De vuelta en Beacon Hills

17

Al despertar voy por un desayuno y escuchó la conversación de dos sujetos

—¿Que tienes tu? —pregunta el rubio

—Seis chicas en siete días, son más desapariciones de las que este pueblo ha visto en más de un año —dice el de cabello largo —todas de la misma edad y....

—Bonitas —completa el rubio y el otro se ríe —hay helados de muchos sabores Sam —bien ahora sabía que el de cabello largo se llamaba Sam

—Si claro —dice Sam con sarcasmo — muy bien, media docena de chicas adolescentes con un futuro por delante me suena a un perfil ¿Que mas tendran en comun?

—Hay seis direcciones aquí  —el rubio mira a Sam —elige un número

—Siete, otro reporte entró hoy —se iba a subir en su auto que tengo que mencionar que es un gran auto, un chevrolet impala de 67 es un gran auto

—Disculpen, no pude evitar oirlos, puede que sepa algo sobre la chica que desapareció  —el rubio pasó su mirada por mi de arriba a bajo

—¿Cual de todas las chicas?

—¿Ustedes son policías? —ellos se miran

—Si lo somos —me responde Sam

—No tienen pinta de ser policías y no van a engañarme conozco a varios de ustedes, son cazadores, soy amiga de la familia Argent, no se si les suena, puedo ayudar

—¿Así? —me mira el rubio —¿y como?

—Tengo información acerca de las chicas y de las criaturas que la tienen pero tengo una pregunta y tal vez una condición

—¿Esta que se cree? —el rubio mira a Sam

—Dean déjala hablar —Sam me mira —¿Cual es la pregunta?

—Tienen algún código —ellos parecen no entenderme —a ver, matan todo tipo de creaturas sin importar que o hacen excepciones a veces

—Sin importar que

—Hacemos excepciones —respondieron al mismo tiempo y yo los miro

—Llámenme cuando se pongan de acuerdo  —doy media vuelta

—A veces hacemos excepciones, aunque últimamente estamos haciendo muchas —dice Dean

—Bien —vuelvo a mirarlos —la condición es que harán esa excepción conmigo 

—¿Que me vas a decir que eres una criatura como las que casamos? —Dean se echó a reír

—Lo soy —le enseño mis colmillos

—¿Que eres? ¿no eres como los vampiros a los que estamos acostumbrados a ver y caminas bajo el sol —habla Sam

—Soy de otro tipo de vampiro y con esto —enseño mi anillo —puedo caminar bajo el sol no muchos saben ese secreto, ahora quiero ayudar, tal vez sea tarde para las otras chicas pero para la última tal vez no, seria como mi última buena acción antes de dejar de ser vampiro

—¿Que te vas a morir? —se burla Dean mientras subimos al auto, yo no le respondí nada  y el condujo hasta llegar a la casa de la chica con la excusa de que de la policía

—Kristen es buena chica —nos mira —un poco ingenua, si, uno trata de ser buen padre y es difícil

—Si y nos gustaría hallar a su hija —le dice Sam y él mira las escaleras

—La puerta de la izquierda —miramos las escaleras

—Gracias —habla Dean y subimos

—¿De que estaría hablando? —susurra Dean