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Harvard ha sido el hogar de Lauren por ya tres años. Jauregui vive en los dormitorios junto a su (ahora) mejor amiga, Verónica Iglesias. Lauren estaba en el tercer año de JD Program, que es el programa necesario para convertirse en abogada, Verónica ya estaba cursando el cuarto año de la suya, medicina. Lauren estaba sentada en su escritorio con sus anteojos puestos leyendo las flashcards para su próximo examen.

La habitación consistía en dos camas, justo en medio, unos metros más atrás estaba el pasillo en donde había un pequeño  closet y al otro lado el baño, y finalizando aquel pasillo, se encontraba la puerta. Dentro de la habitación, aparte de las dos camas, también descansaban dos escritorios y unos veladores.

Ese día la ojiverde se levantó ansiosa, sentía que era incorrecto descansar, sólo estaba enfocada en estudiar, tanto así que no le dio importancia a la cama de al lado, en donde descansaba su mejor amiga con una mujer, sólo cubiertas por la sábana blanca.

Lauren repetía la información de las flashcards en susurros, para no molestar a los amantes. De pronto se escuchó un gemido. Lauren desvió la mirada hacia la cama de su amiga, grave error, la chica se estaba frotando en la pierna de su amiga mientras dormía.

Cerró los ojos y tragó en seco.

Tomó las cosas que descansaban en el escritorio y apretó su miembro para que no despertase. No quería invadir la privacidad de la pobre chica, aunque ciertamente esa era su habitación, pero no era ninguna hija de puta, pero, Dios santo, qué erotico había sido presenciar eso.

Mierda, hace cuanto tiempo que Lauren no tenía algo con una chica.

Pensó en cosas feas: Números, vomito, el señor Scott. Lauren arrugó la nariz al recordar aquel viejo antihigiénico y pervertido; las orejas llenas de pelo, no siquiera se daba el tiempo de recortarlos.

Misión cumplida, la creciente erección había desaparecido.

La ojiverde tomó sus libros, mac y caminó hasta la biblioteca. Caminó por los pasillos de la gran universidad, gente llegando a sus habitaciones y gente yéndose, todo era muy diverso. Al llegar se percato de que para ser las 6 de la mañana estaba bastante lleno, ella buscó con la mirada un lugar para sentarse, pero realmente no había nada despejado.

Una chica linda, con un cintillo y también lentes estaba sentada con la cabeza fija en sus libros.

"¿Por qué no" pensó Lauren. Se sentó con una silla de diferencia. La chica de al lado levantó la vista y sonrió. A Lauren le pareció conocida esa mirada, pero hizo caso omiso a sus pensamientos y le devolvió la sonrisa para luego sentarse a su lado.

La ojiverde continuó haciendo las flashcards en su portátil, revisando el manual de Derecho Civil mientras que de vez en cuando miraba por el soslayo de su ojo y veía a aquella chica. Movimientos delicados, una mirada enigmática, uñas cortas pero pintadas.

El libro que leía con detención era de anatomía, lo sabía porque Verónica tenía el mismo. La ojiverde se centró en lo que hacía hasta que dos horas más tarde sonó la alarma, de que ya era hora de volver. Miró a su lado y la chica estaba durmiendo sobre sus apuntes.

Quizás era una locura, pero...

La latina guardó sus apuntes y fue a la cafetería. Pidió cuatro capuccinos y cuatro sándwiches. Con las manos ocupadas se dirigió nuevamente a la biblioteca y le dejó el café y el sándwich a aquella chica. Tomó un lápiz y sacó un post-it para dejarle un mensaje.

"Espero que te guste el capuccino, te dejé una bolsita de azúcar para que lo endulces a tu gusto y un sándwich, éxito en tu examen
LJM"

Our love (Camren G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora