Capítulo 2: La calma antes de la tormenta

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Luego de caminar algunos metros, ambos llegarían a la herrería que Mein había mencionado

Rin: ¿Es aquí?

Mein: Así es, este es el lugar

Dijo mientras entraba junto a Rin

Herrero: ¡Bienvenidos!

Mein: Buenas, necesitamos urgentemente equipamiento para el héroe del escudo

Dijo mientas apuntaba a Rin

Herrero: ¿De verdad? Vaya... entonces te tocó el escudo, mala suerte

Rin: Nah, todavía puedo usar mis puños

Herrero: ¡Jaja! Admiro tu optimismo, chico ¿Cuál es tu nombre?

Rin: Rin Okumura, pero puede llamarme Rin, un gusto

Herrero: Rin eh... bueno, si vienes a comprar seguro no importa que arma lleves ¡Será un placer atenderte!

Mein: Señor ¿Podría mostrarnos sus mejores armas? Algo que cueste 250 monedas de plata

Rin: ¿Eh? No te preocupes, Mein, no lo necesito

Mein: ¿Eh? ¿A qué se refiere?

Rin: Verás... yo ya tengo mi propia espada, además, este escudo no me deja portar otra arma

Herrero: ¿De verdad?

Dijo saliendo del mostrador y revisando el escudo de Rin con una especie de lupa mágica

Herrero: Que raro... percibo mucho poder aquí, pero ni con magia de tasación logro comprenderlo ¿Has intentado quitártelo?

Rin: Si, pero no se puede, fue demasiado incomodo dormir con el

Herrero: Ya veo... bueno, al menos déjame mostrarte alguna armadura

Rin: Bueno, creo que no habrá problema con eso, muéstreme

Herrero: En seguida

Dijo mientras se metía a la trastienda

Mientras tanto con Bell, este se encontraba con su grupo a las afueras de la ciudad

Bell: Muy bien, aquí es donde dijo el rey que aparecían monstruos

Aventurero: Así es, héroe de la espada

Bell: Oye, sabes que pueden llamarme solo Bell

Aventurero: ¡Ah! Lo lamento, señor Bell

Bell: Jeje... no pasa nada, en fin, hay que concentrarnos

En eso un monstruo con forma de pelota saltaría en dirección al aventurero

Aventurero: ¡!

El monstruo sería partido en dos por un hábil corte de la espada

Aventurero: ¿Eh?

Bell: Cielos, eso estuvo cerca ¿Estas bien?

Dijo ofreciendo su mano para ayudarlo a levantarse

Aventurero: ¿Eh? Oh, si...

Aventurera: Oye, Padic. Ten más cuidado, estamos en terreno de monstruos

Padic: Lo siento, me tomó desprevenido

Bell: Entonces tu nombre es Padic ¿no?

Padic: Oh, sí. Padic Clawdust, ese es mi nombre.

Bell: Ya veo ¿Y cuál es el tuyo?

Aventurera: ¿Yo? Pues... mi nombre es Geja, Geja Clawdust, él y yo somos hermanos.

The Rising Of The Legendary HeroesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora