Steal the Show♡

2. ¿Aterrador?

Con el pasar de los días, Porchay empieza a preocuparse de verdad sobre lo que está pasando entre él y Kim.

Si bien estaba, y sigue realmente emocionado sobre toda la situación, la cosa está empezando a salirse un poco de control. Pensó que sería como los amores de verano en las películas románticas, algo espontáneo y cálido de recordar.

Pero Kim ha estado mandándole mensajes y llamándolo sin cesar. Él tiene mariposas en el estómago cada vez que ve su nombre en sus notificaciones, pero no quiere hacerse ilusiones sobre que ese maravilloso e irreal hombre podría estar interesado en él de verdad.

Y además, todavía está la cosa con Lía. Porchay confía en ella con su vida, del mismo modo que la mujer confió en él y su talento cuando nadie más lo hizo. Pero las cosas que dijo sobre Kim. Él en verdad aún no puede creerlo.

Quiere pensar que es sólo Lía siendo una mamá gallina y queriendo protegerlo de lo que tiene toda la apariencia de ser su primer corazón roto. Aunque si es sincero, no le importa en lo absoluto que sea así.

Una notificación le llega, y se trata de Kim enviándole una fotografía de su look recién levantado. El cabello alborotado, los ojos pesados y la falta de camiseta hacen que le importe aun menos.

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El temido viernes llega.

A pesar de haber deseado que el día llegara pronto, ahora está aterrado. No sabe qué es lo que Lía le dirá cuando lo vea. O si seguirá dándole la ley del hielo, lo que se siente peor. Sabe que se lo merece un poco. Ni si quiera se ha preocupado por mantener sus interacciones con Kim discretas.

El mundo entero sabe que han estado viéndose desde la entrega de premios. Los likes, las historias y los paparazzis llenaron el internet. Incluso ya tienen un nombre.

Kimchay.

La manera en que se convirtió en un desastre sonrojado cuando Kim le envió el encabezado con esa noticia le hace agradecer que estuviera solo cuando sucedió.

Cuando cruza la puerta del estudio, aun tiene una sonrisa tonta en su cara, pero el silencio sepulcral, muy impropio del sitio, lo hace detenerse en seco. Toma asiento en el mismo sofá en que una semana atrás anunciaba su participación en los premios.

Tiene el mismo sentimiento extraño en su estómago, sólo que esta vez no es de felicidad precisamente. Un par de personas entran en el espacio, saludándolo con sonrisas curiosas. Porchay sabe que quieren preguntar, pero ninguno vocaliza nada y eventualmente Lía aparece.

- Bien. Tu aparición en los premios fue mucho más productiva de lo que habíamos contemplado. No sólo te coronaste como ganador en tu categoría, sino que tengo mi bandeja de entrada llena de correos de todo tipo de gente queriendo trabajar contigo. Revistas, marcas de maquillaje, de ropa, incluso algunas apariciones especiales en series de televisión. Voy a dejar que las revises todas y luego me avises cuáles son las que te interesan más. En cuánto a tus obligaciones musicales tendremos que reagendar las grabaciones de tu próximo single, pues hay una oferta considerable de una disquera que quiere grabar no una canción, sino un mini álbum.

Porchay asiente, sin contener demasiado su emoción. Ya ha hecho publicidades antes, pero sabe que esta vez deben tratarse de marcas realmente grandes. Aunque no le molestaría volver a trabajar con algunos de los pequeños negocios que lo apoyaron desde su debut.

- En cuanto al otro asunto. Compórtate. Quieres a la gente enfocada en ti por tu música y tu carisma, no por tus escándalos.

Eso se siente como un balde de agua fría, pero el chico asiente, porque sabe que se lo ha ganado. Sigue pensando que Lía está exagerando con el asunto, pero sigue siendo su mánager, y él debe hacerle caso.