Tormenta

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Los sannin llevaban ya varias semanas viéndose a diario. Jiraiya, frecuentaba la oficina de la hockague durante las noches. Mientras se veían, lo único que les importaba era tener la oportunidad de hablar; conversaban, reían y muchas veces coqueteaban, pero nunca fueron más allá después de aquel beso.

El invierno estaba próximo, todos se preparaban para la nieve y el frío, incluyendo los shinobi.

-- ¡Achu!

-- Salud. Creo que te has resfriado, Tsuna. -- dijo Jiraiya al escuchar el estornudo de su compañera.

-- No es nada grave. El frío no provoca las enfermedades. -- respondió la rubia.

Jiraiya estaba postrado encima del escritorio de la hockague. Ella, sentada en su silla, firmaba algunos documentos importantes, aunque el sabio la distraía a ratos.

-- ¿Crees que el frío sea extremo este año? -- preguntó el sannin preocupado.

-- Habrá nieve, pero no sabemos si sea algo grave. -- replicó la hockague aún concentrada en su labor.

Tsunade, dejó a un lado los papeles y cerró los ojos por unos segundos.

-- Muy probablemente tú te encuentres fuera de la aldea cuando la nieve caiga. -- dijo Tsunade.

-- Es verdad, lo había olvidado. Tengo otra misión.

La sannin se levantó de su silla y asomó la cabeza por el gran ventanal que estaba detrás de ella. Jiraiya aprovechó la oportunidad y la abrazó por la espalda, cosa que a Tsunade, muy en el fondo, le encantaba.

-- No he tenido vacaciones en mucho tiempo. Siempre debo salir a esas misiones y entrenar a Naruto. -- exclamó Jiraiya apartándose de la rubia para darle la espalda.

Ella se volvió hacia su compañero y colocó una de sus manos en su hombro.

-- Cuando vuelvas, te daré vacaciones. -- Le susurró ella en el oído.

Después de un rato, Jiraiya salió de la oficina y se dirigió a casa para alistar sus cosas y salir de Konoha esa misma noche.

Mientras tanto, Tsunade permaneció trabajando hasta ser interrumpida por Shizune. Ésta se notaba nerviosa y con un aspecto descuidado a causa del cansancio.

-- Dime, Shizune, ¿qué sucede?

-- Lady Tsunade, me acaban de informar que habrá una tormenta de nieve muy feroz. -- le dijo Shizune con desesperación.

-- Ya nos estamos preparando para la nieve, no hay por qué preocuparse. -- respondió la hockague bastante tranquila.

Shizune sacó un pequeño sobre de su vestido y se lo alargó a la rubia. Ella lo abrió, lo leyó con rapidez y lo colocó en la mesa.

-- El pronóstico ha cambiado. Ahora las circunstancias serán mucho peores. La tormenta sería capaz de acabar con nuestros habitantes. -- exclamó la azabache.

-- Informa esto a cada escuadrón. Cancela cualquier misión que tengan por el momento. -- le ordenó Tsunade a su subordinada antes de que ésta saliera corriendo de la oficina.

..

Aquella mañana, todo parecía marchar bien. El frío aumentaba rápidamente y caían los primeros copos de nieve sobre los tejados de la casas.

Kakashi, Naruto y Sakura, se dirigían a la torre del hockague para esperar órdenes de Tsunade.

-- Kakashi - sensei, estoy harto de hacer trabajo comunitario ¡Necesito una misión de verdad! -- exclamó Naruto.

Nosotros: Tsunade x JiraiyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora