Japan Mafia [Satosugu]

Tik tok.

Capitulo 6:

—¡Arriba!

Un gruñido roto salió de los labios confundidos del peli-negro, el chico de cabellos sueltos despertó en su cama mientras sus hijas movían su cuerpo de forma automática.

—¡Vimos lo que hiciste!

—¡Alfa tonto!

Luego de entrar en razón en el retumbar de la cama, se levantó junto con sus ojeras moradas y su suspiro largo.

—¿De que están hablando?

La mayor de las hermanas se sentó con los brazos cruzados y una expresión molesta. Su hermana imitó su acción confundiendo a el pobre hombre que despertaba con una expresión neutra.

—¿Van a hablar o que?

—Quieres cortejar a-

Su padre tapó su boca cuando observó a cierta bolita de pelos caminar con el azabache en manos por el pasillo. Mimiko tapó su propia boca por si sola mientras los pasos resonaban por debajo de la escalera.

—Callense, de seguro las está buscando para comer algo, hablen rápido y bajen.

—No nos parece nada de lo que haces.

—¿Y eso en que ámbito lo dices?

Sus mejillas se llenaron. Con un rojo carmesí por la rabia en sus caras. Geto suspiro mientras sus propias manos pasaban por su cara. Frustrado. No sabía si admitir que realmente sus ojeras eran por el mismo tema de conversación que tuvo con Shoko.

Geto en verdad no estaba cómodo con la situación, no podía pensar en que tenía que dejar ir a Satoru por el bien de Megumi o si tenía que matar a Megumi para tener a Satoru.

Quería a Satoru.

Por Dios. Claro que lo quería. Pero no sabía cómo reaccionar ante el descubrimiento de que tenía que matar a un niño

No quería matar a Megumi.

Aunque no era algo de extrañar, sabía lo terrible que podía sonar el asesinato, sobre todo a niños. Sin embargo esto tenía una carga más emocional de lo que pensaba.

No quería matarlo.

Tal vez por qué sus bonitos ojos esmeralda demostraban la inocencia de la vida y del corazón, un corazón puro de mal o odio.

No podía imaginarse a si mismo haciéndole daño.

Dios mio, no podía.

Pero tampoco podría estar mucho tiempo sin clavar sus dientes en el. Había fantaseado demasiado internamente con ello. Quería poner la marca entre sus tiernas clavículas, eran lindas y se le marcaban con dulzura, se sentía bien su olor de cerca. Quería gozarlo, de todas las formas. Que se sintiera tan íntimo y especial.

Pero sabía con exactitud que Satoru haría lo que estuviera a su alcance con tal de proteger a Megumi.

No tenía ningún tipo de dudas.

Si sabía que era una amenaza para el. Jamás lo aceptaría. Y Suguru nunca podría obligarlo a estar a su lado.

Eso era más el estilo Ze'nin.

Vaya que detesta a esos tipos.

—Sabemos que quieres a Satoru...¡pero no dejaremos que le hagas daño a Megumi!

—¡Te lo prohibimos!

—No pensaba hacerlo de todas formas.

La atención de las jóvenes de fijo en el peli-negro de aspecto dudoso. Estas comenzaron a dudar si realmente había sido una buena idea despertarlo de aquella forma tan caótica.