Ese mensaje resonaba en la cabeza de Jonathan cada vez que daba un paso para dirigirse al edificio al que le había citado su hermano. Con el corazón acelerado al mil por ciento, y por obra de los nervios, sin darse cuenta, ya estaba fuera del edificio, un edificio que había sido abandonado, eran obras negras, sin terminar y totalmente a oscuras.
Con ayuda de la luz de su teléfono, comenzó a adentrarse a la construcción sin terminar, tal era la oscuridad que parecía emular aquella tormenta que se aproximaba cada vez más. El sonido de sus pasos resonaba en cada esquina de la habitación en dónde se encontraba, o al menos eso parecía, pues el lugar era tan abismal, que no se sabía si ese lugar estaba pensado para ser o una oficina, o un sauna. De la nada, una voz salió de un rincón oscuro. A lo que Jonathan apunta hacia ahí.
-No es necesario que me aluces, ¿sabes? Hermanito, que bueno que estás aquí-. Emergió de las sombras, con un rostro inexpresivo tratando de ocultar esas emociones tan discordantes con el regaño que Jonathan le había dado por teléfono.
-Y, ¿Qué es lo que quieres? ¿Quieres confesar que sí querías matar a papá? ¿Y luego qué? ¡¿MATARME A MI?! Yo pensaba que al fin te habías redimido, pero no, dios todo parecía estar bien...-Dijo con desesperación para después llevarse las manos al rostro y darle la espalda a su hermano en un movimiento de nerviosismo alejándose de él.
Con tanto coraje, y sin que Jonathan se diera la vuelta, Ithan confiesa que había guardado eso en borradores, pero que al momento no quiso enviarlo ya que no era su plan inicial, verdaderamente quería regresar y someterse a la terapia necesaria para poder redimirse, pero ese mensaje amenazante había sido acto de su ataque de ira y de ansiedad. Antes de haber ido con su terapeuta. Jonathan soltó una risita, para después negar con la cabeza lo que estaba escuchando.La discusión se elevó a un punto crítico, las palabras agresivas flotaban en el aire cargado. En un momento de furia, Ithan se abalanzó sobre Jonathan con la intención inconfundible de hacerle daño, con la ayuda de un arma punzocortante, sin embargo, Jonathan se resistió lo más que pudo, y cuando estaba perdiendo las fuerzas para pelear, un ángel llegó a su salvación. De repente, la puerta chirrió mientras se abría y Robert, entró en la escena.
Su presencia oportuna cambió el curso de la tragedia inminente. Sus ojos reflejaban determinación mientras se interponía entre los hermanos en medio del caos. Forcejeando con Ithan, logró dejarlo inconsciente en el suelo dándole un golpe con una botella que se encontraba tirada en el suelo, salvando así la vida de Jonathan.
La policía, al llegar al lugar junto al padre de Ithan y Jonathan, se adentró al edificio, mientras interrogaban a Robert y a Jonathan, ellos aseguraban que se encontraba inconsciente. El padre de Jonathan se encontraba consternado, con una gran confusión y decepción en su rostro, sólo pudo abrazar a su hijo, y darle las gracias a Robert por haber aparecido a tiempo.
Robert se había encontrado con los gemelos horas atrás, y ellos, con tanto temor de que pasara lo peor, le habían dado la dirección a Robert para que fuera a supervisar, gracias al creador que siguió su instinto, de todas maneras le debía una a Jonathan.
Al regresar la policía del edificio, notificaron que no se encontraba absolutamente nadie, rápidamente comenzaron a buscar por el área, y al terminar la noche, se confirmó lo peor, la amenaza había escapado, y seguía en algún lugar escondido. Jonathan y Robert regresaron al instituto, y aunque les costó, lograron conciliar el sueño.
La sed de venganza de Ithan no se extinguía fácilmente. En un intento desesperado por saldar cuentas, buscó a Robert por cielo, mar y tierra, con la determinación igual que la de un depredador hambriento. Cuando al fin llegó al instituto, decidió esperar a que pasara al menos dos días. Ocultándose en un hotel cercano.
Pasados esos días, a la hora del receso, mientras Robert iba a la habitación a tomar unos libros para la siguiente clase, mientras le daba la espalda a la puerta, que la había dejado abierta para salir rápido, se asustó con un estruendo, la puerta había sido cerrada, y las luces habían sido apagadas, aunque no estaba tan oscuro. Ithan se había ocultado detrás de la puerta, Robert trató de salir corriendo, pero Ithan se le abalanzó para tratar de apuñalarlo con una navaja que traía en su mano.
Entre tanto forcejeo, y al Robert conocer su habitación, estando debajo de Ithan, lo empujó con sus piernas haciéndolo caer de espaldas en el escritorio, y al estar medio inconsciente, sólo tuvo oportunidad para darle un golpe en la cabeza. Al intentar escapar de la habitación, Ithan se le dejó ir a sus espaldas, agarrándolo por el cuello mientras sostenía la navaja y le decía que jamás debía haber ido a defender a su amiguito. Cuando la situación parecía no tener salida, Robert le dió un golpe bajo para que soltara el arma, y mientras estaba agachado, logró agarrarla. Ithan aún con la terquedad, trató de lanzarse a pelear, pero Robert no lo pensó dos veces, y lo único que se escuchó fue la cuchilla atravesar el estómago de Ithan, mientras Ithan caía lentamente llenando el suelo de sangre, Robert salió corriendo en busca de ayuda, sin embargo, sólo se topó con Jonathan e Izumi, consternados viendo la escena, llegando, obviamente tarde para salvar a su hermano, decidieron solamente llamar a su padre y a su escolta.
La realidad se asentó como una losa sobre los presentes. Izumi, consciente de las complicaciones legales que enfrentaría Robert, y más aún, las palabras que le esperaban de su madre, que ya le había amenazado con sacarlo del instituto si algo sucedía y si seguía con sus actividades callejeras, aconsejó su huida. Jonathan, con pesar en sus ojos, le entregó la dirección de una cabaña a su nombre. El padre de Jonathan también estaba de acuerdo con esa opción.
La huida se convirtió en la única opción para Robert, lejos del juicio de la ley y de la mirada crítica de la madre de Robert, que seguramente desencadenaría una tormenta de consecuencias inimaginables. Con lágrimas en los ojos, y un gran abrazo, se despidió de Izumi dejándolo atrás con un beso tan cálido y lleno de desesperación, Jonathan, con un gran pesar, le agradeció por todo, estrecharon manos, y después se abrazaron, para terminar de despedirse. La cabaña se convirtió en su refugio, un rincón alejado donde la oscuridad de aquel fatídico día quedaba atrás, pero las sombras de la culpabilidad perdurarían.
Y así, el segundo año escolar, sin haber llegado a al menos la mitad del semestre, se había quedado sin el chico que protegía a sus amigos, que mantenía la escuela lejos de la mirada de otros bullys de otros institutos, y Robert, sólo en la cabaña, sólo se dedicaba a mantenerse vivo.
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School Love (+19)
RomansaIzumi es un chico Euro-Asiático, odia su nombre pero debe lidiar con el, trasladado a una escuela particular de solo varones donde vivirá la más extraña experiencia de su vida. Conoce a sus dos amores, de los cuales deberá escoger a solo uno de ello...