MARATÓN(1/3)

77 7 0
                                    

Hey, hey, volví con mi renuevo capítulo. Grasias a dos de nuestras lectoras y a todos los comentarios. Va a haber maratón. Siii wiii, soy un pandicornio okno. Perdón por la tardanza. He tenido mucho jaleo y no me venía la inspiración y cosas de esas. Pero vengo con este renovado capítulo. Disfrutad.

MARATON (1/3)

Los días junto a ellos fueron pasando y cada vez podía notar como la tensión hacia mi iba desapareciendo.

Nos dirigíamos hacia Yestar, un país cerca de la frontera rodeado por un extenso y peligroso bosque repleto de campamentos de fugitivos y tribus Itzkas.

Los Itzkas, han sido estudiados durante muchos siglos, pero nadie ha visto uno y vivido para contarlo. Según los libros antiguos, son bestias engendradas para matar, su sed de sangre es tanta que cuentan que la sacerdotisa de Éldrit tuvo que crear una barrera tan poderosa que nadie nunca ha sido capaz de romper, y un vez que entras ya no se puede salir.

La cosa es que nosotros nos dirigimos hacia allá directamente. No es que tenga miedo, al contrario, suena excitante, pero no estoy en toda mi capacidad.

Volviendo al presente con el grupo.

AISHA: Muy bien Elsword, ¿Dónde coño estamos?

ELSWORD: Y yo que voy a saber.

AISHA: Te dije que debíamos ir por el norte, pero no, teníamos que seguir el estropeado olfato de la sabuesa.

CAZADORA: ¿Te puedes callar de una puñetera vez? -Lo dije tan calmada que la hice estremecerse.- no vamos por mal camino. He ido a ese reino cientos de veces, hacen las mejores dagas contra demonios.

ELESIS: Ahora me acuerdo, ya sabía que esto me sonaba de algo.

Caminamos un poco más hasta que sentimos como el cielo se oscurecía y decidimos acampar.

RENA: ¿En serio vamos a acampar aquí? -dijo como si fuera una locura.

RAVEN: ¿Tienes una idea mejor?

Rena se sonrojo furiosamente avergonzada.

Me giré hacia Ara, era una chica muy silenciosa que siempre parecía estar en otro mundo.

CAZADORA: Ey, Ara -pase una mano por delante de su cara para llamar su atención.

ARA: ¿EH? -Dio un respingón- Perdón Cazadora, estaba hablando con Eun y... lo lamento.

CAZADORA: ¿Por qué te disculpas? -le dije divertida.

ARA: No sé, creí que me había saltado algo.

Reí.

CAZADORA: No, tranquila, solo iba a decirte que vamos a acampar y pasar la noche aquí.

ARA: Mu...Muy bi...bien -dijo sonrojada escondiendo su cara detrás de su largo pelo negro.

Me hacía gracia aquella chica.

Miré hacia atrás y pude ver a Eve huyendo de Edd y literalmente escondiéndose detrás de Chung que recogía troncos para la fogata.

Me alejé del escandaloso grupo buscando lago para poder cenar esta noche.

Olisquee el aire cono un perro, cerré mis ojos y agudicé el oído. A lo lejos pude detectar un ciervo, a unos 18, no 19 metros. Cogí impulso y corrí como una flecha detrás de él con mi arco en la mano. Pero de pronto sentí otra presencia a mi lado. No la escuchaba, pero podía sentirla muy cerca. Coria a una velocidad de vértigo, más rápido que yo. Entonces me enfurecí cuando vi que llegaba hacia mi presa.

Era un enorme y hermoso lobo blanco como la nieve. Sus ojos eran don brasas, eran gemas rojas que chispeaban con fiereza. No me deje intimidar por sus colmillos ni sus largas garras, al contrario. Saqué dos flechas que se clavaron con precisión en el suelo captando la atención de aquella bestia.

CAZADORA: Yo la vi primero amiguito.

El ciervo estaba a acorralado entre el lobo y mi arco. Estaba preparado para algún descuido entre nosotros dos. Me fijé en su barriga, estaba preñada. Me dio tanta tristeza. No me gustaba matar animales así.

Apunté al lobo con el arco, pero entonces salió otro que se abalanzó contra el blanco. Era más pequeño y de un color verde musgo. El ciervo obtuvo una posibilidad y salió corriendo. Los lobos se levantaron. Me miraron furiosos. El musgo se lanzó contra mí pero yo logré esquivarlo con rapidez. El blanco lo atacó lanzándose contra el mordiendo su cuello. Era una intensa lucha de titanes y yo estaba en medio.

Admiré en silenció aquella sanguinaria batalla. El lobo blanco dominaba por completo, era más rápido, astuto y preciso.

La pelea acabó cuando el lobo más pequeño quedó en el suelo medio muerto mientras el blanco estaba arriba de él aullando orgulloso.

Los fragmentos de ÉldritDonde viven las historias. Descúbrelo ahora