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TOM

Hoy es Nochebuena y en unos minutos Bill y yo tenemos que ir a casa de Tessa, pero estoy aquí en mi habitación tratando de empaquetar el maldito regalo de Tessa.

— ¿Por qué te mueves tanto? ¡Maldita sea! — mi frustración estaba a mil — ¡Deja de ladrarme y coopera! — renegaba mientras trataba que el perrito no saliera de la maldita caja

— Oye, Tom- — apenas entró mi hermano nos quedamos viendo como imbeciles

Él:

Yo:

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Yo:

Mientras sostenía el perrito en las manos

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Mientras sostenía el perrito en las manos

— ¿Y esa hermosura para quien es? — cuestionó acercándose. Realmente no se si está hablando de mi o del perro. Es que soy tremenda hermosura, lo sé — Que cosa tan bonita — agarró al perrito. Ok, definitivamente estaba hablando del perro cuando dijo "hermosura"

Yo — Dame al perro, Bill. Tengo que ponerlo en la caja —

Bill — Que amargado — rodeó lo ojos — ¿Esta hermosura es para mi? — cuestionó mientras llenaba de beso al cachorro

Yo — Sigue soñado Billiberto, este perro es para Tessa —

Bill — ¿Para Tessa? — levantó su ceja confundido

Yo — Si, para Tessa —

Bill — ¿Aún te sigue gustando Tessa? — me pasó al perrito para ponerlo nuevamente en la caja de regalo

Yo — Bill, ya hablamos de esto varias veces. No quiero pelear hoy que es nochebuena —

Bill — Es que no te puede gustar Tessa. ¡Olvídala! —

Yo — ¿Tu crees que no lo intento? — Claramente no lo hago — Pero no puedo. No puedo sacarme esa maldita chica de mi puta cabeza —

 𝙀𝙣𝙖𝙢𝙤𝙧𝙖𝙙𝙤 𝙙𝙚 𝙡𝙖 𝙣𝙤𝙫𝙞𝙖 𝙙𝙚 𝙢𝙞 𝙖𝙢𝙞𝙜𝙤... // Tom Kaulitz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora