Seis.

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Ssamu responde de forma positiva a las muestras de afecto también, demuestra que ser tratada como a una niña le gusta, no ha tenido miedo de .

Se ha levantado a mitad de la noche para que las demás Alters no le prohíban el acceso al cuerpo, aunque sabe que es indebido e iba a castigarse, lastimándose con cortes.

Yunjin suspiró de forma temblorosa, habían pasado varias horas de aquel encuentro con Ssamu, pero no podía sacársela de la cabeza, no dejaba de pensar una y otra vez que quizás de no ser por ella, y el que haya ido a buscarla, ahora Chaewon andaría escondiendo sus muñecas con cortes.

Y la idea de Chaewon lastimada no le gustaba ni un poco, las náuseas invadían su estómago y le daban ganas de llorar.

Ssamu es quien recuerda los mayores traumas, y quién los vivió en el pasado, supongo que por su actitud recibía castigos por cualquier cosa que hiciera, de allí su miedo a todo y el pensamiento de que merece un castigo, como nadie va a hacerlo lo hace ella misma en conductas autodestructivas.

Es una perseguidora, pero tengo esperanzas de que pueda superar sus recuerdos, ha conectado conmigo y demuestra que es capaz de hacer más que solo pensar en lo malo.

No sale mucho, pero trataré de ayudarla cada vez que la vea.

Cerró el cuaderno y volvió a guardarlo en su lugar secreto.

Chaewon aún estaba en clases, le quedaba alrededor de una hora, ella estaba libre porque su profesor estaba enfermo, decidió consentir un poco a la chica y fue hasta la pastelería para comprar los cupcakes de chocolate que tanto le gustaban.

Al regresar preparó su café y dejó agua caliente para cuando Chaewon regresara, al rato, la pelinegra entró en silencio y con la mirada baja.

—Chaewonnie, te traje tus cupcakes favoritos. —anunció Yunjin, mirando su celular.

—Gracias. —murmuró la pelinegra, luego de un momento de silencio.

La contraria alzó la vista hacia ella, de inmediato se preocupó al ver su rostro, levantándose de la silla y yendo hacia ella.

—Dios, Chaewon, ¿Qué te pasó?

—No es nada. —dijo, aunque Yunjin no podía ignorar su ojo morado y su labio hinchado de un lado, por un golpe.

—¿Cómo que no es nada? ¿Quién fue?

—No es nada, no importa. —repitió, parpadeó rápido para apartar sus lágrimas.

—Chaewon...

—Yunjin, déjame —la pelinegra se apartó, huyendo del abrazo que la mayor intentó darle—. No es nada importante, en serio, Michelle es una idiota que cree que puede pelear contra todo imbécil que diga algo malo de mí —se encogió de hombros, pero no sonó nada convincente—. Es todo.

Yunjin la miró sin decir nada, pero sintiéndose mal, Chaewon borró sus lágrimas y tomó un cupcake, y se volteó al rincón de la cocina para prepararse un té, dándole la espalda a su compañera de cuarto.

La menor no podía dejar todo así e ignorarla, y luego de pensarlo un momento, fue hacia ella y la abrazó por la espalda, rodeando su fina cintura con sus brazos.

—Yunjin, en serio te voy a pedir que te alejes porque no quiero tu lástima. —dijo la rubia, con su voz endurecida para evitar el llanto.

—Chaewonnie, deja de hacerte la difícil.

The Alters. | Purinz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora