una tienda de dulces dirigida por la enigmática Mandy. Detrás de su fachada alegre ante los clientes, Mandy oculta inseguridades y desafíos en la gestión de la tienda. Entre las travesuras del carismático Chester, la llegada de Tn y las complejidade...
La tienda, ahora llena de la energía renovadora de Mandy y Tn, se convierte en un rincón donde los dulces no son la única dulzura. La complicidad entre ambos se manifiesta no solo en la eficiencia laboral sino también en risas compartidas y momentos especiales.
En una tarde calurosa, Mandy sugiere un merecido descanso.
Mandy, con una sonrisa: "Tn, creo que nos merecemos un pequeño descanso. ¿Te apetece un helado?"
Tn, respondiendo con una sonrisa tímida: "¡Por supuesto, Mandy! Suena genial."
Se sientan en un banco del parque temático, disfrutando de helados que contrastan con el calor del día. Mandy, decidida a derribar cualquier barrera profesional, busca conocer más a fondo a Tn.
Mandy: "Tn, cuéntame más sobre ti. ¿Hay algún pasatiempo que guardes como secreto?"
Tn, un poco timido: "Bueno, me gusta la música y a veces dibujo. Cosas simples, pero me hacen feliz." (O lo que ustedes quieran♡)
Mandy, interesada: "Eso suena maravilloso. ¿Alguna vez has pensado en exponer tus dibujos al mundo?"
Tn: "No sé, no son tan buenos como los de los artistas profesionales."
Mandy: "Estoy segura de que son increíbles. Deberías considerarlo. Tal vez podríamos hacer algo creativo juntos algún día."
La relación entre ellos crece en la sutileza de cada sonrisa compartida y la complicidad que se cuela en cada conversación. Mandy, decidida a ser honesta consigo misma, comienza a insinuar sus sentimientos.
Mandy: "Tn, hay algo entre nosotros que va más allá de lo laboral. ¿No lo sientes?"
En ese momento Tn sintió algo, era parecido a los cuentos de hadas... una conexión.. algo especial.
Tn: "Sí, Mandy. Es como si estuviéramos en la misma sintonía."
Los días transcurren en una mezcla de trabajo y momentos compartidos. Un fin de semana, deciden aventurarse más allá de las cuatro paredes de la tienda y explorar el parque temático juntos. Las risas y las bromas se mezclan con la adrenalina de las atracciones.
Mandy, riendo: "Tn, ¡nunca imaginé que fueras tan divertido! Guardabas bien ese secreto."
Tn: "Siempre guardo mi lado divertido para ocasiones especiales, y parece que contigo todas son especiales."
Mandy: "Me alegra ser parte de esas ocasiones, Tn."
El parque cierra sus puertas, y ambos se encuentran en la entrada, recordando momentos que han compartido.
Tn: "Gracias por hoy, Mandy. Me divertí mucho."
Mandy, con una expresión suave: "Yo también, Tn. Realmente aprecio tu compañía. Sabes, nunca antes me he sentido tan cercana a alguien."
La complicidad entre ellos se convierte en una danza sutil de miradas y gestos, y la atracción mutua comienza a emerger con mayor claridad. Pero, conscientes de las complejidades de su relación laboral, ambos evitan dar el siguiente paso.
Un día, mientras preparan caramelos en la tienda, Mandy rompe el silencio con una risa nerviosa.
Mandy: "Tn, ¿alguna vez has pensado en... en algo más que amistad?"
Tn, sorprendido pero sintiendo lo mismo, nervioso responde.
Tn: "Bueno, sí. Quiero decir, me gustas mucho, Mandy."
Mandy, con una sonrisa contagiosa: "Yo también siento lo mismo, Tn. Es como si fuéramos dos piezas que encajan perfectamente."
La tensión se disipa mientras ambos expresan sus sentimientos. La línea entre la amistad y algo más se difumina aún más, y la complicidad entre Mandy y Tn se fortalece.
En un momento de silencio, Mandy acerca su rostro al de Tn, y sus labios se encuentran en un beso lleno de emoción. La conexión entre ellos se profundiza, sellada con el dulce sabor de la promesa.
Sin embargo, la obsesión de Mandy no tarda en hacer su entrada triunfal. En medio de risas y confesiones, Mandy lanza una mirada posesiva a Tn, revelando sus deseos más profundos.
Mandy: "Tn, eres más que un amigo. Eres mi todo."
Tn, sintiendo la intensidad del momento, se pone nervioso antes de responder.
Tn: "Mandy, esto es especial, pero necesitamos establecer límites."
Mandy, fingiendo una sonrisa: "Por supuesto, Tn. Solo quería expresar lo importante que eres para mí..."
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Pero, ¿cómo había llegado Mandy a este punto de obsesión? La semilla de su fascinación por Tn se plantó en los pequeños detalles: su amabilidad, su dedicación, la forma en que iluminaba la tienda con su presencia. La obsesión creció a medida que Mandy comenzó a notar que cada aspecto de su día estaba vinculado a Tn de alguna manera.
La línea entre la admiración y la obsesión se desdibujaba cada vez más. Mandy comenzó a buscar excusas para pasar más tiempo con Tn, inventando tareas adicionales en la tienda o proponiendo salidas después del trabajo. Cada momento compartido se convertía en un pequeño tesoro que Mandy atesoraba en su corazón.
La obsesión tomó forma cuando Mandy empezó a experimentar celos sutiles. Cualquier gesto amistoso de Tn hacia otros compañeros de trabajo desencadenaba una sensación incómoda en Mandy, como si su exclusividad estuviera en peligro. Era un sentimiento extraño, pero Mandy lo acogía como una señal de que Tn se estaba volviendo esencial en su vida.
La obsesión de Mandy se desvelaba en detalles aparentemente insignificantes: la elección de la ropa de Tn, el aroma que dejaba en la tienda, la manera en que pronunciaba su nombre. Cada uno de estos detalles alimentaba el crecimiento de la obsesión, transformándola en una parte fundamental de la vida de Mandy.
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Un poco corto perdón, tengan un lindo día y un buen fin e inicio de año nuevo.
Ya saben tengan un lindo día/tarde o noche ♡
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