Capitulo 4 (final): Felices para siempre

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Horacio estaba en el hospital debido a que ya tenía cuatro meses, justo como lo habían acordado Horacio hace un mes y medio que no asistía a la sede al igual que Viktor, a menos que fuera de manera urgente que el alfa salía en representación del director de la facción federal.

Debido a malestares generales, tuvieron que acudir a donde su doctor de confianza quien les dió la noticia de que estaban esperando mellizos, siendo niña y niño. Tanto alfa como omega estaban felices, lagrimeando al tiempo, teniendo entrelazadas sus manos fuertemente pues pensaban que las noticias que recibirían eran negativas.

- Así es, por lo que podemos ver en el ultrasonido, ambos fetos están sanos y sobretodo creciendo muy rápido. - el beta de avanzada edad les sonreía mientras les daba la buena noticia. - Al parecer usted Horacio, cuenta con más o menos dieciocho semanas que vendrían siendo cuatro meses y medio, el tiempo si que avanza rápido, en menos de lo que se esperan ya estaremos practicando la cesárea y tendrán a sus cachorros con ustedes.

- Que alegría doctor - hablaba Horacio mientras su prometido le secaba las lágrimas que salían sin su permiso.

- Perfecto, ¿Habrá que hacer algún cambio en la dieta? - Viktor prestaba total atención a las indicaciones que les daba el doctor, pues quería que tanto su omega como sus ahora dos cachorros estuvieran bien y sanos.

- Justamente sobre eso quería darle algunas recomendaciones. - ajustaba sus anteojos mirándolos ya cada quien sentado, él enfrente de su escritorio haciendo algunos ajustes en la dieta que les entregaría junto a los ultrasonidos recién tomados y la pareja sentada enfrente suyo con sus manos entrelazadas. - Sé perfectamente Horacio que los antojos en los omegas a veces pueden ser excesivos y hasta un poco dañinos.

Ambos asintieron. - Si, justamente por eso he tratado de mantener su dieta al pie de la letra. - habló el ruso.

- Muy bien Volkov, verán, como ya faltan cada vez poco meses, los fetos cada vez necesitarán más nutrientes de los que la dieta pasada les daba. Ahora sabemos que la pérdida de peso era debido a que eran dos embriones y no uno o alguna enfermedad que le estuviera afectando. - hablaba tranquilo pues no había ningún problema en este embarazo. - Así como añadiremos cosas nuevas a la dieta, también quitaremos algunos suplementos y aumentaremos un poco las porciones de cada una para que así los tres se alimenten adecuadamente.

Salieron de aquel consultorio y se dirigieron a su vivienda, totalmente tranquilos de que todo esté muy bien y completamente felices de saber que serían dos cachorros los que se unirían a su familia de tres.

- Meses después -

- ¡Amor! - gritaba Horacio desde su habitación, tomándole cinco segundos para que apareciera el ruso por la puerta con semblante preocupado y soltando un poco de su olor a lima para tranquilizarlo. - S-siento muchas contracciones... - en su rostro se podía ver lo mucho que le dolía aquello.

- Está bien, mi vida... - estaba privado de los nervios pero su lobo se hizo cargo de absolutamente todo, desde agarrar el bolso que habían alistado hace días, tomar a Horacio en brazos y tranquilizarle a la vez. - Llegaremos en nada. - conducía mientras respiraba pausadamente, evitando un ataque de pánico, sentir el agrio olor a naranjas lo estaba mortificando.

Llegaron a la clínica donde habían contactado hace un mes a los doctores que querían que se hicieran cargo de la operación a Horacio y sacar a los cachorros. Fueron casi dos horas de espera, Volkov no se movió ni un segundo de al lado de su pareja, estaba más sobre protector que de costumbre llegando a casi gruñirle a los médicos que se acercaban a Horacio.

Escucharon el llanto del primer cachorro y Volkov se sintió más tranquilo mientras lo veía en los brazos del amor de su vida, minutos después se escuchó el llanto del segundo cachorro que fue dado al ruso y ambos intercambiaron miradas. Horacio tenía al niño que llevaba por nombre Lucas y Volkov tenía a la niña que llevaba por nombre Aleksandra en memoria de la hermana del ruso. La imagen que cada uno veía, era una que nunca borrarían de su memoria.

Con un beso lleno de emoción, entregaron a ambos cachorros para que los limpiaran y fueran entregados a el omega luego de que les hicieran los chequeos pertinentes a los tres.

- Dos años después -

El tan esperado día había llegado, habían sido dos años de mucho aprendizaje junto a sus cachorros y entre ellos mismos, dándose cuenta que la paternidad era lo mejor que existía en el mundo. Ambos estaban enamorados de sus bebés, Aleksandra era la imagen viva de su difunta tía y eso a el ruso lo mantenía orgulloso, mientras que Lucas era un poco más parecido al ruso pero con el cabello café al igual que el de Horacio.

Ambos portaban trajes blancos, con una corbata rosa por el color de cabello que tenía Horacio en ese momento, Lucas tenía un traje en conjunto con su hermana igual rosa, la pequeña lucia el cabello recogido en una media coleta y sonreía feliz al igual que su hermano.

Los niños fueron los que entraron a la ceremonia con los anillos en sus manos, siendo entregados a sus padres con una sonrisa que demostraba amor, respeto y total admiración.

- Horacio, tú, mis pequeños y nuestras mascotas son la luz de mi vida, son quienes me guían siempre y me dan la motivación que necesito día a día. Te amé el día en que te conocí, te amo con todo mi ser y te amaré con todas las fuerzas que mi cuerpo me lo permita. - el peligris tenía sus ojos acuosos, no queriendo llorar porque sabía que de hacerlo, su esposo lloraría y probablemente que le reprocharía por "arruinar su maquillaje".

- Viktor, desde el momento en que te vi supe que te convertirías en el amor de mi vida aunque me hicieras poco caso, siempre di todo de mí para tenerte conmigo y aunque al principio fue bastante difícil logré al fin tenerte hoy aquí. Logramos forjar un vínculo más allá de una relación amorosa, nos conocimos como no habíamos podido, más allá del amor que te tenía le agradecía al universo por tenerte de nuevo en mi vida. Cuando por fin comenzamos a tener una relación fue el día más feliz día de mi vida, día que aún no ha terminado porque me estoy casando contigo ahora mismo. Te amo con toda mi alma y energía. - se permitió llorar emocionado, viendo como su ahora esposo lo hacía también.

- Estaremos juntos para siempre, hasta que la muerte nos separe. - hablaron al tiempo y sellaron ese momento con un beso lleno de amor genuino.

Todos los invitados lloraron al verlos al fin juntos, quienes conocían su historia sabían que no había sido para nada fácil llegar hasta este día y no había nada más hermoso que el que por fin puedan ser felices sin tener miedo a nada.

Ellos estaban juntos, felices y se amaban. Un amor que perduraría incluso si ambos ya no vivían, pues su amor cruzaba toda barrera nunca antes vista y era una historia que permanecería viva ya que se harían cargo de contarla a sus hijos.

- Fin -

Espero les haya gustado, muchas gracias por leer 💗

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