Product of love (Parte II)

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—Shi, no estoy obsesionado con el nombre, pero...— La chica arqueó una ceja con incredulidad provocando los pucheros del detective— ¡No lo estoy! —exclamó frustrado el chico—En fin... te decía que hasta que se nos ocurra un nombre con el que los dos estemos de acuerdo, lo llamaré Sherlock.— la mirada de Shiho ponía nervioso al detective— Cla-claro, solo si estás de acuerdo—agregó rápidamente el chico.

De pronto el bebé comenzó a hacer ruidos.

—¿Lo ves?, nuestro hijo está de acuerdo

—No, no lo está —contradijo Shiho frunciendo el ceño.—Él lo odia, ¿verdad, mi amor?—preguntó con una cálida sonrisa al pequeño lleno de energía y entusiasmo.

El pequeño sacudió sus diminutos puños en el aire y aún más feliz empezó a sacar sonidos de su boca, el bebé no está ni de acuerdo, ni en desacuerdo con la afirmación de su madre.

Ambos padres jóvenes se quedaron desconcertados ante el comportamiento de su hijo.

—Vaya, seguro que eres un niño feliz, ¿no?— dijo riendo el chico, mirando a su hijo con adoración.

—Eres muy pequeño, pero tienes mucha energía —comentó la científica de buen humor, acariciando el cabello del pequeño.

—Sherlock será un niño con mucha energía como su padre —afirmó entusiasmado el detective.

—Shinichi, ya hemos hablamos sobre ese nombre.

— Pero...Shi es un gran nombre, además, Sherlock empieza con "SH" como nuestros nombres—trató de convencer a su esposa.

—¿S...H?—murmuró su esposa muy concentrada.

—¿Eh?, ¿Pasa algo Shi?—preguntó el detective un poco confundido.

—Sh...Shi...Shi...ro —dijo con una sonrisa triunfante, dejando confundido a su pareja— ¡Shiro! ¿Te gusta?

—¿Shiro Kudo?—se preguntó a sí mismo el detective con seriedad— No me gusta...—dijo el chico dejando desanimada a su esposa.

—¿No te gusta..?—preguntó confusa la joven.

—No me gusta... ¡Me encanta!—terminó el chico con una cálida sonrisa en su rostro.

—¡Shinichi!—sentenció su esposa— pensé que pasaría más tiempo sin que nuestro hijo tuviera un nombre.

—Vamos, no te enojes, Shi...—dijo nervioso intentando tranquilizar a su pareja, quien lo fulminaba con la mirada—....El nombre es perfecto para este pequeñín, tiene el "SHI" de nuestros nombres y....

—Significa blanco, es lo contrario de negro...—terminó Shiho mientras se acercaba aún más a su esposo.

—Sí...¿qué dices Shiro-kun, te gusta ese nombre?

Shiro bostezo y, con un último parpadeo de sus ojos verde, se quedó dormido.

—Dulces sueños Shiro-kun —susurró su padre, mientras lo acostaba en su cuna.

Shinichi tomó la mano de su esposa, y la condujo fuera de la habitación hasta una ventana enorme donde se podía apreciar un hermoso atardecer, el chico rodeó la cintura de Shiho por detrás.

—Shinichi...

— Dime, amor.

—¿Me quieres?—preguntó la chica, se volteó sin separarse del abrazo para mirar a su esposo .

—¿Eh?, ¿por qué lo preguntas?—preguntó extrañado el chico.

—No hagas preguntas y contesta—exigió la chica intentando ocultar su sonrojo.—¿Me quieres?

—¿Quién te dijo semejante mentira?—preguntó extrañado frunciendo un poco el seño.

—¿E-Eh?—ella parpadeó un par de veces, sin comprender a su esposo.

—De verdad...¿piensas que te quiero?—preguntó desanimado el detective.

La tristeza se empezó a notar en su mirada, ocultó su mirada bajo su flequillo y se quedó en silencio, entonces el chico habló:

—Lo que yo siento por ti....es mucho más fuerte que eso, ¡Te adoro! ¡Te amo!

Enseguida la chica golpeó el pecho de su esposo—¡Idiota! ¡Eres un idiota!—reprochó una y otra vez golpeando al chico

—Shi, ¿Cómo puedes seguir cayendo en eso?—preguntó divertido.

—Eres un idiota, Kudo—respondió aún molesta.

—Vamos, solo era una broma—dijo acariciando su cabello—solo era una broma de mal gusto, amor, perdóname ¿sí?—intentó disculparse dándole un beso en su frente—Jamás te dejaré de amar.

—Yo....quiero estar para siempre contigo y con Shiro, los amo mucho...

—¿Por qué lo dices? ¿Pasó algo malo, amor?—preguntó el chico con un poco de preocupación.

—Bueno, de vez en cuanto yo también puedo decir cursilerias, como tú—dijo con un tono burlón.

—Por mi, podría escuchar cursilerías de tu parte toda mi vida.—afirmó el detective entre risas.

—Aunque lo que dije fue en serio Shiro y tú, son importantes en mi vida.—repitió seriamente la rubia rojiza.

—Para mi tambien ustedes son lo que más importante y lo que más amo en mi vida.

—¿Estás seguro?, pensé que eran los casos ya que no puedes vivir sin ellos.—comentó divertida su amada esposa

—¿Lo ves?, si solo por no tener casos no puedo vivir, sin ustedes yo me moriría.

Los esposos simultáneamente soltaron pequeñas risas y miraron juntos el atardecer.

—Te amo, Shiho Kudo.

—Yo también te amo, Shinichi Kudo

Fue lo último que se dijeron antes de darse un lindo y tierno beso como símbolo del amor tan fuerte que sienten, amor por el que Shiro había nacido.

Una pequeña historia, de nuevo.😅

Espero que esten super bien y que esta historia les haya gustado tanto como a mi me gustó escribirla, por cierto necesito ideas para mi próxima historia😄, así cualquier idea o sugerencia las aceptó muy feliz, sin más que decir me despido.😋

See you.😘

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