"Recuerdos..."

18 1 0
                                    

Era uno de esos días estresantes para Volkov; le había tocado patrullar solo y los delicuentes estaban más pesados de lo normal. Cada que le daba el paro a alguno que otro, se daban a la fuga inmediatamente y le tocaba entrar en persecución en solitario.

No estaría de servicio solo más nunca después de este día, eso lo tiene muy claro; y no porque no le gustará patrullar solo, más bien le parecía agradable ya se había acostumbrado al silencio, pero desde que está con Horacio prefiere tener a alguien al lado hablándole siempre.

Le abrieron fuego más de 4 veces y siempre que pedía refuerzos nadie llegaba, logro salir vivo de milagro. Decidió darse un descanso de unos minutos; ya sabía que Blake entraría de servicio pronto. ¿Qué mejor que poner por un momento la radio? Al fin y al cabo estaba solo.

Solo la encendió y dejó la primera que oyó interesante. Comenzó a reproducirse una canción que estaba totalmente seguro de que jamás la había oído, pero por alguna razón le parecía muy, muy familiar.

— ¿Por qué siento que la he oído en algún lugar? —hablo en voz alta, igual estaba solo y poco le importaba.

"Que te voy a decir,
Si yo acabo de llegar
Si esto es como el mar.
Quien conoce alguna esquina"

Cada vez sonaba más familiar, ¿Que pasaba? Cerró sus ojos para "dejarse llevar" y lo vió, vió a su jefe, ¿Por qué pensaba en él?

Frunció el seño y solo se adentro más al pensamiento, ahí estaban. Era Horacio y el que estaba enfrente de su jefe era ¿Él mismo?

Escuchó un:

"¿Puedo decirte algo V?"

Y ahí lo oyó, era su jefe quien le estaba cantando la canción de la radio. Que mientras él estaba sumido en sus pensamientos se seguía reproduciendo, no se había dado cuenta que le subió un poco más el volumen...

De repente volteó a la derecha y era él mismo con Horacio, pero ambos lucian más jóvenes. Se dió cuenta de que si era verdad lo que su jefe le dijo. Se conocían hace años; pero era su persona como ¿Comisario? Y Horacio portaba un uniforme de ¿Alumno?

Los siguió hasta donde se dirigían ambos en versión joven, y logro entrar en el despacho. Era su propio despacho; ponía su nombre "Comisario Viktor Volkov"

Ahí se posicionó a un lado de ambos y escucho como su jefe le decía "Me gustas, ¿Te gusto?".

¿Su jefe se le declaró?

— Esto ya es mucho para mí, no comprendo — seguía hablando en voz alta, pero quiso terminar de oír que le había respondido. ¿A caso Horacio y él eran pareja? ¿Por eso lo protegía tanto?

Se quedó en blanco cuando escucho su propia respuesta.

— Lo rechacé — dijo en un susurro. — No puede ser, lo rechacé — repitió, sentía como por sus mejillas corría un líquido un poco caliente, su pecho dolía y sus manos en el volante se volvían puños.

Estaba recordando, ahí fue cuando lo entendió. Estaba recordando absolutamente todo lo que había vivido con Horacio Pérez.

Giro su cabeza al ver cómo ambos se disolvían en el viento, y vio a Horacio encima de una camioneta del FBI enfrente del puente rojo.

— NO, HORACIO — gritó.

Volteó desesperado a derecha y izquierda, lloraba más fuerte; su pecho se oprimía aún más. Podía ver cómo daba pequeños pasos, mientras tomaba un ¿Vodka?

Volteó su cabeza a la derecha y se vio a sí mismo de nuevo, corriendo y con su respiración agitada mientras veía sus ojos aguados. Corría muy rápido, lo más rápido que podía. Se notaba cansado.

"Horacio, todo está bien. Ya estoy aquí" dijo su otra versión más madura apenas llegó.

"Vol-kov, si... Viniste. Pensé que me dejarías solo como lo hacen todos siempre" sus palabras se escuchaban ahogadas debido al nivel de alcohol que tenía en su organismo.

"No te dejare solo Horacio. Baja con cuidado, ya estoy aquí. Todo estará bien" repitió.

Y así siguió y siguió con más recuerdos. Eran recuerdos entre muy bonitos y muy tristes.

Vió a Horacio y él en una tienda de tatuajes dónde miraban distintos modelos de los mismos. Horacio se hizo un tatuaje en su pantorrilla y volteó a verlo.

Él mismo miraba diferentes tatuajes y se hizo uno grande en su brazo izquierdo, luego le llamo la atención otro en su pantorrilla.

Y ahí estaba Horacio con una amplia sonrisa y un modelo de tatuaje de mariposa con una especie de cuchillo en el medio.

"Somos amigos, ¿No? Que te parece compartir este tatuaje" sus ojos brillaban de una manera hermosa, ese brillo hacia que sus ojos de diferente tono se notara aún más. "maravilloso" pensó.

"Claro, claro Horacio. Somos amigos, ¿Por qué no?" le sonreía.

Sonrió al ver lo feliz que se le veía a ambos. ¿Por qué se le notaba tan feliz a él mismo? Y sintió un vuelco en su corazón, mariposas en su estómago y cosquilleo en sus dedos cuando vio como Horacio saltó a abrazarlo.

Abrió sus ojos después de que todos los recuerdos se disiparán, sentía sus ojos pesados. Estaba llorando, pero no entendía el por qué.

Miro su celular y noto un mensaje de la persona que ya recordaba a la perfección. Le llamó.

— ¿V? — habló primero el moreno.

— ¿Horacio? — estaba alegre y su tono lo hacía notar. —Ya te recuerdo Horacio, recuerdo todo.

—¿Me... Me recuerdas? ¿De verdad? — el moreno comenzó a llorar inevitablemente. Estaba tan feliz como él.

— Te... Recuerdo Horacio.

🥹

Inspirado en el rol donde Volkov pierde la memoria por culpa de los payasos.

Publicado en Twitter el día 20/12/2021

AU'S VOLKACIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora