Amalia Wrigth

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El 20 de junio 1755, el día del eclipse, Amelia fue al bosque, coloco a Jeremie en el suelo recostado boca arriba. Tomó las dos piedras con sus manos, las levantó sintiendo el poder subiendo por sus venas y la adrenalina de ese momento histórico que estaba por vivir, quedaria en los librs de historia por siempre. Cuando la luna se posó completamente frente al sol, el cuerpo de Jeremie volvió a respirar, a moverse. Comenzó a levantarse lentamente, pero nada parecía importante.

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