sonrió–. Por cierto, te ves lindo cuando te sonrojas.