Akame llegó al hotel, mostró su ticket y se dirigió al cuarto en el que se hospedaría. Era increíblemente elegante, las paredes de color beige sin mancha alguna, la cama bien hecha, los muebles impecables y no había rastro de polvo por ningún lado. Akame se lanzó a la cama. "¿Desde cuándo no tengo un colchón tan cómodo?" murmuró para sí misma. De la maleta sacó su computadora y empezó a revisar las cámaras nuevamente, exactamente dónde había visto a aquél hombre, quien sospechaba que fuese Watari. La cámara captó el reflejo de los ventanales de los pasillos del edificio, específicamente en el tercer piso.
Volvió al sitio y revisó cuáles eran las habitaciones ocupadas en el tercer piso, eran simplemente dos, tenía suerte de que no fuese un piso muy cotizado, ya que la gente suele elegir el primero o el último. Que fuese época de clases y trabajo provocaba que muy pocos viajasen. Volvió a revisar las cámaras pero esta vez con un programa de computadora que mejoraba la calidad de las fotos o partes en específico mediante Inteligencia Artificial. Allí pudo verlo, caminando hacia la habitación 309.
Bajó hasta la recepción para imprimir unos documentos, los metió en una carpeta y le agradeció a la recepcionista. Bajó hasta el tercer piso, comenzando a caminar por los pasillos hasta aquél número de habitación. Deslizó por debajo de la puerta la carpeta, alertando al detective inmediatamente sin embargo, cuando abrió la puerta para intentar ver quién lo había dejado, no se veía nadie cerca. ¿Coincidencia? Claro que no, sin embargo, la carpeta tenía algo extraño, era una de las carpetas del hotel, tal como las que había visto a la hora de rentar la habitación. ¿Podría realmente ser del hotel? Ryuzaki no estimaba eso posible, tienen su correo por lo que podrían haberlo hecho de ese modo, sin embargo, difícilmente podría ser material explosivo por lo delgada que era la carpeta. Estaba seguro de una cosa, y esa es de que Kira no había sido quien envió la carta, ¿Por qué? Él sabía que Kira no era lo suficientemente tonto como para ir a un lugar repleto de cámaras, tampoco había posibilidad de que haya enviado a alguien, estaba más que claro que Kira actúa sólo, pero, si no es él, ¿Quién puede ser? A los miembros de la policía japonesa no se les había informado su ubicación actual y raramente tendrían acceso a ese tipo de información. Podía deducir de que no era alguien directamente relacionado a él, pero aceptaba que esta persona era bastante astuta.
Después de pensar un tiempo, se puso guantes para no manipular directamente la carpeta con las hojas que tenía dentro y la abrió, pudiendo leer la primera oración, que estaba en una fuente grande; "Sé que tú eres L" El detective frunció el ceño, no había hecho nada diferente a lo que suele hacer en estos casos para mantenerse en el anonimáto, se estaba enfrentando a alguien diferente de todos los detectives con los que ha trabajado, nadie había podido dar con su paradero hasta este momento, ¿Será un nuevo aliado o un enemigo más? No se iba a quedar con la duda, continúo leyendo.
Leyó todo el documento, el cual estaba lleno de teorías las cuales él había considerado también, sospechosos, detalles, etcétera. Independientemente de que esta persona fuese enemiga o no, definitivamente ayudaría de todos modos, no habían incoherencias no desvíos ilógicos, por lo que sería prudente decir que no estaba mintiendo.
"Watari, necesito que pidas el acceso a las cámaras del hotel" Pidió el azabache con un tono sereno. El canoso hombre se dirigió hacia la puerta, envolviéndo el pomo de esta en su mano. Akame estaba al otro lado, sentada en el pasillo, había previsto esto. Al ver como el hombre se asomaba por la puerta, se paró y movió su mano en forma de saludo. "Fuí yo quien envió la carpeta, ¿Me dejaría hablar con él?" Dijo refiriéndose a L.