━━━𝐄𝐍𝐄𝐌𝐈𝐄𝐒: ❝ Jasper Hale ❞

𝐗𝐈𝐈. 𝐂 𝐎 𝐍 𝐅 𝐄 𝐒 𝐈 𝐎 𝐍

Nerviosa. Nerviosa estaba Valka. Era su cita con su chupasangre rubio.

Su vestimenta era bonita, tenía un vestido sencillo pero bonito para la ocasión, el vestido era blanco con flores azules, este le llegaba a las rodillas, dejaba al descubierto sus brazos y se podía visualizar su tatuaje, también llevaba puestos sus converse azules, su pelo estaba recogido en una coleta.

Jasper veía como ella bajaba de la camioneta de quien sería de Sam, el hermano mayor de la chica. Ella se acercó lentamente, pasando del otro lado del tratado, él la observo detalladamente, era hermosa.

"¿Tengo tierra en la cara?" Cuestiono Valka al no verlo reaccionar.

Jasper salió de su ensoñación y negó son una sonrisa boba.

"No señorita. Solo que usted es muy bonita" Alago el rubio escuchándola reír suavemente.

"Usted no se queda atrás, señor Hale" Jasper bajo la mirada nervioso.

El tenía una vestimenta linda, pareciera que se habían puesto de acuerdo, pues él también tenía una camisa blanca con detalles azules, su pantalón era azul oscuro, sus zapatos eran azules oscuro y su cabello estaba perfectamente ordenado aunque algunos rulos caían en su cara.

"Se que no es de tu agrado los restaurantes" Jasper la guió al auto ayudándola a subir al Jeep "Así que prepare algo que me parece que te gustara"

Valka sonrio y su mirada viajo a la carretera, se iban adentrando hacia el territorio Cullen. El Jeep después de varios minutos se detuvo, a la lejanía se visualizaba unas pequeñas luces, un camino se dejaba ver entre el bosque.

Jasper con su velocidad bajo del auto y le abrió la puerta y le ayudó a bajar con delicadeza.
Su mano la junto con la de ella, ambos tomados de la mano comenzaron a caminar, Valka dejándose guiar por el rubio, se detuvieron al llegar y Valka pudo apreciar el lugar.

Habían luces colgadas entre los árboles, había una manta sobre el suelo perfectamente limpio, había una canasta mediana y alrededor estaban sus comidas favoritas.

"Esto es muy lindo, rubio" Admitió Valka sentándose en la manta al igual que Jasper.

"Me alegro que le gustara, señorita"

Ambos se sonrieron, Jasper la veía comer y en ocasiones el cortaba la carne en trozos pequeños para que ella lo ingiriera sin dificultad alguna.
El silencio reinaba en aquel lugar pero no era incómodo, era todo lo contrario. Era un silencio cómodo donde se podía transmitir una tranquilidad.

"No tuve la misma crianza que tuvieron mis hermanos" Jasper hablo rompiendo el silencio mientras remangaba su camisa.

"¿Mordidas?" Valka pregunto dudosa.

"Cicatrices de guerra" Corrigio el vampiro acercándose a ella.

"El entrenamiento que me dió el ejército confederado no me sirvió en nada para luchar contra los neófitos, vampiros recién nacidos. Y aún así, nunca perdí ni una sola batalla. Tenía 17 años cuando me uní al ejército confederado en 1861, tuve que mentir diciendo que tenía 20 años para que me dejaran unirme y se lo creyeron debido a mi estatura y apariencia. Ascendí de rango rápidamente hasta convertirme en el Mayor más joven de la historia" Confeso Jasper sintiendo las manos de Valka sobre sus cicatrices.

"Fue en una evacuación en Galveston, en 1863, cuando me topé con tres inmortales, un de ellas, María, fue quien me mordió. Ella estaba creando un ejército. Habían constantes batallas por el territorio y ella las ganaba todas. Ella era inteligente, cuidadosa y me tenía a mí." Jasper hizo una pausa y Valka lo tomó de la mano al verlo suspirar.

"Yo siempre he sido capaz de influir en los demás, al ser convertido se convirtió en mi don. Soy un empático y soy capaz de sentir e influir en las emociones, yo entrenaba a sus neófitos y cuando no eran de utilidad, me deshacía de ellos. Creí que lo que tenía con María era amor, pero yo era su marioneta...y ella tiraba los hilos".

"¿Como la dejaste?" Preguntó cuidadosamente Valka.

"Me fui, con ayuda de Peter y Charlotte. Estuve con ellos un tiempo hasta que decidí ser un nómada y, mientras vagaba, Alice me encontró. Recuerdo que ella simplemente se acercó y me dijo que la había hecho esperar mucho tiempo" Jasper sonrio ante el recuerdo.

"Yo solo me disculpé totalmente confundido y me contó sobre las visiones, sobre Carlisle y la dieta que seguía. Yo no estaba muy seguro, pero me dejé llevar por su entusiasmo. Y me prometió que sería feliz"

Valka lo miro con una sonrisa y hablo.

"¿Y lo eres?"

Jasper sonrió y tomando las manos de Valka volvió a hablar.

"Lo soy desde que te vi por primera vez, Valka" Con lentitud la levantó de la manta.
"Soy el hombre más feliz desde que te conocí, Valka. Siempre creí que no merecía a alguien por todas la cosas que hice, pero aquel día donde nuestras miradas se cruzaron supe que serias mi perdición"

Jasper acercó su rostro al de ella, una pequeñas distancia los separaba. Sus ojos dorados veían los ojos chocolate de ella, los latidos de la loba eran acelerados. La confesión del vampiro, de su impronta, la emocionaba pero antes de que pudiera responder, Jasper habló nuevamente haciendo que sus emociones se descontrolaran.

"Valka, tu eres mi compañera" Jasper se acercó más a su rostro, sus narices se rozaban "Valka, tu eres mi alma gemela".