Capítulo uno: Me convencieron.

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️ Historia con contenido +18.

01

Rebecca Armstrong

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Rebecca Armstrong

A veces la vida te pone pruebas realmente muy duras. Eso ya lo sabía pero no me había tocado vivirlo hasta hace cinco meses atrás.

Catherine, mi ex novia, había tenido la audacia de engañarme con una mujer en mi propia casa.

Nuestra relación llevaba casi dos años, pero no estaba triste, me sentía enojada por el hecho de que ella haya traicionado a mi confianza de aquella manera tan sucia.

Había herido un poquito mi capacidad para confiar en las personas.

Me da asco y enojo.

Pensaba en que no sería un gran problema lidiar con aquello, hasta que se hizo lunes y recordé que la mujer que había traicionado mi confianza no era nada más y nada menos que mi reciente nueva compañera de trabajo.

Me quiero morir.

Catherine no hacía nada más que insistir en que había sido una tontería y que no volvería a pasar, mientras que yo me estaba esforzando demasiado para no tomar su cabeza y estamparla contra la pared.

No me pueden culpar por querer hacer eso...

Pero antes de que sucediera decido renunciar.

Después de todo, no me gustaba tanto trabajar como la pendeja de mi jefa. Mi sueldo era bueno, pero podía -o debía- ser mejor para todo lo que aguantaba: los problemas de mi jefa con su estúpido esposo, el ambiente insoportable gracias a mis compañeros de trabajo que sólo pensaban en incoherencias y el lugar con bastantes colores chillones como para que me den ganas de tirarme por la ventana.

El mismo día en el que renuncié me había prometido a mi misma que en ese mismo instante buscaría otro trabajo, pero lamentablemente me quedé dormida y me olvidé de hacerlo por... algunos meses

Ups.

Cinco meses en los que me la pasé disfrutando de la comodidad de mi sillón, una suscripción anual a Netflix y mi buena mano para hacer postres.

Me había acostumbrado a aquello hasta que recordé que el dinero no es infinito, que debo ser una mujer independiente y responsable.

Pues nadie a mi alrededor piensa en que una mujer de tan sólo 25 años, con una carrera y con mucha inteligencia como yo, se la pase desperdiciando su potencial.

Así que hace dos semanas empecé a dejar peticiones de trabajo en todas las empresas que lucían minimamente decentes, había empezado a perder las esperanzas hasta que un sábado por la noche recibí una llamada.

- ¿Rebecca Armstrong? -habla una voz masculina al otro lado de la línea.

- Esa soy yo. -respondo como puedo porque acabo de ahogarme con un poco de comida instantánea.

- Soy Bastian, el encargado de reclutamiento de la empresa Empire Designs, y su currículum ha llamado la atención por su trayectoria y estudios.

Uy, sí. Mi currículum consta de bastante experiencia laboral gracias a que desde los 18 años me había metido a trabajar de lo que sea, a los 21 había hecho una pasantia en una empresa bastante buena y para finalizar había estado trabajando durante 4 años en esa estúpida empresa que resulta ser prestigiosa por alguna razón. Claro, hasta que pasó lo de Catherine y me volví un poco miserable durante 5 meses.

- Y nos gustaría saber si sigue en pie su interés de formar parte de nuestro equipo de trabajo. -sigue hablando ese tal Bastian al otro lado de la línea.

Por dios, a quién se le ocurre llamar un sábado por la noche para reclutar a alguien en una empresa.

Me quejo pero a la vez estoy agradecida.

- Claro que sí, sigo interesada. -respondo algo entusiasmada.

- Decidimos reclutarla de inmediato. -habla de nuevo y aclara su garganta.- Empezaría el lunes, Señorita Armstrong, si usted acepta.

¡Sí, mierda, sí!

- Perfecto, estaré encantada de empezar el lunes. -hablo una vez más.

Bastian me da unas cuántas indicaciones para luego cortar el teléfono.

Bingo, conseguí un trabajo. El lunes a las 8 de la mañana debería estar presente en la entrada para poder ingresar.

Por el chat grupal de tres personas en el que están mis dos mejores amigos, Maira y León, escribo un mensaje contándoles sobre mi nuevo empleo.

Por el chat grupal de tres personas en el que están mis dos mejores amigos, Maira y León, escribo un mensaje contándoles sobre mi nuevo empleo

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Domingo por la mañana, mi último día libre. Me doy una ducha bastante larga y relajante para luego prepararme un café con leche mientras miro mi celular.

- Felicidades cariñooo. -el mensaje de León fue enviado minutos después de mi noticia.

- Gracias chiquitín. -respondo con el apodo del chico.

- Que buena noticia Beck, esta noche sí o sí salimos a festejar. -Maira escribió casi en el mismo instante que yo.

- ¿Estás loca? Mañana es lunes y todos debemos ir a trabajar temprano. -tecleo rápido.

- No importa, será algo tranquilo. -responde Maira.

- Maira tiene razón, será tranquilo e iremos a trabajar frescos como una lechuga.

Es tonto hacerme la difícil porque nunca le digo no a una salida con esos dos diablillos.

- Bueno, me convencieron. -respondo y dejo mi celular en la alacena.

- ¡Siii! -responde León seguido de unos emojis de corazón.

- Bueno, pasamos por tí a las diez de la noche. -mensajea Maira.

Sé que tal vez es un poquito irresponsable salir a una reunión de amigos que seguramente implique alcohol una noche antes -o más bien, unas horas antes- de empezar en un nuevo trabajo, pero...

¿Qué podría salir mal por un inofensivo festejo?

🥀🌸

N/A: Nueva historia como regalo de fin de año para empezar el año con algo bonito, porque prometo que esta historia lo será uwu. Las actualizaciones serán rápidas ya que quiero subirla completa lo más pronto posible, sin embargo también quiero estar atenta a que no tenga errores para no tener que mandarla a edición. Por cierto, gracias por el apoyo, me alientan mucho <3

Otra vez tú © FreenBeckyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora