Capítulo Tres

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—Taehyung —Jungkook gritó, agarrándolo antes de caer al suelo.

Los vampiros no caen. Ellos no pierden el equilibrio, nunca. Especialmente cuando este vampiro tiene todo el talento concebible de la historia de los vampiros: lectura de la mente, previsiones con escudos protectores... la lista es interminable. Debe ser indestructible.

Sin embargo, Taehyung parecía como si hubiera sido golpeado por un gran peso invisible que robó el aire de sus pulmones. Y Sammy, el gato arqueó su espalda, su piel estática, y con un silbido feroz, él voló fuera de la habitación.

En esa fracción de segundo, Jungkook casi se llevó a Taehyung y saltó. Su primer impulso fue quitar a Taehyung del peligro, protegerlo y mantenerlo a salvo. Pero algo le dijo que se quedara.

—¿Qué es eso? ¿Qué ha pasado? —Jungkook con mucha prisa, puso sus manos en la cara de Taehyung, buscando algo malo.

Todo el mundo estaba claramente asustado, desplazándose a su alrededor. La habitación estaba en silencio, en estado de shock y esperando.

—No viste...? — Taehyung sacudió la cabeza. Jungkook le ayudó a ponerse en pie, y Taehyung miró hacia donde estaban las criaturas Zoá. — ¿Ustedes no vieron eso?

—¿Ver qué? — Jungkook preguntó en voz baja. Parecía como si Taehyung mirase a su alrededor para enfrentar las miradas, esperando a que alguien riera. — Taehyung, no había nada que ver.

Taehyung palideció. Él miró para Yoongi y Jimin y luego a Kole, y finalmente de vuelta para Jungkook.

—No estaba en mi cabeza. Te lo juro. Ellos estaban allí.

—No, eso no estaba en tu mente. El gato vio todo lo que tú viste. ¿Fue el Zoá? —Preguntó Jimin.

Taehyung tomó una respiración profunda y asintió mientras Yoongi desapareció, y Jungkook le podía oír hacer una comprobación de la vivienda. Volvió un momento después, su pelo largo y negro desplegándose con su velocidad.

—Estamos a salvo.

El tono de Jimin fue breve y agudo.

—¿Eleanor? ¿Has visto algo?

Eleanor sacudió la cabeza.

—No, no puedo verlos. Solo lo que Taehyung me mostró antes. Yo no tengo visiones de ellos en absoluto.

—Ellos estaban allí.— Taehyung dijo finalmente, señalando el espacio de la sala de estar cerca de la pared de antigüedades de Jungkook. —Había cinco de ellos en una formación de V. El líder en el frente fue el único que habló. Eran las mismas personas... cosas, lobos, Zoá, cualquier mierda que sean.— Miró a Jungkook, sus ojos suplicantes, pero más grandes y salvajes. — Ellos estuvieron aquí.

—¿Ellos hablaron contigo? —Dijo Jungkook.

Taehyung asintió.

—¿Qué te dijeron?

—Te lo puedo mostrar. —Taehyung dijo, mirando rápidamente a todos. — Ustedes verán que yo no estoy haciendo esto.

Jungkook llevó la mano a la cara de Taehyung, habló en voz baja y ferviente.

—Yo no dudo de ti, Taehyung. Aquí nadie lo hace. No te estás volviendo loco. A Sammy no le gustó su presencia tampoco, ¿recuerdas? Muéstranos lo que viste, así podemos compartir este problema contigo.

Taehyung echó un último vistazo a las caras que miraban hacia él, y nada más que con una suave respiración, les mostró. Describió esta transferencia telepática para Jungkook una vez, como extendiendo dedos como sinapsis directamente desde el sistema límbico. Tan fácil como pensar en el mismo, el podría pensar en la cabeza de otra persona, compartiendo la memoria con quién eligió, sin importar donde estaban en el mundo.

La Llave De Jungkook #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora