La moldeada figura de la jóven de cabellos negros se alejaba cada vez más de su instituto. Escuchando la radio con sus audífonos, le gustaba mantenerse informada, pero cuando algo realmente le llamaba la atención no quedaba satisfecha con lo que escuchase ahí, le gustaba investigar ella misma. Estaba absorta en sus pensamientos cuando escucha una molesta voz.
"¿Qué hace una jovencita tan bonita caminando por acá en estas horas?" Murmuró un hombre mayor con aliento a cerveza. Akame suspiró y fingió una voz confundida e inocente. "¿E-Eh? ¿Se refiere a mí?" Preguntó fingiendo una confusión absoluta, a medida que el hombre se acercaba más Akame se preparaba para lo que tendría que hacer. El hombre la tomó por la cintura y acarició su trasero. "Este es el momento" comentó para sí misma antes de darle una fuerte y acertada patada en los testículos, el hombre se retorcía de dolor en el suelo, lloriqueando e insultándola. "¡Perra de mierda! ¡Ya verás!" gritaba adolorido. La mujer siguió caminando hasta su destino, soltando leves risillas.
Llegó al apartamento en donde se hospedaba, se quitó el calzado y dejó su mochila en el sofá, para sentarse y prender la televisión. El titular era peculiarmente extraño. "Se han registrado 52 muertes de criminales por ataques al corazón" A medida que iban contando dónde habían sucedido los hechos, descartaba diferentes teorías. Por supuesto que no se quedó satisfecha con la limitada información que entregaban los canales de televisión. Fué a su habitación, se sentó frente a la computadora y mientras tomaba un café, comenzó a buscar toda la información disponible. El internet es muy raro. Quien está cometiendo estos asesinatos fué nombrado por la gente como "Kira" lo que vendría siendo la pronunciación del inglés "killer" si lo piensas bien, tiene sentido. No debería haber pasado más de una semana de que esto estaba ocurriendo, y ya hay una página específicamente para Kira. La página es levemente confusa, pero el objetivo principal es idolatrarlo y pedirle que mate a gente en específico.
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La noche se le pasó volando, y no pudo dormir ni siquiera una hora, sin embargo, tenía información completamente importante, y hoy sería un día sin descansos.
Durmió una hora más, para levantarse a las diez de la mañana, bañarse y arreglarse para la reunión a la que se infiltraría. Sabía que la policía japonesa tenía muchos vacíos, y que no era gran trabajo para ella infiltrarse en los cuarteles. Se vistió con un conjunto formal, debido a que la ocasión lo ameritaba, en caso de no hacerlo levantaría sospechas fácilmente. Cosas como la ropa o incluso la postura que tengas, afectan en la confianza que pongan en tí.
Durante la noche, editó y plastificó una credencial de la policía nacional, con la que entraría a la confidencial reunión entre líderes de varias naciones. Caminó hasta el lugar, y tomó asiento a un lado de un jóven esbelto de cabello negro. Mientras la reunión avanzaba, Akame afirmaba más su teoría, tenía completamente claro que estas muertes habían sido por homicidio, ¿Pero cómo es posible matar a tantas personas en diferentes lugares al mismo tiempo? ¿Cómo pueden matarlos de un ataque al corazón? Habían muchas cosas que no encajaban para nada. Akame planteó este punto, era la primera vez que hablaba en toda la reunión, sin embargo la respuesta que recibió hizo que se sorprendiera. "Si así fuera, solo podemos llamar a L." La respuesta causó conmoción en la sala, pronto hubieron comentarios como "Es muy arrogante" "He oído que solo investiga casos de interés personal" "Ni siquiera se sabe cómo contactarlo" causándole curiosidad a la pelinegra.
Un hombre con el rostro y cuerpo completamente cubierto por pliegues negros entró por la puerta que salía al escenario. "L ya está investigando." Habló seriamente. "Watari" Murmuró un hombre algo mayor, para continuar haciéndolo. "Watari es la única persona que puede contactar a L." Le explicó al jóven que se encontraba a un lado de Akame. Watari abrió la computadora que llevaba en el maletín, en ella se podía apreciar una letra "L" pronto, una voz distorsionada comenzó a hablar. "Estimados miembros de la interpol" Hizo una leve pausa. "Yo soy L."
