ᵁᶰ ᶜʰᵒᶜᵒˡᵃᵗᵉ˒ ᵘᶰ ᵇᵉˢᵒˑˑ

Uɴᴀ ᴘᴇϙᴜᴇɴ̃ᴀ ʜɪsᴛᴏʀɪᴀ

—Soy un asco en esto— Suelto el estambre y los ganchillos

—No eres un asco, no digas esas tonterías— Mi abuela se acerca y recoge lo que tiré— Tienes que hacerlo con calma, mira— Ella comienza a terminar lo poco tejido que hice

Lo hacía ver tan fácil..

—Eso en injusto, lo haces ver fácil— Niego y me paro del sofá

—Todo el práctica mi niña—Ella se acerca a mí y besa mi cabeza

—Mejor iré a dormir— Asiente y yo camino a mi habitación

Al entrar me siento en mi pequeño escritorio, tomo un pequeño cuadro y beso la foto

Éramos mi madre y yo, la única foto que tenía de ella. Estábamos abrazadas sonriendo

Era un lindo recuerdo, el único recuerdo lindo que tenía en la memoria.

Sentada en mi escritorio tome un cuaderno en blanco, arranqué una hoja y comencé a escribir

Tenía la esperanza de que si hacía cartas hacia mi madre todos los días ella cambiaría de opinión, y vendría a vivir conmigo

Sabía que era imposible, si ella escapara mi padre, haría lo que sea para regresarla al infierno, y la golpearía hasta matarla

Así como lo hizo conmigo

—Eres muy estúpida, esto es lo más sencillo— Golpeó la mesa y aventó mi cuaderno—De que te sirve estudiar si seguirás siendo una inútil. Solo malgastó mi dinero—Se para de la mesa enojado y vuelvo aventar mi cuaderno

Me acostaba en mi cama mientras recordaba los insultos de mi padre

Un poco triste comenzó a dormir. Al día siguiente me levanto y veo la hora

—Mierda—Grito y me paro. Eran las 8 A.M, entraba a mi trabajo a los 6. Enojada comienzo a cambiarme y salgo de mi habitación para la cocina

—Te hice hot cakes mi niña, come— Me paro y tomo uno de esos y lo parto en dos, lo como y tomo las llaves del carro

—Tengo prisa—Con la comida en la boca salgo y me subo al auto

Comienzo a conducir y llego rápidamente a la pequeña tienda donde trabajaba

Al bajarme del auto tropiezo un poco, limpio el polvo de mi pantalón y entro con prisa

—Tarde— Me apunta con su dedo índice

—Lo sé, perdón— Mi jefe José sale de la tienda y yo voy atrás del mostrador

Trabajan en una pequeña tienda de abarrotes,  acomodaba las cajas de los nuevos chocolates que habían llegado

—Malditos chocolates, nunca se acaban— Pongo las cajas en sus lugares

—Y nunca lo harán cariño, llegaste tarde— Una pequeña anciana aparece

Es amiga de mi abuela y mía. Siempre me ha apoyado, desde que llegué aquí ellas dos han sido las únicas que me han apoyado

Se llama Ruth

—Lo sé Ruth, no fue por gusto llegar tarde. Han sido un par de semanas muy raras— Acomodó unas cuantas cosas y vuelvo al mostrador

—¿Por qué mi niña? ¿Pasó algo con tu abuela?—Niego

—No es eso, extraño más de lo normal a mi mamá—Sonrió y bajo la mirada

—Entiendo—Acaricia un poco mi cabeza—Yu abuela igual la extraña—Mira su reloj y retrocede—Tengo que irme— Camina a la salida y se despide de la mano

Yo le sonrío y sigo con mi trabajo. Durante el día hubo demasiada gente, comprando puro chocolate

Tan rápido como llegaron las cajas nuevas se fueron

—Señor, ese no es mi problema— Guardaba el dinero y siento un golpe en la vitrina

—Si es tu problema, hace un momento había mucho chocolate—Vuelve a golpear la vitrina y esta se agrieta un poco.

Brinco un poco del susto—Si quería chocolate hubiera venido más temprano— Gritó enojada— Ahora se va, o..

—¿O, qué?— Golpea otra vez el vidrio y lo rompe—Mierda—Siento los pedazos de vidrio rozar mi cara

Uno de los trozos cae en mi brazo y me rasga un poco

—Es un idiota!!— Le grito y veo un poco de sangre en mi brazo, mi jefe entra corriendo y ve el desastre

—¿Qué pasó aquí?—Jose pregunta y se acerca a ver mi brazo

—Este señor está loco—Lo apunto y él estaba en ¿Shock?

—Eso es mentira—Limpia su nariz y retrocede

—Se acabó el chocolate y rompió la vitrina, ese no es mi problema—Me siento en el suelo y muerdo mi labio

—Yo sé, yo lo arreglo—Yo asiento y José se lleva afuera al tipo—Yo creo que es mejor que descanses, le marque a tu abuela ella viene en camino—Me ayuda a pararme y me encamina hacia afuera

Mi abuela aparece y me abraza

—¿Quién fue?—Toma mi brazo y ve la cortada

—No lo sé, solo un idiota—Quito su mano y camino a mi carro—¿Puede manejar?— Asiente y le doy las llaves

En el camino todo era muy incómodo, no quería hablar y ella tampoco..

—Estoy harta de aquí— Finalmente digo

—Lo sé— Llegamos a la casa y está se estaciona—Llegó una carta.. de tu madre.

Abro los ojos—¿Qué?

—ESTO NO ES CIERTO, ELLA ESTÁ BIEN— Comencé a gritar y a tirar todo—Mi mamá está bien, ella solo bromea— Llorando caigo al suelo y siento unos brazos a mi alrededor

El aire comenzó a faltar, empecé a ver borroso y los sonidos comenzaron a cesar

Me muevo incómodo y veo que estaba en mi cama, acomodo las cobijas y a la habitación entra mi abuela

Me entrega un sobre y se sienta sin decir nada—¿Qué es esto? ¿Otra carta?— Digo sarcástica y abro el sobre

Era un boleto de tren—Que..-

—Quiero que salgas de la ciudad, despeja tu mente. Olvida esto ¿Si? Eres joven, no quiero que te atormentes con estas cosas. Te quiero—Me abraza y siento las lágrimas volver

—¿Cómo seguiré con mi vida, al saber que mi mamá se suicido?— Limpio las lágrimas y me siento en la cama

—Toma tu tiempo, el boleto es dentro de un mes. Tienes el mejor tiempo para saber qué hacer—Sale de mi habitación y yo veo el techo

UN MES DESPUÉS, Me encontraba frente al tren esperando que abriera las puertas

Camino por el pequeño pasillo del tren y me siento en un pequeño asiento

Con tranquilidad miro la ventana y cierro los ojos

Espero que esto funcione

—No pasarás la noche aquí ¿o si?—Alzo la mirada y veo a un tipo alto y gordinflón