POV CAMILA
Toda la semana he estado metida en mis pensamientos, no he podido concentrarme correctamente desde que Alessandro dijo lo que sentía por mi. He estado un poco distante de Lauren y además he estado evitando a Alessandro temiendo tenerlo cerca y cometer una locura que después ya no podría ser reversible. Pero siento un maldito impulso de querer tocarlo, de verlo, de saber cómo está, de poder saber a que saben sus labios. Realmente estoy muy confundida
Mi mente me esta torturando con cada pensamiento en diferentes situaciones distintas
Mi mal humor y el estrés an aumentado. La persona que tiene que lidiar con mi mal carácter es Lauren, es la única que soporta el estado de ánimo en el que me encuentro.
Mi hermosa Lauren, creí que después de ti nadie más me podría interesar, que solo tus labios tendría ganas de besar, que solo tuyo sería mi corazón pero me duele saber que estoy fallando y me estoy equivocando por tener en mis pensamientos a alguien mas. Te estoy fallando al considerar corresponder estar con él. Juro que te amo pero no soy tan fuerte como yo pensaba, estoy siendo vencida por la idea de querer pecar y fallar
¿Qué pasa si tengo una aventura con Alessandro y tú nunca lo sabes?
¿Podré mirarte a los ojos después de serte infiel?
Tantas preguntas y pocas respuestas para mi mente desordenada.
—Camila ¿Que te pasa? ¿Estás bien?
Escucho la voz preocupada de Lauren, quién me saca otra vez de mis pensamientos. Ya son varias veces en la semana que pasa lo mismo, que no estoy concentrada poniendole atención como debería y eso me molesta, me molesta estar comportandome así con ella. Me molesta darle toda mi atención a alguien más en mis pensamientos. Me molesta estar sucumbiendo a mis deseos
—Si, estoy bien ¿Porque lo preguntas? —Trato de sonreír lo mejor que puedo para que ella note que estoy bien y que nada me sucede. Pero mi intento de sonreír se ve muy forzado y eso provoca que Lauren frunza más el ceño y me vea más preocupada de lo que ya estaba antes
—Sé que no estas bien —Asegura ella— Te he estado hablando y no me haces caso. Además, no as probado bocado y estás muy callada. Tu no eres así, por eso te pregunto ¿Estás bien?
Esta vez si sonrió de verdad por su muestra de preocupación hacia mi. Ella siempre sea preocupado mucho por mi, siempre e sido su prioridad y eso me hace sentir bien porque se que solo me ama a mi
Pongo mi mano sobre la de ella acariciándo sus nudillos con mi pulgar, mientras la miro de manera dulce disfrutando el color verde de sus ojos. No quiero preocuparla más pero mi actitud no ayuda. Es verdad que no estoy bien y que tengo tantas cosas malas metidas en la cabeza pero no quiero que ella también se vea afectada por mis problemas
—Estoy bien, no te preocupes —Me levanto de la encimera junto a ello levantando mi plato y lo coloco sobre el fregadero. Coloco mi bolso sobre mi hombro y me despido de Lauren con un beso sobre sus labios— Nos vemos en la noche
—Ok, te amo —No me pregunta más. Ella sabe que cuando me sienta lista para hablar, hablaré con ella, por eso, en cambio me regala una de esas sonrisas que antes eran mi debilidad. Lo eran, porque ahora cada vez que sonríe me duele el estómago al pensar que si cometo un error ella nunca más me volvera a sonreir de esa manera tan cálida y dulce. Por unos segundos cierro los ojos con fuerza, al imaginar el dolor que ella podría sentir y el dolor qué yo también sentiré si ella me deja por un error
Odio tener estas malas mariposas en mi pecho diciendo que cometa un error
—Yo también te amo, lo juro —Y cuando lo digo, lo digo en cerio. La amo demasiado.
