Después de la Revolución

Ya no tiene sentido

-¡Titán! ¡¿En que estás pensando?!-.

Ganímedes empujó a Titán después de que este haya dado la orden de retirada.

-¡Hemos llegado muy lejos para terminarlo así!-.

Al final Phobos y Deimos contaron todo a Mercurio, Marte y Venus, y ellos se encargaron de que Tierra también se entere de la 'Revolución Lunar'.

-Ganímedes... ¡En primer lugar no fue mí idea atacar a los planetas!-.

-¡Pero estuviste de acuerdo cuando Calisto, Ío y la luna de la Tierra dijeron que habían logrado derrotar a Ceres!-.

Tierra se sorprendió por eso, ¿habían atacado a Ceres también?

-¿Atacaron a Ceres?...-.

-¡N-no! Él empezó arrojándonos asteroides...-.

Luna trató de excusarse pero lo único que recibió fue una mirada de decepción por parte de Tierra.

-¡Eso no importa ahora! Luna tenía razón cuando dijo que eran dos escenarios diferentes...-.

Titán miró arrepentido a Luna, pero él solo apartó la mirada.

Todas la lunas presentes por fin soltaron los asteroides que tenían para atacar a Tierra,  había aparecido Tritón, un poco agitado por tanto correr y se calmó al ver que nada había terminado en una catástrofe.

-¿Titania?-.

Tritón llamó a la luna y esperó a que ella se acercara a él.

-Ya no tenemos que hacer nada aquí... Es hora de irnos. Vámonos Tritón...-.

Él asintió, ahora tendría que buscar a las demás lunas Neptuno, el sentimiento de culpa volvió a él por haber tenido la intensión de abandonarlas.

-¡Tritón! ¡Volviste!-.

Despina salió de detrás de unos asteroides con las demás lunitas para abrazar a Tritón.

-¡Ustedes no se pueden ir! No hemos- -.

-Dije que nos retiramos... Ninguna otra luna de los gigantes de hielo participará en esta locura-.

Titania frunció el ceño al ver que Ganímedes trató de jalarla y simplemente se alejó.

-Adiós lunitas...-.

Ío se despidió de las pequeñas lunas de Neptuno, les había agarrado cariño y ellas a él.

-¡Ven con nosotros!-.

Preguntó Nereida sonriendo y jalando a Ío.

-Tal vez otro día... ustedes vallan con Tritón y Titania-.

Y todo quedó en silencio después de que 41 lunas abandonaran aquel lugar.

-Malditos...-.

Murmuró Ganímedes apretando los puños de rabia.

-No los necesitamos-.

Europa se acercó a Titán.

-Solo son ustedes contra las lunas de Saturno y Júpiter, ¿verdad?-.

Europa se dio la vuelta para mirar a la lunas pero su cara retorció al ver ya ninguna tenía intenciones de atacar.

-Europa es mejor irnos antes de que aparezca Júpiter...-.

Europa entonces sintió un pequeño impacto de un asteroide en su pierna, luego otro y otro en otras partes de su cuerpo, uno cada vez mas grande que otro.

-¡Esperen! ¡No hagan eso!-.

Titan por fin soltó a Luna y fue corriendo en dirección de Europa y Ganímedes.